1x1: a Silva le sobró la magia, a Diego Costa le faltó el gol
Si la afición quería motivos para volver a creer, la nueva Selección, la de Lopetegui, se los dio: mimo de balón, posesiones más dinámicas y verticales...
A los principios se les pide ilusión, que una chispa lo prenda de todo. De ello se encargaron los jugadores de Lopetegui en su presentación en sociedad como técnico de la selección.
DE GEA: Algo nervioso en sus dos primeras intervenciones, un resbalón de la pelota entre las manos en un centro lateral y un mal envío a la banda en la salida de balón, demostró por qué es quien ha destronado a Casillas cuando de verdad se le requirió: con una mano de póster, salvó el gol de De Bruyne en los instantes finales.
CARVAJAL: Irreprochable en defensa, tardó en entrar en combustión en ataque. Cuando lo hizo, como suele, hubo resultados. Metió un gran pase al espacio a Vitolo en la jugada del 0-1 y desde entonces no paró de desgastar el césped del costado con tanta subida y bajada.
PIQUÉ: Bien compenetrado con Ramos, solventó cualquier amago de incendio con su habitual elegancia. Rondó el gol con un cabezazo que le sacó Courtois en el 49'.
SERGIO RAMOS: Mostró superioridad las pocas veces que se el partido se lo exigió.
JORDI ALBA: Sin tajo en defensa, supo estar colocado y acertó al elegir cada incorporación, haciéndole a Silva y a Koke de escudero de nivel.
THIAGO: Alcántara es de los que prefieren pedir perdón a pedir permiso. Y para eso hace falta tanto descaro como personalidad. Y lo cierto es que le sobra de ambas cosas. Por eso no dudó en su discreto inicio y por eso acabó avisando de lo que es capaz: control, toque, profundidad...
KOKE: Como a Thiago, le costó entonarse, pero acabó haciéndolo y dando esperanzas: con trabajo y paciencia, España puede recuperar las señas de un medio campo de maneras muy similares al que señaló el camino de la gloria hace no tantos años.
VITOLO: Da gusto mirar a la televisión y encontrarse con un extremo que tiene lo que hay que tener: velocidad, juego de pies y, sobre todo, el buen vicio de encarar. El sevillista lo intentó desde el principio y acabó contribuyendo en el primero y forzando el penalti del segundo. Lopetegui le cambió en el 75', exhausto después de haber demostrado al nuevo seleccionador que no se ha equivocado al recuperarle para la causa: de ver la Eurocopa desde casa, a ser titular y con méritos para la continuidad. Si no, pregunten a Jordan Lukaku, que esta noche tendrá pesadillas con él.
MORATA: Seguro que no recordará con tanto cariño y felicidad como Lopetegui el estreno del exportero en el banquillo nacional. Una contusión en el muslo derecho le hizo pedir el cambio a los 23 minutos. Hasta entonces, como siempre, anduvo bregando hasta donde hiciera falta por ganarse las habichuelas.
SILVA: Sacó la varita y amenazó con su magia desde el principio. Jugó en la izquierda, pero también en la mediapunta e incluso en la derecha. Y encima, como en el fútbol lo más vistoso (y lo que más se paga) es el gol, adornó su partidazo con dos goles.
Sustituciones
DIEGO COSTA: Quiso ponerle picante a cada jugada desde que salió. Y lo consiguió. Cuando no lideraba la presión, demostraba garra; y cuando no, rozaba el gol. En el minuto 58' se resumió su partido: una carrera a la espalda de la defensa, potente y eficaz, acabó en Courtois. En una tarde cualquiera con el Chelsea, la habría metido. Lopetegui sólo tiene que seguir buscando la tecla que le lleve a fabricarle ese escenario.
BARTRA: Sin mucho de qué preocuparse, asumió responsabilidades en la salida de balón cuando pudo.
AZPILICUETA: Correcto en las contadas ocasiones en las que Bélgica hizo por asomarse a De Gea.
SAÚL: Con 15 minutos, Lopetegui le dio el premio del debut, pero su partido no era este, sino el de la Sub-21, a la que se unirá en las próximas horas, contra Suecia. Ya tendrá tiempo de enseñar que el futuro de la Absoluta también pasa por él.
En Twitter: @MarioCortegana