Cuidados para LeBron James en Los Ángeles
La estrella del equipo angelino es el segundo jugador más mayor de toda la liga. Por esto, su equipo ha optado por controlar su minutaje, algo que les ha podido costar caro.
Este martes, LeBron James (38 años y 2,06 metros) ha iniciado su temporada 21 como jugador de la NBA. El jugador nacido nacido en Akron (Ohio) fue el más destacado de los Lakers en la derrota por 119-107 ante los vigentes campeones, Denver Nuggets, en el partido inaugural de la temporada regular.
LeBron James inició el partido junto a D’Angelo Russell, Austin Reaves, Taurean Prince y Anthony Davis, un quinteto capacitado para alcanzar los playoffs pero que sin duda necesita de la brillantez del ‘Rey’ para mantener su competitividad en la mejor liga del mundo durante los 81 partidos que les quedan por delante en este curso.
Lebron sumó 21 puntos, 8 rebotes y 5 asistencias, lo que le convierte en el máximo anotador, máximo reboteador y segundo máximo asistente de los suyos en el encuentro ante la franquicia de Colorado. James consiguió estos números jugando un total de 29:01 minutos, menos que los otros 4 integrantes del quinteto inicial de Lakers y los cinco titulares de Denver (Murray, Gordon, Porter Jr, Caldwell-Pope y Jokic).
Sin Lebron, nada es igual
El hecho de que Lebron sea el décimo jugador en minutos dentro de la cancha no parece casual. Los Lakers intentan administrar de la mejor manera los minutos en pista del alero de 38 años, aunque eso llegue a ser perjudicial para el equipo en el corto plazo. De hecho, los Nuggets ‘rompieron’ el partido al inicio del cuarto cuarto, justamente cuando Lebron estaba descansando y sin poder hacer nada para ayudar a su equipo.
Con vistas a los próximos partidos, la gestión de los minutos de James se convierte en todo un problema matemático para Darvin Ham y sus asistentes, que deberán marcar una estrategia para sacarle todo el provecho al tiempo en pista del ‘Rey’, a la vez que diseñan un plan para evitar que el equipo se resienta cuando él no esté. De hecho, al terminar el encuentro, ya se pudo ver al propio Lebron hablando con Ham, probablemente acerca de los ajustes a realizar para cosechar en el siguiente partido la primera victoria de este curso.
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