Los Patriots asaltan Buffalo y Tyrod Taylor se lesiona
New England no tuvo el mejor partido que se les recuerda en ataque, pero su defensa fue suficiente para domar a unos Bills que perdieron a su QB.
Los Patriots salieron de Buffalo con un nueva victoria a pesar de que su ataque no recordó al de las mejores tardes. No hizo falta porque su defensa fue suficiente para dominar el encuentro. Eso, o que el ataque de los Bills es un desastre. Elegid lo que prefiráis.
El caso es que el equipo de Tom Brady ganó por 23 a 3 y se coloca con un récord de 10-2, con un camino clarísimo hacia el bye en la jornada de wild card de los playoffs. De hecho, ahora mismo resulta inconcebible que eso no suceda de esa manera. Los Buffalo Bills, por su parte, caen a un récord de 6-6 que les saca de las plazas de postemporada en la AFC y, visto su juego reciente, volver a verles en esa pelea se antoja una quimera.
El momento más tenso que vivieron los Patriots fue cuando el partido aún no estaba decidido, en la primera mitad. En un drive que no pudieron llevar hasta el touchdown, Tom Brady se dejó un par de receptores claramente desmarcados en el campo. Según se acercaba a la banda su coordinador ofensivo, Josh McDaniels, se lo hizo ver y el veterano jugador estalló de ira contra su jefe.
Brady no dio ningún pase de touchdown en todo el partido. Y se quedó por debajo de las 300 yardas de pase. Fue el juego terrestre el que tuvo mayor protagonismo en ese ataque. Lewis se fue a las 92 yardas y Burkhead a las 78 con dos anotaciones.
Más de la mitad de la yardas de pase de Brady fueron para Gronkowski. En concreto, nada menos que 147. Fue una pesadilla para la defensa de los Bills. Además, perdió los nervios en una intercepción de su QB y cometió una feísima penalización antideportiva que debería costarle caro, porque fue toda una agresión.
Lo peor del encuentro, no obstante, fue la lesión de Tyrod Taylor, el quarterback titular de los Bills, que fue sacado del campo en carrito y con muy mala pinta para el futuro. Salió Nathan Peterman por él y, para sorpresa de propios y extraños, no lanzó ninguna intercepción. Ninguno de los dos llegó a las 70 yardas de pase, lo cual es perdonable en el rookie que estuvo en el campo sólo parte del último cuarto, pero intolerable en el titular.
La vida sigue igual pues en la AFC Este. Un año más, los Patriots salen de Buffalo con una victoria que será una más en su camino a los playoffs y los Bills ven su campaña morir en un inocuo 50% de victorias.