Dos errores de novato derrumban el gran partido de Zay Flowers
El novato de Baltimore Ravens fue el más activo de los receptores en las finales de conferencia. Su juventud y falta de experiencia le acabaron pasando factura.
Zay Flowes encarnó este domingo la perfecta personificación del término ‘agridulce’. En la noche que el novato nacido en Florida certificó su candidatura a ser una de las estrellas de la liga en un futuro inmediato, su equipo se vio muy penalizado por dos errores de peso que acabaron con las posibilidades de alcanzar el Super Bowl tan ansiado para la franquicia de Maryland.
El novato de 23 años, que ha ido creciendo de forma exponencial durante toda la temporada, se convirtió en el mejor socio de un Lamar Jackson al que le estaba costando generar opciones de pase desde el pocket. Flowers, en un estado físico y de confianza excepcionales, fue la gran vía de escape para el quarterback en los momentos de mayor presión para unos Ravens que pese a ir siempre por debajo, se mostraban capaces de dar la vuelta al encuentro.
El receptor formado en Boston College cosechó un total de 5 recepciones que le sirvieron para sumar un total de 115 yardas y un Touchdown, unos datos que perfectamente le hubieran servido para ser candidato al MVP de no ser por los dos errores flagrantes cometidos y la posterior derrota que dictaba el final de la temporada para Baltimore Ravens.
La juventud es una losa que le pesó a Flowers
Este tipo de partidos generan en los jugadores una sobre-excitación difícil de gestionar. Los golpes, las carreras, el ruido y sobre todo el gran premio que hay en juego, son factores que fácilmente anulan el pensamiento racional de las personas, más si nunca se han visto en una posición similar, tal y como le ocurrió a Zay Flowers en la segunda mitad de la final de conferencia.
El de Florida cometió dos fallos de peso que de seguro serán un aprendizaje para el resto de su carrera: en primer lugar, Flowers fue sancionado por colocarse mirando desde arriba a L’Jarius Sneed tras una recepción, en la que el defensor cayó al suelo, a la vez que lanzaba el balón a su lado, lo que es considerado en el juego como un acto de burla, que finalmente fue castigado con 15 yardas de retroceso para Ravens, tras avanzar 54 con su captura. Esta decisión atrasó tanto la posición del ataque, que se pasó de una oportunidad de Touchdown, o en su defecto, una posición de pateo muy segura, en una jugada que finalmente no generó puntos para los locales.
Si bien ese podría parecer un error de bulto, quizás no tuvo ni la mitad de repercusión en el resultado que el error cometido en el arranque del último cuarto. Con 10 puntos de desventaja y una buena posición de Touchdown, Lamar Jackson habilitó la carrera horizontal de Flowers con un pase corto. Con mucho espacio y el primer down conseguido, el novato no fue capaz de proteger el balón y Sneed se tomó su revancha particular generando un fumble que derivó en touchback, y por lo tanto, en un cambio de posición que realmente pudo valer un Super Bowl.
Según reportan medios locales, tras la penalización por burlarse de Sneed, Flowers golpeó con fuerza el banco de suplentes, provocándose una brecha en la mano que pudo afectar a la hora de agarrar con fuerza el balón en el posterior fumble. De esta manera, dos acciones de jugador aún poco experimentado, truncaron sus posibilidades de haber dejado un partido para la historia.