Remontada mágica de los Cubs en la novena elimina a Giants

El equipo acostumbrado a las grandes tragedias fue el protagonista de una más. Una a su favor, para variar.

A tres outs de verse obligados a un quinto juego en una impredecible Serie Divisional, los Cubs de Chicago montaron una frenética remontada de cuatro carreras en el noveno inning para derrotar 6-5 a los Giants de San Francisco.

Los Cubs avanzaron a su segunda Serie de Campeonato de la Liga Nacional consecutiva de una manera muy familiar para la franquicia, con drama y tragedia. Solo que esta vez, la fortuna y el bullpen de los Giants estuvieron de su lado.

Maniatados en dos imparables durante ocho entradas por Matt Moore, los relevistas de San Francisco tenían una simple tarea. Consumar tres outs y proteger una ventaja de 5-2. Tal parece que se les pidió que dividieran el átomo.

Ben Zobrist pegó doblete dos carreras, el venezolano Willson Contreras dio imparable para empatar el encuentro y el boricua Javier Báez, héroe del primer juego de la serie, le dio la ventaja a los Cubs en un noveno inning en el que desfilaron cinco lanzadores de los Giants, que evidentemente fueron la decepción de la bahía.

Por Chicago, el cubano Aroldis Chapman mató de tajo cualquier posibilidad de drama al sacar tres anticlimáticos outs para finiquitar a los Giants y ponerle fin a una tendencia de cetros en años pares que comenzó en 2010.

Y pensar que Moore lo había hecho ver tan fácil durante ocho innings. El zurdo admitió dos imparables, incluyendo un jonrón del veterano David Ross en el tercer inning, y dos carreras _ una sucia_ en ocho innings de labor, disfrazándose de Madison Bumgarner para poner a los Giants al borde del milagro.

Pero no sucedió. De nada importaron los tres hits de Conor Gillaspie o el panorámico tablazo de Brandon Crawford que se quedó, literalmente, a dos centímetros de un cuadrangular. Los Giants cayeron víctimas de sus propios errores, dos de Crawford que dieron pie a dos carreras que resultaron ser decisivas.

Los Giants murieron a causa de su bullpen que fue su verdugo durante la segunda mitad de temporada, que fue el motivo principal por el que llegaron arrastrándose a un puesto de comodín y no de manera cómoda como suponía la calidad de su plantel.

En contraparte, los Cubs tendrán la oportunidad de ver nuevamente a la maldición a la cara. Solo que ahora cuentan entre su arsenal con un arma que no habían tenido en los 107 años previos: Una confianza inquebrantable.

Chicago no espera tanto al ganador de la serie entre Dodgers y Nationals, espera otra oportunidad contra su historia, sus fantasmas y una dichosa cabra.