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Seahawks-Texans

Seahawks logran la victoria ante Texans en una bacanal anotadora

Wilson condujo un épico drive final para ponerse por delante a falta de poco más de 30 segundos. Sherman cerró el partido con una intercepción a Watson.
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Seahawks logran la victoria ante Texans en una bacanal anotadora

Comienza a ser impresionante el impacto de Deshaun Watson en el rendimiento global de los Texans. Después de años y años viviendo en un edificio magnífico que temporada tras temporada se derrumbaba por no tener quarterback, el equipo de Houston por fin puede tomar la iniciativa desde el puesto de pasador.

Sin embargo, el mismo jugador que ha revolucionado a este equipo, y consiguió poner en marcha una ofensiva capaz de anotar 21 puntos en el durísimo estadio de Seattle en los dos primeros cuartos, algo que muy pocos han logrado hacer en los últimos tiempos, también puso en peligro la victoria de Houston con dos pases interceptados que fueron un puñal en el corazón de su equipo. El primero llegó en la primera mitad, cuando Seattle estaba aún colapsada por el meteórico arranque de sus rivales y Earl Thomas le robó la cartera a Watson con una intercepción retornada 78 yardas para touchdown. El segundo, al final del tercer cuarto, cuando Houston estaba jugando mejor que sus rivales y la ‘Legion of Boom’ no sabía cómo parar a DeAndre Hopkins, que entonces ya llevaba 118 yardas. En enésimo intento de pase al receptor fue un lanzamiento impreciso que Richard Sherman recuperó sin problemas y gracias al cual los Seahawks anotaron un field goal que les puso por primera vez por delante.

Entre medias, el partido se convirtió en un toma y daca vibrante con todo el ataque de Houston poniendo siempre en apuros a la defensa de los Seahawks y, un domingo más, Wilson luchando por su vida detrás de una línea ofensiva inexistente y un backfield tragicómico. Parecía imposible entender cómo eran los locales capaces de devolver golpe por golpe cuando eran arrollados en tiempo de posesión y yardas ganadas. Y más imposible de entender todavía es que Russell Wilson siga vivo y coleando mientras se saca de la manga pases inverosímiles a la vez que lucha por su vida rodeado de una jauría de fieras sedienta de sangre. El ataque de Seattle, siempre en la cuerda floja, tiene que recurrir a las soluciones más inverosímiles para mantener vivo un drive, como cuando su entrenador revisó una jugada para que se viera que su quarterback había sufrido un fumble en vez de un pase incompleto. Decisión genial digna de Pedro Ferrandiz y su autocanasta que a la larga pudo ser decisiva para que Seattle sobreviviera al aluvión rival.

Cuando estos Texans juegan bien son uno de los bloques más poderosos de toda la NFL. Incluso podrían ser el equipo a batir de la conferencia Americana si no fuera porque siguen cometiendo algunos errores ingenuos de equipo al que le falta veteranía. A finales del tercer cuarto, con 27-24 en el marcador, los Seahawks estaban consiguiendo embarrar lo suficiente el choque para que los Texans perdieran parte de su frescura y el partido empezara a jugarse en las trincheras. Parecía que Watson se resentía mentalmente de sus dos intercepciones y ya no mantenía la frescura y el desparpajo inicial.

Nada más lejos de la realidad. Una nueva conexión con Hopkins de 34 yardas abrió la caja de los truenos. Dos jugadas después Watson lanzaba a Fuller un pase genial de 36 yardas y casi de inmediato el quarterback devolvía a su equipo la ventaja en el marcador con un pase de 2 yardas a Lamar Miller (27-31). Parecía que la ventaja de cuatro puntos sería imposible de levantar por unos Seahawks sin juego de carrera y dependiente de las genialidades de Wilson. Pero es que en ese momento esa genialidad de Wilson alcanzó el paroxismo y se lanzó a protagonizar una serie ‘marca de la casa’ de bombas imposibles que terminaron con el balón en manos de Jimmy Graham en la end zone. 34-31 en el luminoso, 5:37 por jugar y ya era imposible seguir viendo sentado el partido sin dar saltos en el sillón casi después de cada jugada.

Como la locura es contagiosa, los Texans solo necesitaron 48 segundos para que Watson conectara con Hopkins, que en una espectacular cabalgada de 72 yardas volvía a poner por delante a Houston 34-38. El receptor ya sumaba 224 yardas de recepción y un touchdown en una actuación monstruosa que tuvo siempre en jaque a la ‘Legion of Boom’.

