Los Green Bay Packers sin Aaron Rodgers fueron inofensivos

Quizá fuera solo un día malo, pero Drew Brees ante los Packers pareció un señor muy mayor. Y no importa que volviera a superar sobrado las 300 yardas o que completara un porcentaje alto de pases. Estuvo lento, impreciso, sin fuerza en el brazo… 38 años parecen demasiados para un quarterback que ha recibido muchos golpes y cuyo hombro sigue carburando por un milagro inexplicable.

Sin embargo, esa debilidad ha sido una fortaleza para los Saints en los últimos partidos. Kamara e Ingram están formando un backfield poderosísimo que, además, está siendo usado con mucha inteligencia desde la banda. Los habituales comités caóticos de nueva Orleans han dejado paso a una pareja eficaz y que compensa la falta de finura del quarterback y le da un respiro que facilita su trabajo.

Quizá parezca que todo lo anterior no es significativo para lo sucedido en el choque contra los Packers. Sin embargo, la defensa de Green Bay volvió a hacer lo mismo que siempre ha hecho cuando Aaron Rodgers ha estado fuera. Dio un paso adelante y aprovechó las limitaciones ofensivas rivales para mantener en el partido a su equipo más tiempo de lo esperado.

La otra gran baza de Green Bay fue un backfield en el que fue una bendición que Montgomery no pudiera jugar en la semana cinco. Eso sirvió para confirmar que Aaron Jones puede ser un arma letal en el juego terrestre. Porque así fue como empezó el partido, con una serie de los Packers en la que Hundley no completó los dos pases que intentó, pero Adams se atravesó para touchdown el campo 70 yardas y un touchdown. 7-0 y todos los que defienden que estos Packers son mucho más que Aaron Rodgers sacando pecho, aunque solo fuera un ratito.

Tras esa anotación, vivimos un festival corredor de Ingram y Kamara que terminó con dos intercepciones horribles de Brees. Lanzamientos sin fuerza a receptores que habían perdido la posición ante los defensores y que parecían inimaginables en Brees hasta hace muy poco tiempo. A la tercera fue la vencida y en otra serie corredora, Ingram terminó empatando el partido.

El 7-7 sirvió para que Brett Hundley despertara y comenzara a completar algunos pases el quarterback de circunstancias que, aparentemente, va a tener todo el año la responsabilidad de tapar el descomunal agujero dejado por Rodgers. Pero los Packers sobre todo aprovecharon los constantes errores de placaje de la defensa de los Saints que, después de varios partidos esperanzadores, fue muy blandita durante gran parte de la tarde en Lambeau Field. Hundley aprovechó los regalos para terminar anotando un touchdown de carrera mientras los defensas prácticamente le miraban sin intentar placarle (14-7).

El resto del partido siguió un curioso guion. Cuando los Saints intentaban cargar el peso en el ataque aéreo, Brees sufría para conectar pases largos porque sus balones salían del brazo sin fuerza y casi siempre se quedaban cortos o iban muy abajo. Ahí aparecieron Michael Thomas y Ted Ginn, que hizo un partido portentoso, para hacer atrapadas inverosímiles que mantenían vivos los drives a pesar del esfuerzo defensivo de Green Bay. Pero cuando eran Ingram y Kamara los que cargaban con la responsabilidad, los Packers no encontraban la manera de colapsar los drives ofensivos. Así fueron cayendo los puntos de los Saints en un cuentagotas constante. Touchdown de Coleman, dos field goal y un último de carrera de Brees que dejaba el marcador decidido 17-26 con cinco minutos por jugar.

Mientras, el ataque de los Packers deambulaba por el campo, viviendo más de las penalizaciones y la falta de garra de la defensa de los Saints que de su eficacia. Salvo por un field goal anotado por Crosby, sus series eran inofensivas y escasas, porque el juego terrestre rival devoraba el reloj. Green Bay debería plantearse que con Hundley difícilmente llegará a ninguna parte por mucho que Aaron Jones siga sumando más de 130 yardas en los próximos partidos. Un quarterback que completa 12 de 25 para 87 yardas y una intercepción en todo el partido está demasiado verde para ser titular en la NFL.

Resumen del Green Bay Packers vs New Orleans Saints

Los Green Bay Packers han perdido a Aaron Rodgers y eso les hará ser otro equipo. Cuando el mejor jugador de este deporte no está en el campo tu equipo es mucho más débil. Si sumamos que la defensa continúa con los mismos problemas de siempre, se plantea una temporada muy difícil para los de Green Bay. En el otro lado estarán un Saints que van de menos a más. La defensa sigue creciendo a buen ritmo y el ataque está mucho más tiempo en el campo, gracias al buen hacer del juego de carrera, algo que beneficia a todos en New Orleans.

Packers

Los Green Bay Packers deben enfrentarse a los Saints con la baja de Aaron Rodgers. Esta ausencia puede resultar fatídica para la temporada, y es que el ataque funcionaba gracias a la genialidad del QB, pero sin él y con las bajas en la OL, podrían sufrir mucho para mover las cadenas.

As a seguir: Ty Montgomery. Un jugador que debería ser fundamental para el futuro del ataque de los Packers es Ty Montgomery. El RB es capaz de correr con el balón y además recibir pases cortos, algo que deberá aprovechar el nuevo QB titular de los Packers, Brett Hundley.

La defensa está abocada a dar un paso al frente. Sin Rodgers no será tan sencillo subir puntos al marcador, y mantener al ataque en el campo, por lo que los jugadores defensivos estarán más tiempo en el campo. Si la defensa continúa siendo tan floja, cómo hasta la fecha, es probable que este equipo se quede fuera de playoffs. Pero tienen armas para defenderse, veremos que evolución tiene la secundaria. Eso sí, le ha tocado una de las más feas para el primer baile sin Rodgers.

Saints

Los New Orleans Saints empiezan a tener pinta de playoffs. Es mucho decir, pero sí que están dando pasos muy importantes para pelear por entrar en post temporada gracias a la mejora de su defensa y el juego de carrera. La marcha de Adrian Peterson sólo se entiende por el buen hacer de Mark Ingram y la irrupción del rookie Alvin Kamara. Drew Brees está utilizando el backfield a las mil maravillas, y eso le permite mantener mayor tiempo el balón en poder del ataque. Los Saints siempre serán una potencia aérea, pero cuanto menos tengan que arriesgar el balón para mover la cadenas mejor.

As a seguir: Marshon Lattimore: El córnerback llegó a la NFL con la promesa de ser el mejor Cb de la camada de este año. Si no lo es poco le queda. Lo tiene todo para triunfar, brazos largos buen movimiento de pies y una gran velocidad. Los QBs ya le evitan y cuando no suceden cosas como esta: