James, experto en presión alta: Banfield, Mónaco y Real Madrid
No es la primera vez que el volante colombiano está bajo presión en su carrera. AS repasa cuatro momentos en los que tuvo todo en su contra y salió adelante gracias a su perseverancia y talento.
James Rodríguez comenzará el 2017 con sobrecarga en la espalda y miles de miradas sobre los hombros. Jorge Mendes confirmó su continuidad en el Madrid (al menos en el primer semestre del próximo año) y eso supone una dosis extra de presión.
La declaración del 18 de diciembre, luego de la final del Mundial de Clubes, en la que dejó abierta la puerta de salida puede hacerle más difícil su estadía en la Casa Blanca. El DT ya conoce su inconformidad por no jugar y el vestuario no recibió bien ese buzón de peticiones, quejas y reclamos justo después de haber ganado el último título del año.
La pregunta es: ¿Podrá James salir avante en el primer semestre de 2017 en un ambiente complicado y con tanta presión a su alrededor? Solo el tiempo responderá ese interrogante. Lo que sí está claro es que no es la primera que el colombiano enfrenta este tipo de situaciones adversas y las supera gracias a su talento y perseverancia. AS recopiló algunas de ellas:
1. SUS PRIMEROS MESES EN ARGENTINA
Luego de debutar en Colombia con Envigado, en enero de 2008 llegó a Argentina para vincularse a Banfield. La emoción de la primera aventura internacional contrastó con la dificultad de estar lejos de casa. "Fue un proceso difícil. Lloraba mucho, se la pasaba llamando por teléfono a Colombia, se quería volver. Le costó mucho la adaptación. No estaba a gusto. Además, en Colombia jugaba en la primera y acá en la reserva. Los ejercicios eran mucho más fuertes a los que estaba acostumbrado. Casi siempre era el primer cambio", comentó Silvio Sandri, el empresario argentino que lo llevó al exterior, en un informe que realizó La Nación de Argentina hace un par de años.
Finalmente James logró adaptarse y ese primer año le sirvió para crecer en todos los aspectos: en lo físico, en lo futbolístico y en lo personal. A principios de 2009 participó de la pretemporada con Banfield y en febrero debutó en Primera de la mano de Jorge Burruchaga. Cambió las lágrimas del sufrimiento por las sonrisas de la ilusión.
2. LOS CONFLICTOS CON FALCIONI
En marzo de 2009, cuando ganaba protagonismo en Banfield, Jorge Burruchaga se fue de la dirección técnica y la directiva contrató a Julio César Falcioni, un entrenador que le iba a exigir más desde lo físico y lo táctico. Y así fue: "Le vino bien la disciplina de Julio, porque era un volante al que le costaba bajar a recuperar y cuando le sumó sacrificio a su talento, hizo la diferencia. Seguía poniendo trompita de enojado y siempre le pedíamos un poco de paciencia", expresó en el mismo artículo de La Nación un dirigente del club.
Fue tan tensa la relación entre James y Falcioni al comienzo, que luego de un partido en las primeras fechas del Apertura 2009 el DT recriminó al mediocampista en el vestuario delante de sus compañeros y lo culpó de un gol en contra. "James, llorando, me dijo que se quería ir; no tenía ganas de practicar el lunes. Pero Falcioni le pidió disculpas, se había equivocado. James no se sentía cómodo en la posición de carrilero, pero respetaba a Julio, que le hizo aprender mucho", agregó Silvio Sindri.
Después de ese incidente la relación mejoró y James se convirtió en una de las figuras de aquel Banfield campeón. En el primer semestre de 2010 siguió brillando en el torneo local y la Copa Libertadores, y a mediados de año fue transferido al Porto.
3. LOS REGAÑOS DE CLAUDIO RANIERI
Luego de tres temporadas exitosas en Portugal, en el verano de 2013 James fue fichado por el Mónaco a cambio de 45 millones de euros. Los primeros dos meses fueron difíciles: titular solamente dos partidos y una difícil relación con el entrenador Claudio Ranieri, quien lo criticó severamente a principios de octubre en una rueda de prensa: "Es un gran jugador pero tiene un problema de mentalidad. Piensa como un atacante, pero también debe defender. Al ver que no juega, lo entenderá".
Y así fue: James entendió que debía evolucionar como futbolista y que el equipo necesitaba de su compromiso. Y el desquite llegó en el primer semestre de 2014, cuando jugó 23 partidos (22 como titular), marcó cinco goles, firmó 12 asistencias y fue importante en el subcampeonato de su equipo.
Llegó en un gran nivel al Mundial de Brasil, donde fue figura, goleador y llevó a Colombia al quinto puesto. Después fue contratado por el Real Madrid.
4. LOS PROBLEMAS CON RAFA BENÍTEZ
Después de una primera temporada con mucho brillo (17 goles y 13 asistencias) con Carlo Ancelotti, los problemas para James llegaron a mediados de 2015 cuando el Real Madrid contrató a Rafa Benítez.
Con el nuevo entrenador el colombiano perdió protagonismo y continuidad, tanto así que en el segundo semestre de 2015 solamente fue titular en siete partidos de Liga. Uno de los momentos de más tensión en la relación técnico-jugador se produjo a principios de noviembre luego de que James le hiciera un gol al Sevilla y Benítez declarara: “Ya habéis visto todos cómo está James: le falta mucho trabajo y tiempo para recuperar su nivel (James venía de recuperarse de una lesión que había sufrido con la Selección en septiembre)".
Esa declaración tocó a James, que llegaba con cierto grado de presión al partido contra Chile, por la tercera fecha de la Eliminatoria. Colombia, que no lo había tenido en los dos primeros partidos contra Perú y Uruguay, lo necesitaba más que nunca para conseguir un buen resultado en una plaza difícil y ante un rival directo.
El 12 de noviembre en Santiago el 10 marcó el gol del empate y jugó un buen partido. "Cuando no estoy acá, sufro mucho. Para que sigan hablando de que no estoy bien", declaró ante los medios en una declaración que generó polémica pues se trataba un mensaje directo para Benítez.