Lutz Pfannenstiel, una vida única: de descubrir a Firmino a ‘morir’ en un campo

Saint Louis City está siendo una gran sorpresa en su primer año como franquicia anexionada a la MLS. El equipo del estado de Misuri es líder en solitario de la Conferencia Oeste tras 29 partidos disputados. Una absoluta hazaña para un equipo recién creado para afrontar el duro reto de competir en la liga de mayor nivel de los Estados Unidos.

Pese a que es una sopresa, la posición que ocupa el St. Louis City en la tabla no es para nada casualidad, en parte hombres como Lutz Pfannenstiel. El director deportivo está desarrollando un trabajo impecable en el joven club tras llegar allí después de una dilatada carrera como jugador, técnico y deportivo.

Además, Pfannenstiel es todo un trotamundos y un coleccionista de anécdotas y vivencias como pocos en el mundo. A sus 50 años, el ex portero nacido en Zwiesel ha vivido cosas que la mayoría de personas no están ni cerca de afrontar a lo largo de toda su carrera, que es digna de película.

Dejar todo atrás por un sueño

Lutz Pfannenstiel desde sus inicios fue uno de esos jugadores con un don. El joven alemán tenía una facilidad técnica y unas condiciones físicas que le hacían perfecto para ser guadameta profesional, algo en lo que se fijaron el Bayern de Münich y las inferiores de la Selección de Alemania.

En aquel momento, dentro del club muniqués, Pfannenstiel era considerado el relevo natural de un Oliver Kahn que ya por aquel momento era leyenda absoluta. Pero el joven guardameta decidió que tenía preparado otro destino para él mismo: “siempre fuí algo impaciente”, dijo en su momento a raíz de como desarrollo su carrera.

Con tan solo 19 años y mediante una decisión drástica, el arquero decidió marcharse a jugar a Malasia en un giro total de los acontecimientos: “No estaban saliendo las cosas como yo quería y decidí irme. Es algo extraño cuando tienes una buena oferta del Bayern el acabar jugando en el Penang Fa en el sudeste asiático”, dijo Pfannenstiel en una entrevista hace años.

101 días en prisión

El alemán siempre ha sido de tomar las riendas de su destino, pero hay ciertas cosas que se escapan al control de cualquiera. Jugando aún en el fútbol malayo, Pfannenstiel fue acusado y sentenciado a prisión por amaño de partidos en uno de los momentos más duros de su vida: “No creo que haya muchas prisiones más duras en el mundo. Pasé de vestir de Armani a despertar en una celda, todo se fue a la mierda”.

Tras 101 días recluido, Pfannenstiel fue liberado tras un proceso judicial que le acabó dando la razón: “Al final me liberaron, no hubo intercambio de dinero y la evidencia fue anulada. Aún así, fue el momento más difícil que viví, pero también del que más aprendí.

Certificado muerto en el Boxing Day

Durante una de sus numerosas aventuras por todo el mundo, Pfannenstiel acabó jugando en el Bradford Park de la Northern Premier League. Durante un partido de Boxing Day ante el Harrogate Town, el meta salió a un balón dividido, recibiendo un rodillazo en el esternón que lo dejó tendido en el suelo sin signos vitales.

Los pulmones del alemán colapsaron y a consecuencia su corazón dejo de latir. De forma casi desesperada, el equipo médico lo intentó reanimar con tan pocas esperanzas que estuvieron a punto de declararlo muerto. Finalmente, tras 3 horas en coma, Pfannenstiel volvió a la vida en lo que es un evento que se podría considerar un milagro.

“Tal día como hoy hace 20 años mi vida cambio. En el Boxing Day de 2002, me trajeron de vuelta de la muerte y me dieron una segunda oportunidad de disfrutar de mi vida”, escribió Pfannenstiel en una publicación en su Instagram rememorando el traumático momento que incluso hizo en su día que el árbitro abandonase el campo.

Un sinfín de récords

El ahora director deportivo del St. Louis City finalizó su carrera en el 2011 tras dos años en el Ramblers FC de la liga de Namibia. Gracias a esa etapa en el fútbol africano se convirtió en el único jugador en la historia que ha militado en clubes profesionales de los 5 continentes y las 6 confederaciones, logro que conserva en solitario a día de hoy.

Además, hasta 2017 ostentó el récord de ser el futbolista que ha jugado en más equipos, con un total de 25. En diciembre aquel año, Sebastián ‘El Loco’ Abreu superó esa cifra, hasta llegar a situarla en un total de 32 equipos diferentes al momento de su retirada.

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Descubrir a una estrella gracias a un videojuego

Tras finalizar su etapa como futbolista, la vida de Pfannenstiel no ha sido mucho más relajada. Ha pasado por una gran cantidad de clubes como asistente, entrenador de porteros, ojeador y directivo. Entre sus destinos más curiosos se encuentran la Selección de Cuba y la de la Antártida, donde estuvo dedicado a entrenar a los guardametas.

En una de sus últimas etapas antes de recalar en el St. Louis, Pfannenstiel formó parte del equipo de scouting del Hoffenheim a la vez que daba rienda suelta a su pasión por el ‘Football Manager’, un simulador de fútbol. Gracias a ese juego descubrió un talentoso joven en la segunda división brasileña, al que no dudó en reclutar para el equipo en el que trabajaba. Su nombre, Roberto Firmino.