Un Alavés suplente saca los colores al Betis
Katai rubricó la goleada con un jugadón maradoniano en la segunda mitad, cuando remontaron los babazorros, que casi desahucian a Víctor.
Un Alavés repleto de suplentes remontó, goleó y sacó los colores a este Betis de cartón piedra. Vivía el equipo verdiblanco un final de campaña que podríamos bautizar como 'Loreal', repleto de maquillaje, pero lo despeinó por completo el equipo blanquiazul en una tarde aciaga para los absurdos intereses clasificatorios de la cúpula bética (ya es matemáticamente imposible quedar décimos) y sobre todo, letal para la continuidad de Víctor Sánchez del Amo en el banquillo. Katai rubricó el 1-4 con una jugada tipo Messi y la grada volvió a pedir con fuerza la marcha del entrenador madrileño, para el que esta goleada puede resultar definitiva.
Curioso: en su última (ya penúltima) visita al Villamarín (23-11-2014) los babazorros habían provocado la destitución del entonces técnico Julio Velázquez y la dimisión de la mitad del Consejo bético. Y eso que esta vez Pellegrino, que tiene entre ceja y ceja (claro) la final de Copa, pareció querer ayudar a Víctor con un once repleto de suplentes. Hasta el portero (Ortolá por Pacheco) cambió el técnico argentino en Heliópolis.
Dominante en juego pero poco contundente en las áreas, le costó a los meritorios del Alavés meterse en el partido durante la primera mitad. Un acto inicial de los clásicos últimamente en el Villamarín, pobre en juego y ocasiones. Casi todo lo interesante llegó curiosamente en el nombre de Rubén, o más bien de los 'Rubenes'. Marcó Pardo desde la frontal del área, en balón que desvió la defensa para despistar a Ortolá (1-0, 11'). No tiraría de nuevo el Betis hasta pasada la media hora cuando otro Rubén, Castro, mandó al palo un balón dentro del área. Antes que el canario había desperdiciado dos oportunidades el tercer Rubén, Sobrino. La segunda de ellas, un mano a mano con Adán que lanzó muy fuera cuando lo tenía casi todo a favor.
Se redimiría Sobrino en un comienzo de segundo tiempo de marcado color blanquiazul y desastre defensivo verdiblanco. Remontada exprés, en 10 minutos. Kristicic le puso al marcador algo de justicia robándole la cartera a Mandi y chutando ajustado al palo desde la frontal (1-1 48'). El central argelino, sustituido entre pitos, tampoco fue capaz de sostener a Sobrino (1-2, 53') ni a Cristian Santos (1-3, 58') mientras el Betis se desangraba atrás.
Impotente, con poco más que la vergüenza torera de Dani Ceballos, el equipo verdiblanco agotó el partido rondando el área rival con poco peligro mientras un Villamarín cada minuto más vacío entonaba a trompicones el 'Víctor vete ya' más significativo de la campaña. Sobre todo, cuando Katai se marcó un jugadón maradoniano para poner el 1-4 final.