El toma y daca no se detuvo, con Wilson incendiando el emparrillado con más pases imposibles y carreras bíblicas en las que sus rivales se abrían como el mar mientras el pasaba entre ellos sin daño alguno. Pero igual que Watson había puesto en peligro la victoria de su equipo con sus dos intercepciones inoportunas, Wilson pareció cavar la tumba del suyo con un lanzamiento interceptado en la yarda 12 de sus rivales.

Cuando la magia y la locura toman un campo de football americano es absurdo hacer suposiciones. Parecía que Houston tenía el partido ganado, sin embargo, el quarterback de Seattle aún tuvo una última posesión con 1:39 por jugar y partiendo de su propia yarda 20. Bombazo a Richardson de 48 yardas, bombazo a Lockett de 19, bombazo a Graham de 18. ¡¡¡TOUCHDOWN!!! Seattle volvía a darle la vuelta a la tortilla (41-38) y Watson a la desesperada, cuando quedaban solo un puñado de segundos, lanzaba su tercera intercepción a Sherman y ponía el punto final a un partido de football americano convertido en bacanal.

Resumen del Seahawks vs Texans

Previa del Seattle Seahawks vs Houston Texans

Los todopoderoso Seahawks se enfrentan a uno de las sensaciones de la NFL, el ataque de Houston Texans comandados por un Deshaun Watson que se perfila como candidato a rookie del año. El ataque de los Seahawks, está empezando a despertar gracias a una mejora leve, pero mejora al fin y al cabo, de la línea ofensiva. Los Texans han perdido mucho potencial en el pass rush, por las bajas de Watt y Mercilus, pero sigue siendo una defensa sólida y con un siempre peligroso Jadeveon Clowney. Si la defensa aguanta los Texans tienen armas para enfrentarse a la “Legion of Boom” de tú a tú. El duelo entre Richard Sherman vs Deandre Hopkins es de los que gusta ver a los buenos aficionados.

Seahawks

Según se va desarrollando la temporada este equipo va a más. La defensa de los Seahawks está fuera de toda duda y su ataque empieza a tener mimbres suficientes para competir. Es cierto que la OL es floja, pero poco a poco están cohesionándose y eso se nota. En cuando Wilson tiene tiempo Graham y Baldwin aparecen y son dos jugadores muy desequilibrantes. Ojo a estos Seahawks de cara a los playoffs.

La defensa es de las más potentes de la NFL. Muy completa, con la “Legion of Boom” a pleno rendimiento y un front seven capaz de meter mucha presión. Los Texans están teniendo algunos problemas en la OL, aunque Watson los oculta con su movilidad. Si Bennett y compañía encuentran el hueco puede ser un partido terrorífico para el rookie.

As a seguir: Jimmy Graham. El TE es un superclase y lo está empezando a demostrar en Seattle. Desde que llegó a los Seahawks no ha conseguido establecerse como el TE receptor dominante que demostró ser en los Saints. Este año empieza a verse más cómodo en el ataque y eso puede ser determinante.

Texans

En ataque todos son alegrías. Watson está de dulce y sus WR lo disfrutan. Cuando un ataque tiene un QB con la confianza con la que lanza Deshaun Watson y un receptor de la calidad de Deandre Hopkins es muy difícil frenarles. Además, Will Fuller, todo un primera ronda del draft, está empezando a demostrar que está cogiendo el punto de forma y que es un jugador más que aprovechable. Si Lamar Miller logra establecer la carrera este equipo puede ganarte de casi cualquier forma.

La defensa de los Texans es su salto y seña, pero las bajas de J.J Watt y Whitney Mercilus son demasiado importantes como para ignorarlas, pese a los fichajes parche. Es cierto que no era el Watt de hace 3 años, pero es el líder de la defensa y su ausencia es muy importante. Aun así, tiene cosas para plantar cara a los Seahawks. Jadeveon CLowney puede anular el juego de carrera de Seattle, no parece demasiado difícil este año, y además meter presión a Wilson, del resto se encargará una secundaria que está en un buen momento y tiene la veteranía y el aplomo suficiente como para frenar a Graham y el resto de receptores. Wilson vivirá más tranquilo, pero no le será fácil batir a esta defensa.

AS a seguir. Will Fuller. El WR ha renacido de sus cenizas y empieza a ser el jugador desequilibrante que los Texans draftearon. Su eficacia en la red zone asusta y con Hopkins anulando a Sherman, y en ocasiones a Earl Thomas, su velocidad puede ser clave en este partido.