GRUPO B | DINAMO KIEV 1 - NÁPOLES 2
Milik, con doblete, hace olvidar a Higuaín; triunfo del Nápoles
El delantero polaco, fichado como sustituto de Higuaín, se coronó en Kiev con dos tantos. Los locales jugaron con diez desde el minuto 67.
Si quieres que tus hinchas se olviden rápido de Gonzalo Higuaín, marcar dos goles con la cabeza en el primer partido de Champions del año es un plan genial, y a Arkadiusz Milik no podía salirle mejor. El Nápoles empezó con una fundamental victoria a domicilio ante la Dinamo de Kiev (1-2) su tercera participación a una fase de grupos de la máxima competición continental, firmada por un doblete del polaco procedente del Ajax, autor ya de cuatro tantos en este curso. Más de treinta millones bien invertidos para sustituir al 'traditore' Pipita, cuyo recuerdo esta noche se alejará un poquito más del Vesuvio.
Los de Sarri sufrieron algo de miedo escénico en la primera parte del choque, cuando fallaron varios pases bastante sencillos dejando demasiado espacio a la iniciativa local. Y en el 26', de hecho, la Dinamo rompió el partido: tras un centro del imparable Yarmolenko, Garmash recibió un inteligente cabezazo de Tsygankov y con una volea batió a Pepe Reina.
El susto duró apenas 10 minutos, los que tardó en despertarse Arekadiusz Milik: el polaco, en el 36', aprovechó un perfecto centro de Ghoulam y con un imperioso testarazo superó a Vida poniendo las tablas. Los de Sarri, a partir de entonces, se hicieron con el control de la pelota, con el objetivo de completar la remontada. Y segundos antes del descanso dieron la vuelta a la tortilla: gran centro de Callejón, cabezazo de Mertens que Khacheridi rechazó en la línea de gol, y Milik, siempre con la cabeza, empujó el esférico en la red superando a todos con su elevación. Fue el primer doblete de un jugador del Nápoles no sudamericano en la Champions, después de los de Maradona, Cavani, Lavezzi, Federico Fernández e Higuaín. Buena señal para el jóven punta.
En la reanudación el ritmo de juego bajó y Dries Mertens, en el 63', estuvo a pocos centimetros de la sentencia con un derechazo que se estampó en el palo. Cinco minutos después, sin embargo, Sydorchuk simuló en plena área, vio su segunda amarilla y dejó a los ucranianos con uno menos. No era una sentencia, pero el enfrentamiento se puso cuesta abajo para un Nápoles que, en el tramo final, se conformó con gestionar el marcador. Los tres puntos llegaron sin sustos y la primera noche de Maurizio Sarri en la Champions ("cierro un círculo que se abrió hace 25 años", dijo ayer) se acabó con un triunfo que, ahora sí, le asigna a los sureños el papel de favoritos del grupo. Por mucho que no le guste a su entrenador.