Los Buccaneers definen el panorama de la NFC al vencer a los Eagles
Philadelphia inició la temporada como uno de los favoritos para jugar el Super Bowl LVIII, pero perdió seis de los últimos siete partidos.
Los Tampa Bay Buccaneers pusieron el último clavo en el ataúd de los Philadelphia Eagles al vencerlos 32-9 en la Super Wild Card Round. Con este resultado, los Bucs viajarán a Detroit para enfrentar a los Lions en la Ronda Divisional.
Philadelphia inició la temporada como uno de los favoritos para jugar el Super Bowl LVIII, pero perdió seis de los últimos siete partidos. Tampa Bay es la antítesis del equipo de la NFC Este puesto que los campeones de la NFC Sur ganaron seis de los últimos siete compromisos.
Tampa Bay consiguió puntos en sus primeras cuatro ofensivas mediante tres field goals y un pase de anotación de Baker Mayfield (22/36, 337 yardas, 3 TD). El segundo parcial acabó 16-9 a favor de los Bucs luego de que los Eagles intentaron su icónica ‘tush push’ para la conversión de dos puntos, tras un TD entre Jalen Hurts (25/35, 250 yardas TD) y Dallas Goedert.
Con poco más de dos minutos por jugar en el tercer cuarto, la defensa de los Buccaneers abrumó a Hurts y provocó un safety porque el quarterback aventó el balón desesperadamente para evitar los dos puntos en contra. Dos jugadas después, Mayfield consiguió su segundo pase de anotación en una conexión de 59 yardas con Trey Palmer.
La tercera anotación del quarterback de Tampa Bay llegó en el último cuarto mediante una espiral que viajó 23 yardas hasta las manos de Chris Godwin, quien ya estaba en la zona de anotación ante la marcación displicente de Avonte Maddox.
Mayfield repartió el balón a placer entre sus receptores al completar por lo menos un pase con nueve jugadores distintos. Sin embargo, su objetivo favorito fue el tight end Cade Otton (8 rec, 89 yardas).
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Los Eagles sufrieron al ataque
La ausencia de A.J. Brown pesó en el plan de juego de los Eagles y Hurts buscó constantemente a DeVonta Smith. El wide receiver atrapó ocho de los 12 pases que el quarterback lanzó en su dirección para 148 yardas; salvo él, ningún otro receptor de Philadelphia superó las 40 yardas o tuvo más de cuatro recepciones. El ataque terrestre de Philadelphia fue de temer durante la temporada regular, pero hoy solo generaron 42 yardas para un promedio de 2.8 por acarreo.
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