5 decisiones de Zidane que llevaron al Madrid a Cardiff
El francés ha llevado al Madrid a su segunda final de Copa de Europa consecutiva apoyado en su método de rotaciones, en su buena gestión del vestuario...
Zinedine Zidane ha llevado al Real Madrid a su segunda final de Copa de Europa consecutiva. Para encontrar en la historia blanca a un entrenador con semejante hito hay que remontarse hasta finales de los años 50, cuando Carniglia llevó al equipo blanco a las finales de 1958 (Heysel, Real Madrid 3-Milán 2) y 1959 (Stuttgart, Real Madrid 2-Stade de Reims 0). Hay quien sigue hablando de que el francés tiene flor, suerte, pero este dato (y que tenga al Madrid en disposición de ganar LaLiga ya que depende de sí mismo) avala su trabajo. Después del encuentro del Calderón, recién sacado el billete a la final de Cardiff, los periodistas le preguntaron por el grado de ‘culpa’ que tiene en esta clasificación y el marsellés, con esa pasión calmada que le ha caracterizado desde que cogió al equipo en enero de 2016, concluyó: “Soy el entrenador y significa que lo que estoy haciendo lo estoy haciendo bien. Pero teniendo esta plantilla… Ellos hasta ahora han sido fenomenales y el mérito es de todos. Yo lo tengo también…”. La buena gestión del vestuario, haber convencido a Cristiano de que no tenía que jugar todos los partidos y fortalecer la parcela física son parte de esas decisiones de Zizou que han llevado al Madrid a pelear por la Duodécima…
Obsesión por el estado físico
La gran preocupación de Zidane desde que llegó al banquillo, el 4 de enero de 2016, siempre fue el estado físico del equipo: “No estoy preocupado por la calidad de la plantilla. En eso estoy tranquilo”. Planificó una pretemporada en pleno enero y ese trabajo acabó dando frutos, con un Madrid que no se desplomaba al final de los partidos y ganando la Undécima en los penaltis. Este verano, el francés quiso reforzar la parcela física y pidió al club el fichaje del ‘sargento’ Antonio Pintus, al que conoció y sufrió en su etapa como jugador de la Juventus. El italiano hizo sudar a los jugadores en la pretemporada en Estados Unidos, con duras sesiones físicas. Un plan que repitió en el parón navideño, nada más acabar el Mundialito, para evitar un desplome semejante al que los jugadores sufrieron en el segundo año de Ancelotti. Trabajo aeróbico, con carreras de 40 minutos y esprints, y ejercicios de gimnasio. Todo para que el jugador empiece a eliminar en el menor tiempo posible el ácido láctico que el cuerpo genera tras un gran esfuerzo físico y disputar “sin sufrir física y psicológicamente” un partido cada tres días. “Trabajamos para llegar a tope a mayo”, confesó Carvajal. “El equipo está ahora fresco por todo el trabajo que hemos hecho antes”, desveló Cristiano. Esa decisión de Zidane de contratar a Pintus es una de las claves que explican el buen momento del Madrid.
Plan de rotaciones
“Para ganar una Liga o una Champions todos son importantes. Cuento con todos”, repite Zidane como un mantra. Y el suyo no ha sido un brindis al sol. Desde pretemporada se impuso una política de rotaciones que ha llevado a cabo hasta el extremo. En partidos como el de Riazor o el de Los Cármenes, con el Madrid jugándose sus opciones para ganar LaLiga, metió hasta nueve cambios con respecto al anterior encuentro. Un ‘método’ que nunca antes se había visto y que ha ‘enchufado’ a los 24 jugadores de la plantilla. Esta decisión de Zidane de rotar masivamente ha permitido lucirse a lo que hemos venido llamando ‘segunda unidad’, aquellos jugadores que se quedan fuera del once que Zidane considera fijo para las grandes noches (Keylor; Carvajal, Varane, Ramos, Marcelo; Casemiro, Kroos, Modric; Bale, Benzema y Cristiano), que ha marcado 63 de los 155 goles del Madrid, el 40%.
