ESTADOS UNIDOS
La batalla de Los Ángeles por la Conferencia Oeste
Los Ángeles Galaxy sigue en plena racha para coronarse campeón de su Conferencia por delante de LAFC. El Oeste busca nuevo rey.
Los Ángeles se prepara para la guerra. Con la temporada regular dando sus últimos coletazos, el liderato por la Conferencia Oeste está más viva que nunca. Tras un peregrinaje por el desierto de casi una década, el Galaxy encontró su camino hacia la tierra prometida de la postemporada. De momento son líderes, pero no pueden confiarse. Unos LAFC afrancesados y con el fichaje estrella de Carlos Vela intentará recuperar un puesto que dominó desde casi su fundación. Los Black & Gold se han renovado, sí, pero quieren volver a pelear por la MLS.
La vuelta del rey de la Galaxia
Hacía mucho tiempo que no se veía a unos Galaxy tan competitivos. Desde prácticamente la fundación de la liga a finales de los 90s, los angelinos fueron la punta de lanza de la MLS. Primero con Landon Donovan a comienzos de la década de los 2000 y luego con el ‘galáctico’ David Beckham desde 2011. Con la marcha del rubio a Francia Los Galaxy sufrieron una recesión histórica. De ganar su última liga en 2014 a prácticamente pasar sin pena ni gloria por la postemporada en una década.
Diez años en el ostracismo con muchas idas y venidas, e incluso llegó a tocar fondo en 2017 tras quedar colista. Pero todo cambió con la nueva década. Los fichajes de renombre y poco recorrido, con los casos de ‘Chicharito’ y Douglas Luiz todavía presentes en el colectivo, pasaron a los estratégicos, mezclando veteranía y juventud. Riqui Puig tomó el testigo y supo responder con la ayuda de Marco Reus. Desde 2011 los Galaxy no terminarán (de hacerlo) la temporada como líderes de su Conferencia.
El equipo ha pasado de las estrellas (fugaces) a consolidarse como un bloque. Riqui Puig maneja el juego (y marca), Reus da el último pase y Jovelic ha explotado como goleador. El serbio suma ya 14 dianas esta temporada, quinto máximo goleador de la MLS y el que más del equipo.
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A la búsqueda del Black & Gold
Desde su creación allá por el 2014, el ascenso de los LAFC ha sido meteórico. No solo porque a ocho años de su fundación ya se alzara con la MLS, sino porque también le ha robado el protagonismo a su vecino en Los Ángeles. La franquicia es sinónimo de opulencia y devoción por unos colores en el lejano y salvaje Oeste. Carlos Vela, su primer gran bombazo, llegó a ser uno de los jugadores mejor pagados de la liga, y lo devolvió con creces. Pero a partir del pasado verano todo cambió.
De un plumazo llegaron dos campeones del mundo como Olivier Giroud y Hugo Lloris, petróleo para luchar por una MLS que rozaron la temporada pasada gracias al propio Vela y Denis Bouanga, el otro galo. El clan francés es la réplica al galáctico Inter Miami del Este. Con la vuelta de Carlos Vela como fichaje estrella para el resto de la temporada, los Black & Gold quieren recuperar su corona.
El bloque se ha mantenido y mejorado, pero todavía puede evolucionar más. El equipo es la perfección del juego rápido, de transiciones a la contra y que es una clara contraposición del estilo de los Galaxy. De momento en la temporada regular ya han mordido el polvo, pero en la postemporada y con todo por decidir los LAFC aún tienen mucho que decir.
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