El trabajo de Zidane a su vuelta: James, Pepe, Isco...
No todo va a ser sonrisas y celebraciones: entre el triplete internacional y los récords, Zidane ha de atender desde este martes la delicada situación de los Pepe, James, Isco...
Este martes ha tocado vuelta al cole en el Real Madrid. Pese a lo productivo que ha resultado 2016 para los blancos, entre el triplete internacional y los récords se han colado situaciones peligrosas. Desde la tarde del martes en Valdebebas, donde fueron citados los jugadores tras las vacaciones navideñas, Zidane tendrá que afrontar cinco retos respecto a la gestión del potencial del que dispone.
Pepe, más fuera que dentro
Como ha venido informando puntualmente AS desde el inicio de la temporada, el futuro de Pepe está en el aire. El defensa se siente más que tentado, en palabras de su entorno, por una atractiva e irrenunciable oferta de China. En su tira y afloja con el Real Madrid, Zidane tiene una papeleta de cuidado: en una temporada de muchas rotaciones por lesiones en la defensa, aun habiendo jugado menos que los otros tres centrales, el internacional portugués aportó la solidez que hizo falta ante las ausencias, la tardía aparición de Ramos, la consolidación de Nacho y el asentamiento de un Varane algo despistado.
Zizou tendrá que torear un caso con un marcado cariz complicado: a Pepe, muy querido en el vestuario y en la grada, salvo giro repentino de la situación, le quedan seis meses de blanco, con la dificultad que entraña toda despedida de alguien tan importante durante tanto tiempo en el día a día. Sea como fuere, tras lo desvelado por este medio, Vallejo será un fijo en la plantilla de la 2017-2018, una noticia que podría incomodar a un Pepe que aún no ha terminado de irse.
James, más dentro que fuera... de momento
Que Mendes, en exclusiva en AS, anunciase la permanencia de James en el Madrid hasta (al menos) final de temporada calmará los rumores sobre pretendientes y ofertas al 10, pero no borrará de la retina madridista el discreto rendimiento del colombiano y su poco acierto en sus cada vez menos oportunidades. Con el agravante, además, de los órdagos de James ante los medios, una amenaza constante. Con todo ello también tendrá que lidiar su entrenador.
Isco, entre el paso al frente y la salida
De los importantes, Isco es, con Pepe, el único componente de la primera plantilla madridista cuyo contrato expira en próximas fechas (en concreto, el del andaluz acaba en 2018) sin que esté atada su permanencia. El jugador, que quiere más minutos, ya ha regateado al club en alguna ocasión. La mezcla de su exigencia de mayor protagonismo con las jugosas propuestas que siempre le rodean forman un cóctel que podría acabar resultándole indigesto a Zidane.
Benzema, Morata y la incógnita del 9
Como se encargó de avisar en verano con el mismo descaro con el que juega, Morata no ha vuelto al Madrid para ser figurante. Cinco meses después de que empezara el curso, el canterano ha pedido insistentemente con su fútbol la titularidad. La afición le apoya y los datos le respaldan: ha participado en un gol cada poco más de 71 minutos, mientras que Benzema lo ha hecho cada poco más de 101.
Zidane tiene ante sí un escenario incómodo. Benzema es una de sus debilidades y su calidad es incuestionable, pero le ha costado arrancar y ello le ha devuelto a la picota, lo que tampoco resulta especialmente novedoso. Del técnico depende seguir haciendo de un potencial problema una solución real, manteniendo un nivel alto en sus dos delanteros sin que ninguno de ellos sufra excesivos celos por los minutos que le quita el otro.
Pintus, contra el 'efecto 2015'
Menos galáctico, pero casi igual de importante que los anteriores, es el nombre de Antonio Pintus, el hombre del mazo que media entre Zidane y sus jugadores. Tras ocho días de descanso, con el riesgo que arrastra la inevitable exposición a las comilonas y los brindis, Pintus tendrá que poner la maquinaria a pleno rendimiento: recién entrado enero, el Sevilla pondrá en jaque las posibilidades de Copa.
El plan que ha trazado Pintus será elemental para evitar el 'efecto 2015', aquello que experimentó fatalmente el Madrid cuando inició el año en todo lo alto, tras haber ganado también Champions, Supercopa de Europa y Mundial de Clubes (además de la Copa) el anterior, y empezó a desarmarse progresivamente hasta un final de temporada en el que acabó diciendo irremediablemente adiós a todos los títulos.