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Carlos Correa y José Altuve buscan llevar a los Houston Astros a sus primeras Series Mundiales desde 2005 frente a los Yankees en un épico séptimo partido de las Series de Campeonato.
ELSAAFP

En el mundo de los grandes deportes norteamericanos (descontando a la NFL), no hay nada más maravilloso que un séptimo partido, un encuentro en el que los dos equipos participantes tienen que darlo absolutamente todo de cara a conseguir participar en el Clásico del otoño donde les aguardan Los Ángeles Dodgers y cuyo tramo final está siendo un absoluto drama que rivaliza con el mejor folletín que a uno le pueda venir a la cabeza.

Y después de 162 partidos de temporada regular, los cruces en ronda divisional más un Wild Card Game para uno de los dos participantes, seis partidos con sus distintas características nos llevan a esto, al mejor momento al que un aficionado al pasatiempo nacional puede aspirar: un séptimo partido.

A este escenario se ven abocados los Houston Astros y los New York Yankees, que lo afrontan con el mismo optimismo y expectación que uno pudiera pensar para dos equipos que han estado batallando a lo largo de esta fase previa a las Series Mundiales y cuya igualdad es buen reflejo del diferencial que lograron en temporada regular, +198 para los neoyorquinos mientras que los texanos acumularon un +196.

Ya se sabe, a cara o cruz.

Un encuentro único

Estamos de acuerdo con que no puede compararse con su equivalente en la gran final porque al fin y a la postre, estamos hablando del momento decisivo para coronar al campeón, pero aceptamos encantados el sensacional panorama que se nos avecina a partir de las 20.00 horas de la costa este en USA y las 02.00 de la mañana en horario peninsular.

En definitiva, un encuentro a todo o nada y en el que “hay que ganar hoy para luchar mañana”.

Curiosamente, ese instante para el recuerdo, porque los séptimos encuentros suelen ofrecernos luchas sin cuartel en el que ninguno de los participantes se guarda absolutamente nada, no es demasiado habitual en el escenario en el que estamos como son las Series de Campeonato de la Liga Americana.

Los precedentes

De hecho, desde que los Tampa Bay Rays y los Boston Red Sox se citaran para el Nirvana beisbolístico allá en 2008, no hemos tenido un escenario igual y lo cierto es que ya estaba tardando.

No deja de ser paradójico que tanto Astros como Yankees, que se han mostrado como rocas en los encuentros disputados en sus respectivos estadios, afrontan un séptimo partido con un cierto regusto puesto que su anterior comparecencia… digamos, que no salió especialmente bien.

En el caso de los texanos, su precedente más inmediato en esta clase de partidos a vida o muerte nos obliga a remontarnos hasta el 2004, cuando perdieron por 5-2 en St. Louis ante los Cardinals en una época en la que militaban todavía en la Liga Nacional.

Por su parte, los paralelismos entre ambas franquicias no se detienen en la máxima igualdad que está habiendo en esta eliminatoria puesto que los Yankees también cayeron en 2004 contra los Boston Red Sox en la épica remontada de los de Fenway Park que iban perdiendo 3-0 en la serie.

Aspectos a seguir

En un duelo en el que hay que poner toda la carne en el asador, los New York Yankees parten con cierta ventaja al contar con C.C. Sabathia mientras que los Astros lo harán con Charlie Morton. Este tema ya lo hemos tocado anteriormente y es que el veterano Sabathia bien puede estar lanzando su último encuentro con los pinstripes y a buena fe que querrá seguir con la excelente línea que demostró en su actuación previa en la eliminatoria, siendo la primera en su carrera en playoffs en la que dejaba al rival sin anotar.

Sin embargo, Charlie Morton lanzó mejor de lo que su línea indica, con varios hits logrados sin contundencia por los Yankees y un extraño home run de Todd Frazier a las bleachers del right field en el Yankee Stadium.

De todas formas, nada de lo anterior puede tener su papel crucial o sí, porque nunca sabemos lo que nos podemos encontrar en un encuentro como el que tenemos encima y de la máxima exigencia. Los managers se verán obligados a tener una paciencia casi inexistente si alguno de los abridores muestra signos de debilidad y una prole de excelentes relevistas en el caso de los Yankees u héroes inesperados en el de los Astros, serán los encargados de mantener el statu quo.

¿Habrá despertado al fin el ataque de Houston tras lo visto anoche? ¿Recibirá un mayor respaldo Aaron Judge por parte de sus compañeros, algo desdibujados cuando juegan fuera del Bronx? ¿Cuánto se le puede exigir a Dallas Keuchel como relevo? ¿Es menos invulnerable de lo que parecía el bullpen de los Yankees? ¿Harán valer los Astros el factor campo tan presente en estos playoffs?

Todas estas narrativas pueden verse más enriquecidas si cabe, puesto que los Astros no han descartado que Justin Verlander pueda actuar en algún momento del encuentro, para salvar una situación agobiante como un par de outs en la novena entrada… siempre que se encuentre bien esta mañana y que nos retrotrae a lo ocurrido en las Series Mundiales de 2001 entre Diamondbacks y Yankees, con el Hall of Famer Randy Johnson relevando al futurible Hall of Famer Curt Schilling para salvar la victoria con cero días de descanso.

No sé vosotros, pero yo ya estoy contando las horas que faltan para el inicio de un séptimo encuentro que nos promete fuertes emociones.