Mensaje de psicólogo
Nacho puso voz este jueves al sentimiento casi unánime del vestuario: “Zidane es un gran entrenador y también un gran psicólogo”. El francés ha sido futbolista, sabe lo que siente el jugador en todo momento y en cualquier circunstancia. Y esa experiencia le está haciendo gestionar de forma estupenda a un vestuario de la complejidad del del Real Madrid. Ha sabido apagar ‘fuegos’ como el de Isco o Morata, descontentos porque querían más minutos, o como el de James, que en medio de la euforia por ganar el Mundial de Clubes dijo que necesitaba pensar en su futuro, pero que tras una conversación con el entrenador zanjó el tema (“Me quedo”) y ha respondido cada vez que ha jugado. Pero esa labor psicológica también ha decido aplicarla con titulares como Keylor, al que respaldó públicamente (y de forma privada) tras las críticas recibidas por varios fallos que le costaron al equipo más de un susto.
Dosificar a Cristiano
Uno de los grandes logros de Zidane esta temporada (y de Pintus, preparador físico) ha sido convencer a Cristiano, que en febrero cumplió 32 años, de que no es necesario que juegue todos los minutos de todos los partidos posibles. De que lo clave es dosificar esfuerzos para estar bien físicamente al final de campaña, tramo donde el portugués ha llegado ‘tocado’ los últimos años. El jugador aceptó el plan de Zizou, al que los resultados han acabado por dar la razón. Este nuevo Cristiano, que vive más cerca del área, ha llegado a la parte decisiva de la Champions en plenitud. Sus ocho goles a Bayern y Atlético evidencian su gran estado de forma. El ‘7’ no lo esconde: “Ha sido cosa mía y de Zidane. El equipo está fresco…”. A estas alturas ha jugado un 75% de los minutos posibles. Es el porcentaje más bajo desde que llegó al Madrid (excepto la primera campaña que tuvo una grave lesión de tobillo)…
Acierto con los cambios en momentos puntuales
Más allá del Zidane psicólogo y de guante de seda en el vestuario, se ha podido ver en este camino a Cardiff a un Zidane más maduro como entrenador. Muchos le reprochan falta de experiencia y de conocimientos tácticos, pero en esta Champions, el francés ha demostrado ser capaz de agitar o voltear un encuentro con los cambios. Lo hizo ante el Sporting de Portugal, en el primer partido de esta Champions. A 27 minutos del final, con 0-1 en contra, tiró de Lucas Vázquez y Morata para sustituir a un Bale tocado y a un Benzema lejos de su mejor forma. Diez minutos después, llamó a filas a James, que sustituyó a un Kroos anulado por William Carvalho y Adrien Silva. Zizou dio con la tecla (los cambios de Jorge Jesus, retirando al propio Adrien Silva y al 'diablo' Martins, también contribuyeron). El Madrid se creció a lomos de estos tres jugadores, cuya actuación gestó la remontada (2-1). “Hoy he acertado con los cambios”, declaró con una sonrisa el francés.
También dio en la diana contra el Bayern en el Bernabéu. El francés enmendó una situación delicada (los alemanes mandaban 0-1 y forzaron la prórroga) dando entrada a Asensio y a Lucas Vázquez (por Benzema e Isco) y eso sirvió para contener al conjunto bávaro (después, la expulsión de Vidal allanó el camino). Pero donde se doctoró Zidane fue ante el Atlético, en el Calderón y ante un estratega como Simeone. Los medios madridistas anularon al Atlético, que se desfiguró más después de que el Cholo metiera a Gaitán, Torres y Correa. Quiso buscar el gol y borró el poco orden que tenía. Zidane, en cambio, acertó con sus cambios. Con 1-0, dio entrada a Asensio y con 2-0, a Lucas Vázquez, dos jugadores que aportaron vuelo y dieron la puntilla a los rojiblancos.