La batalla entre Yankees y Orioles se intensifica por el golpe a Aaron Judge

La noche del martes descendió sobre el Yankee Stadium con un aire de incertidumbre, como si el destino mismo estuviera expectante. Los aficionados de los Yankees, la organización y el propio Aaron Judge pudieron finalmente soltar el aliento contenido. Las sombras de las radiografías revelaron un alivio: el capitán de los Bronx Bombers no sufrió fractura en la muñeca izquierda tras el pelotazo que recibió en el tercer inning. En ese momento, parecía que el tiempo se había detenido, las respiraciones en el estadio se sincronizaban con un rezo silencioso por Judge.

Con 26 cuadrangulares, Aaron Judge, capitán de los Yankees, encabeza este departamento en Grandes Ligas. Perderlo por un tiempo prolongado, podrían a los del Bronx en una situación extrema.

Aún se desconoce si Judge participará en el segundo encuentro de la serie contra los Orioles que está programado para la tarde de este miércoles, pero hay una certeza palpable: el ánimo entre los jugadores de ambos equipos estará en ebullición. La rivalidad entre los Orioles y los Yankees es una lucha constante por el dominio del Este de la Liga Americana, una danza feroz que se intensifica con cada juego.

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El martes por la noche, el Yankee Stadium se convirtió en el escenario de varios incidentes que encendieron aún más la rivalidad. La víspera de la presentación de Gerrit Cole en la temporada 2024 añadió una capa de anticipación y esperanza. El Cy Young reinante, que había estado ausente debido a una lesión en el codo de lanzar desde el Spring Training, finalmente estaba a un día de subir al montículo. Su retorno, un símbolo de esperanza, se vio oscurecido por el golpe a Judge, avivando la sed de venganza.

El Juez mismo expresó su enojo por el lanzamiento del abridor de los Orioles, Albert Suárez. “Definitivamente enojado”, dijo Judge, recordando los pitcheos altos y adentro. A pesar del dolor, Judge se mantuvo en el jardín central hasta la cuarta entrada, cuando finalmente cedió su lugar a Trent Grisham.

Otros jugadores de los Yankees compartieron la indignación de su capitán. “Nuestro capitán fue alcanzado. No tomamos a la ligera lo que pasó”, comentó Alex Verdugo, cuyo enojo fue capturado por las cámaras de televisión mientras amenazaba a los jugadores de los Orioles.

El inicio del fuego

Pero los reclamos no fueron exclusivos de los Yankees. Los Orioles también alzaron la voz por una jugada que involucró a Juan Soto. Dos entradas antes del incidente con Judge, los Orioles se sintieron agraviados por una “jugada extraña” que dejó a su tercera base lesionado.

Soto, en su rol de corredor líder en segunda, corrió hacia tercera cuando Giancarlo Stanton conectó un lento rodado hacia Jordan Westburg de Baltimore. Al acercarse la pelota y Westburg, Soto redujo la velocidad, haciendo contacto con Westburg y provocando una llamada de interferencia que puso fin a la entrada.

En medio de estos ecos y sombras, el campo de béisbol se convierte en un teatro donde la pasión y la rivalidad tejen una narrativa intensa y emocionante. Los próximos días revelarán si estas brasas encendidas en el diamante se transformarán en un incendio incontrolable, una metáfora ardiente de la lucha y el espíritu humano en el deporte.

Standing del Este de la Liga Americana

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