El Athletic vence al Betis con polémica, pero respira
Seis jornadas sin perder ya del equipo de Ziganda. El Betis jugó 60 minutos con uno menos por polémica roja a Amat y reclamó otro gol fantasma.
Termina el año el Athletic con una victoria que le sirve para superar precisamente al Betis en la clasificación y respirar, pues deja el descenso a seis puntos de distancia. La misma que mantiene el Betis después de una derrota de la que sale con buen sabor de boca y vitoreado tras remar casi 60 minutos a contracorriente, después de una polémica expulsión de Amat que también significó el penalti del primer gol vizcaíno. Ziganda, que no pierde hace seis jornadas, respira y Quique Setién mira con recelo lo que llega cuando tuerza el año: el derbi sevillano, en el Sánchez Pizjuán.
Salió el Betis enchufadísimo. Volvía a carburar el equipo de Setién, que había repetido once por primera vez esta campaña y también sistema, con un doble pivote compuesto por Amat y Fabián (gran partido del canterano otra vez) y Camarasa más suelto por delante, casi como jugaba en el Alavés. El valenciano, muy peleón, tuvo la primera gran oportunidad en un chut que le detuvieron entre Herrerín y el palo. Poco después apareció la primera polémica, parecida a la de Málaga. Falta de Joaquín, rebote en Laporte y el portero rojiblanco sacando un balón... ¿de dentro? En La Rosaleda se vio más claro que en el Villamarín.
Tardó media hora el Athletic, que jugaba sin Aduriz de inicio, en sacudirse el dominio. Pero vaya si lo hizo. Feddal le sacó un balón a De Marcos en la línea y Susaeta provocó que Adán hiciera uno de los paradones de la noche en una falta escorada. Del córner siguiente sacarían los de Ziganda petróleo en otra jugada muy confusa. Amat forcejea con Laporte, el francés cae y el catalán pega una patada al aire que parece pisotón, o así lo vio Martínez Munuera: penalti (0-1, Raúl García, 35’) y expulsión del catalán.
Contra 10 tuvo Williams la última gran ocasión del primer tiempo y Raúl García la primera del segundo, un balonazo al larguero. Cumplía el navarro su partido 400 en Primera. Con 10 salió del vestuario el Betis para intentar la machada. Tenía más la pelota y rozaba el segundo el equipo bilbaíno, pero a punto estuvo de empatar el equipo local en una contra verdiblanca: Joaquín templó y Sergio León estrelló el balón en el pecho de Herrerín.
Adán le sacó un gol a bocajarro a De Marcos con un paradón para seguir dándole vida al Betis, que mantenía sus opciones sobre todo en contras bien montadas por el incombustible Joaquín. En una de esas el capitán vio amarilla por reclamar un posible penalti a Sergio León. El Athletic parecía meterse en un lío a medida que se acercaba el final, con el síndrome Málaga (le empató un 1-3 teniendo uno menos) en la cabeza. Pero una jugada desgraciada de Feddal, que metió un balón de De Marcos en su propia meta, sentenciaba el choque. El Villamarín aplaudió el esfuerzo de su equipo por actitud y aptitud colectiva. En lo individual parecen faltarle muchas cosas.
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