La Superliga de China salta la banca del fútbol internacional
Su gasto en fichajes superará al de LaLiga, sólo detrás de la Premier. Lleva más de 400 millones y el mercado se cierra el 26 de febrero.
China ha puesto en marcha su proyecto para liderar el fútbol mundial y la obsesión se ha convertido en un asunto de estado. De momento ha hecho saltar la banca y lleva más de 400 millones gastados en fichajes (398 el curso anterior) para su nueva temporada, que comenzará en marzo y cuyo mercado de fichajes se cerrará el 26 de febrero.
Por marciano que parezca, superará los 492 millones que han invertido los clubes españoles para esta temporada y ya sólo les queda por encima la Premier League inglesa, que desembolsó algo más de 1.300 millones este verano en fichajes.
La amenaza china es una realidad y al fútbol europeo le han salido un rocoso competidor. El último golpe sobre la mesa lo ha dado el Shanghai SIPG comprando al brasileño Oscar al Chelsea por 70,5 millones de euros, pero su rival, el Shanghai Shenhua, ha contraatacado y le acaba de ofrecer a Tévez la cifra de 750.000 euros por semana (39 millones al año) libres de impuestos, lo que le convertiría en el futbolista mejor pagado del mundo. Son los últimos de una lista de futbolistas que allí se fueron atraídos por el oro y que ya estaba compuesta por Jackson Martínez, Lavezzi, Pellè, Hulk… a la que se ha resistido Rooney (le ofrecían lo que a Tévez) y a la que están pensando sumarse nombres de jugadores ilustres como Di María, Pepe o Arda Turan.
No es la primera vez que el fútbol se ve convulsionado por proyectos faraónicos, pasó recientemente con el dinero ruso de los oligarcas del gas (Abramovich) o los petrodólares de los jeques de oriente medio (Qatar, Dubai…), pero nunca bajo el manto de una idea imperial creada a propósito por un gobierno, como es el caso de China, con sus 1.373 millones de habitantes.
El gobierno de Pekín, encabezado por el presidente Xi Jinping, gran aficionado al fútbol, presentó el pasado abril un plan con el objetivo de “ser una superpotencia mundial de fútbol en el año 2050”, y para ello quiere que 50 millones de niños y adultos estén practicando el deporte en 2020. Para lograrlo, China va a invertir en infraestructuras para tener ese año al menos 20.000 centros de entrenamiento y 70.000 campos de fútbol. Para 2030 quiere que haya un campo por cada 10.000 habitantes.
China, que ya es una potencia olímpica y paralímpica, sólo se clasificó una vez para el Mundial de fútbol, en 2002, y se les ha metido entre ceja y ceja tener también un papel protagonista en el deporte más popular del planeta: el fútbol. Xui Jinping quiere que China participe en otra Copa del Mundo, que organice un Mundial y que lo gane en 2030.
Según el plan, para el año 2020 el equipo masculino debería convertirse en el mejor de Asia. Más a largo plazo, para 2050, China tiene que ser una superpotencia futbolística de primera clase. Hoy, la selección de China ocupa el puesto 82 en el ránking de la FIFA, justo detrás de San Cristóbal y Nieves y superado por Trinidad y Tobago, Curazao, Uganda o Benín.
Mientras aceleran en su carrera, China ya es el principal socio estratégico de la FIFA y está presente en las principales ligas del mundo, ya sea como dueño o patrocinador.