¿Por qué los Athletics están rompiendo su tradición de austeridad en 2025?

Durante décadas, los Athletics, ahora en transición hacia Las Vegas, han sido sinónimo de eficiencia financiera en el beisbol. Este equipo, inmortalizado en Moneyball, ha destacado por hacer más con menos. Sin embargo, la temporada baja de 2025 ha sorprendido a todos: los A’s están gastando dinero como nunca antes. Desde la reciente extensión multimillonaria de Brent Rooker (60 mdd por cinco campañas) hasta la firma récord del lanzador Luis Severino, la organización parece haber adoptado un nuevo enfoque.

Pero, ¿qué ha cambiado? Esta transformación no sólo es un cambio de mentalidad, sino el resultado de una combinación de factores económicos, políticos y deportivos.

Tras despedirse de Oakland en 2024, los Athletics se encuentran en una etapa de transición. Durante los próximos tres años, jugarán en el Sutter Health Park de Sacramento, un estadio de ligas menores con capacidad para 14,000 aficionados. Este movimiento intermedio es solo el preludio de su esperada mudanza a Las Vegas, donde construirán un estadio de última generación.

Sin embargo, esta transición viene acompañada de un aumento significativo en sus ingresos. Por primera vez en años, los Athletics recibirán su asignación completa de ingresos compartidos, una cifra que ronda los 70 millones de dólares. Esto es resultado de su compromiso con un nuevo estadio en Las Vegas, que les permite cumplir con los requisitos del Acuerdo Laboral de la MLB.

Las obligaciones económicas del Acuerdo Laboral

El Acuerdo Laboral de la MLB establece que los equipos que reciben ingresos compartidos deben invertir al menos el 150% de esa cantidad en la mejora del rendimiento en el campo. Para los Athletics, esto significa alcanzar una nómina de aproximadamente 105 millones de dólares en 2025, lo que superaría su récord anterior de casi 99 millones en 2019.

Actualmente, los A’s ya tienen comprometidos casi 80 millones de dólares en salarios y beneficios para la próxima temporada, casi igualando su gasto total de 2024. Pero para cumplir con las reglas de la MLB y evitar posibles sanciones del sindicato de jugadores, deberán seguir invirtiendo en talento.

Los Athletics comenzaron la temporada baja con un golpe sobre la mesa al firmar a Luis Severino por tres años y 67 millones de dólares, rompiendo un récord de 21 años para el contrato más grande en la historia del equipo. Severino, quien busca un renacimiento después de altibajos recientes en su carrera, aportará experiencia y liderazgo a una rotación joven.

A este movimiento se suma la extensión de contrato de Brent Rooker, un bateador designado que acordó por cinco años y 60 millones de dólares, con una opción que podría elevar el valor total a 90 millones . Rooker es visto como una pieza clave para el futuro del equipo, y su retención es una señal de que los A’s están apostando por la estabilidad.

El contexto del mercado

La temporada baja de la MLB ha sido particularmente activa, con acuerdos récord como el contrato de 765 millones de dólares entre los Mets y Juan Soto. En este contexto, los Athletics buscan no quedarse atrás, especialmente considerando las dificultades de atraer talento a Sacramento, donde las condiciones climáticas y de juego pueden ser desafiantes.

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El gerente general de los A’s, David Forst, reconoció esta situación tras la firma de Severino: “Queríamos hacer una declaración al llegar a una nueva ciudad y a un nuevo estadio. Esto es solo el comienzo”.

Históricamente, los Athletics han priorizado el desarrollo de prospectos y los movimientos de bajo costo. Pero la mudanza a Las Vegas representa una oportunidad única para reinventarse. Con un nuevo estadio en camino, los A’s necesitan construir una base de aficionados sólida y demostrar que pueden competir al más alto nivel.

Además, el aumento de la nómina no solo cumple con las obligaciones de la MLB, sino que también envía un mensaje a la liga y a sus seguidores: los Athletics están comprometidos con el éxito a largo plazo.

A pesar de estos movimientos ambiciosos, los Athletics enfrentan retos significativos. El Sutter Health Park, aunque funcional, no es ideal para una franquicia de la MLB. Además, deberán competir en una División Oeste que incluye a potencias como los Astros de Houston y los Rangers de Texas.

El gasto histórico de los Athletics en 2025 no es casualidad. Es el resultado de un conjunto de factores que van desde obligaciones económicas hasta estrategias de marketing y desarrollo. Aunque están rompiendo con su tradición de austeridad, este cambio podría ser lo que finalmente les permita consolidarse como una franquicia competitiva y sostenible en Las Vegas.

Los próximos años serán críticos para los Athletics, no solo por lo que logren en el campo, sino también por cómo se posicionen en su nuevo hogar. Una cosa es segura: los tiempos de Moneyball han quedado atrás, y los A’s están listos para escribir un nuevo capítulo en su historia.

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