Líderes del pitcheo de 2016 en la gran carpa
Madison Bumgarner carta crédito de los San Francisco Giants, quienes visitan a los New York Mets y Noah Syndergaard, quien tiene preparado su martillo de Thor.
Dicen los entendidos del Baseball, que el picheo es el 80% del juego, que el deporte de las pelotas y las bases depende en grado superlativo, del jugador colocado encima del morrito y su capacidad de poner out a los bateadores mediante mortíferos envíos de fuerza o colocación que constituyen uno de los elementos más atractivos de este deporte.
La temporada 2016 del béisbol nos presentó numerosos ejemplos de grandes serpentineros que hicieron las delicias de los fanáticos de su club favorecido por la victoria.
Dos de los excelsos representantes del pitcheo en la temporada que recién termina lo constituyen los lanzadores designados para abrir el juego de comodín de la Liga Nacional el miércoles 5 de octubre, cuando se lleve a cabo el enfrentamiento entre el zurdo Madison Bumgarner carta crédito de los San Francisco Giants, quienes visitan a los New York Mets y Noah Syndergaard, quien tiene preparado su martillo de Thor, para lograr que los metropolitanos puedan tener el privilegio de disputar la serie divisional ante los poderosos Cachorros de Chicago.
Bumgarrner y Syndergaard, forman parte de lo más granado de los lanzadores en la actualidad, ostentando números muy llamativos. El as del equipo de la bahía exhibe una foja de 15-9 2,74 EFE, con 251 abanicados y un WHIP de 1,02, mientras que las estadísticas del nórdico representante de las huestes del equipo de la Gran Manzana son similares al fijar un récord 14-9 EFE 2,60, recetando 218 ponches y 1,15 de WHIP.
A pesar de estos extraordinarios números, ninguno de estos lanzadores se quedó con los lideratos más importante entre los serpentineros del viejo circuito, de seguidas haremos un repaso sobre aquellos jugadores que desde el morrito alcanzaron las mejores estadísticas en los departamentos del pitcheo mas reconocidos tanto para los expertos tradicionales como pasa los sabermétricos.
Ganar es el objetivo del juego, por lo que siempre es motivo de reconocimiento el lanzador que se acredita el triunfo, a pesar que estadísticas contemporáneas han demostrado que cargar con la victoria no siempre se traduce en una buena labor de un pitcher y que por la limitación de lanzamientos e innings, así como rotaciones de 5 lanzadores para preservar la salud de los costosos brazos de los escopeteros, paulatinamente han deducido sus posibilidades de alcanzar un número significativo de triunfos, la estadística de más juegos ganados es una de las clásicas mediciones de un lanzador que resalta de la mayoría.
En la presente temporada, Rick Porcello en la Liga Americana y Max Scherzer en la Liga Nacional,fueron los monticulistas con mayor número de lauros, coleccionando 22 y 20 triunfos respectivamente para Medias Rojas de Boston y Nacionales de Washington. Fue la primera ocasión que el líder emergente de los patirrojos candidato al regreso del año, captura el liderato individual de victorias, mientras el diestro del equipo de la capital norteamericana identificado por su heterocromía, en un trio de temporadas se ha llevado tal distinción, consiguiendo las 2 previas veces vistiendo la franela de los Detroit Tigers
En el renglón de abanicados, estadística que, a diferencia de los triunfos, depende fundamentalmente del talento de los lanzadores para pasar con una recta a sus contrarios o engañarlos con un lanzamiento quebrado alejado de la goma, que consiga el out ideal sobre todo cuando hay corredores en base.
En este renglón, nuevamente la carta crédito de los Nationals Max Scherzer, firme candidato a ganar el Cy Young, guillotinó a 284 contrarios para capturar el liderato siendo su primer título en el departamento a pesar que lleva 5 temporadas consecutivas con al menos 231 strikeouts. En la Liga Americana el mayor ponchador fue el derecho de los Detroit Tigers Justin Verlander, con 254 recetados por la vía rápida, siendo la cuarta corona en su carrera de 12 campeonatos todos con los bengalíes, en los cuales ha coleccionado los galardones de novato del año en la temporada de 2006 y el Cy Young y MVP en la zafra de 2011.
Ahora bien, en relación a la cantidad de ponches por cada 9 entradas que denota la frecuencia con que un lanzador consigue eliminar a su contrario mediante strikeouts, nos encontramos que Michael Pineda el derecho dominicano de los Yankees de Nueva York con una media de 10,61 ponches por cada 9 innings y el lanzador trágicamente fallecido en las postrimería de la temporada, el cubano José Fernández de los Miami Marlins con un asombroso ratio de 12,49 strikeout por 9 entradas, ocupan los lideratos de este departamento en sus respectivos circuitos, hazaña lograda por vez primera por ambos lanzadores en sus incipientes carreras de 4 torneos.
