Venus Williams se clasifica a cuartos sin perder un set
Venus alcanzó los cuartos sin ceder un solo set, tras vencer a la alemana Mona Barthel, de la fase previa, y 181 del mundo, por 6-3 y 7-5.
Aunque el segundo set le costó casi una hora, la estadounidense Venus Williams alcanzó los cuartos de final del Abierto de Australia, sin ceder un solo set, tras vencer a la alemana Mona Barthel, de la fase previa, y 181 del mundo, por 6-3 y 7-5.
"Naci para jugar este deporte. Soy grande, alta y golpeo fuerte. Estaba destinada a ello", fueron las palabras de la mayor de las Williams tras colocarse por segunda vez en tres años en los cuartos de final de Melbourne, y la 37 en un Grand Slam, y dedicar al público después un estudiado giro de baile que ejecuta al saludar cuando obtiene la victoria.
Los movimientos de Venus pueden parecer lentos, pero su oficio es práctico y letal en la definición. Tiene en su raqueta esa habilidad especial para acabar el punto cuando lo necesita, y todavía, a pesar de sus 36 años, la capacidad de sufrir al más puro estilo de Rafael Nadal.
La ganadora de siete grandes había ganado antes a Barthel en los dos duelos precedentes, Luxemburgo en 2012 y Tokio al año siguiente, sin ceder un set contra la germana, que en Melbourne derrotó en la primera ronda a la puertorriqueña Monica Puig.
A estacazo limpio, Venus acabó con 31 golpes ganadores, y aunque perdió su servicio dos veces, rompió el de su rival en cuatro ocasiones. No se ha enfrentado todavía a una cabeza de serie, pero lo hará en cuartos, contra la rusa Anastasia Pavlyuchenkova, 24 favorita.
La jugadora de Samara completó el círculo en el Grand Slam, al alcanzar el último cuarto de final que le faltaba al derrotar a su compatriota Svetlana Zuznetsova, octava favorita, por 6-3 y 6-3 en 68 minutos.
Pavlyuchenkova había hecho antes cuartos en Roland Garros y Abierto de EE.UU. ambos en 2011, además de Wimbledon el año pasado. La rusa se tomó casi más tiempo en firmar, escribiendo con cuidado su largo nombre en la cámara, que en superar a la exnúmero uno del mundo.