En cuanto al departamento de efectividad (ERA), que calcula la cantidad de carreras limpias permitidas por un lanzador en 9 episodios, donde un número inferior a 3,00 implica una buena labor monticular que otorga altas posibilidades de triunfo a la divisa del lanzador, siendo una estadística más justa que el número de victorias para medir el desempeño del pitcher con variables que están más bajo su control. El lanzador tiene como misión primordial evitar que el equipo contrario anote carreras, por lo que en la medida que su efectividad sea menor, estará cumpliendo su mejor su misión, ahora bien si su equipo en paralelo no anota más carreras que su adversario, difícilmente se podrá acreditar un triunfo por lo que se afirma que la efectividad es unas mejor medición del desempeño en el morrito.
Los líderes al final de la temporada en efectividad fueron el californiano Aaron Sánchez lanzador de 23 años en su tercera campaña con una ERA de 3,00 en la Liga Americana y en el viejo circuito se tituló Kyle Hendricks, lanzador de los Chicago Cubs quien en su tercer campeonato siempre con el equipo del norte de Chicago, fijó su ERA en 2,13. Ambos lanzadores se titularon por primera vez en esta categoría.
Los expertos sabermétricos, en un interés de complementar la categoría de ERA para medir el desempeño del lanzador desde otro punto de vista, incorporaron el WHIP, que es la estadística que mide el número de jugadores que se embasan que el pitcher concede en cada entrada, la modalidad de embasarse contabilizada en el WHIP, son los boletos e hits admitidos por el lanzador, el criterio de esta herramienta es contundente: a menor cantidad de corredores en base, hay menor probabilidad de generase anotaciones y además implica realizar los outs de manera mas rápida lo que alargaría la actuación del monticulista en el juego al enviar menos lanzamientos al plato, es por ello que un buen desempeño en esta medición, es visto con agrado por managers y gerentes generales.
Se considera como un extraordinario WHIP el cercano a 1,00; es decir que el lanzador permite un corredor por cada inning lanzado, un WHIP alrededor de 1,25 es aceptable en la medida que el número aumenta peor será considerado el desempeño del lanzador.
En la Liga Americana con 1,00 de WHIP, se tituló Justin Verlander, logro que obtiene por segunda ocasión en su trayectoria en la gran carpa y Max Scherzer hizo lo propio en el circuito senior al fijar 0,98 de WHIP, así como su antiguo compañero de club en Detroit, Scherzer lidera este atractivo departamento por segunda vez.
Pasando a una estadística propia de los relevistas la cantidad de juegos salvados es uno de los guarismos más populares, entendemos que la mayor cantidad de juegos salvados es el sello de un buen relevista, pero si el mismo viene acompañado de buenos números en ERA, WHIP y un reducido número de oportunidades de salvamentos desperdiciadas (Blown Saves), entonces estamos hablando de un gran cerrador que le otorga la confianza requerida por el manager para entregarle la bola para concluir los partidos.
El mayor número de juego salvados conseguido por un relevista en la Liga Americana fue el cerrador de los Baltimore Orioles Zach Britton, que coleccionó 47 salvados, la labor del apagafuegos en el club oropéndola fue extraordinaria al considerar que no tuvo Blow Saves, por lo que los 47 rescates fueron de forma consecutiva, adornados con 0,54 de ERA y 0,84 de WHIP, lo que lo convierten en un sólido candidato a ser el primer relevista en obtener el Cy Young desde que Eric Gagne lo obtuviera en 2003 lanzando para Los Angeles Dodgers, siendo Dennis Eckersley con los Oakland Athletics en 1992, el último en ser galardonado en la Liga Americana.
Britton lleva 49 oportunidades de salvamento seguidas desde 2015, lo que lo ubica a 6 salvados del récord de 55 rescates consecutivos conseguidos por Eric Gange en 2003.
Jeurys Familia, por su parte fue el taponero que obtuvo la mayor cantidad de rescates en la Liga Nacional, el quisqueyano cerrador de los Mets de New York concretó 51 rescates en 56 oportunidades logrando una efectividad del 91%.
Hemos dejado para el final el WAR, estadísticas que hemos comentado, pretende medir las victorias sobre su reemplazo generadas/salvadas por el jugador, este es un departamento muy apreciado por los estadísticos de nuevo cuño. En relación con los lanzadores elegibles del viejo circuito Baseball Reference le otorga a Max Scherzer un WAR de 6,2 como el mejor de la liga mientras que Fangraphs considera a Noah Syndergaard con un WAR de 6,5 el mejor escopetero del viejo circuito.
Insistimos en aclarar que la estadística no es absoluta y hay diversos aspectos de medición que traen como consecuencia pequeñas variaciones según la fuente que se cite tales como Baseball Reference o Fangraphs.
En la Liga Americana, si hay coincidencia en los resultados que dan aJustin Verlander como el lanzador con mejor WAR con 6,6 o 5,2 según se tome la estadística de Baseball Reference o Fangraphs. (es pertinente acotar que según esta última, Rick Porcello iguala a Verlander en WAR).
Sea cual fuere la estadística que se tome los lanzadores citados en el presente artículo representan los mejores exponentes en el diamante en la campaña de 2016.