INGLATERRA
Vardy, el último ‘bad boy’ inglés
A sus 37 años, el inglés realizó un recital en su vuelta a la Premier. Vardy es el último eslabón del fútbol inglés más canalla del siglo pasado.
El Leicester ha vuelto por la puerta grande a la Premier League. Tras un año en el infierno de la Championship, la ‘Cenicienta’ de 2016 retorna al lugar de donde nunca debió salir. Poco queda de ese Leicester, algunos de esa plantilla ya están retirados y otros dan sus últimas carreras en destinos exóticos como Arabia (Mahrez y Kanté). Pero Jamie Vardy es diferente, único. El inglés sigue estando a la orden del día, pero, para los más nostálgicos, su última temporada al máximo nivel significará el adiós a un espécimen raro de encontrar ahora en Inglaterra, un auténtico ‘bad boy’.
George Best, Paul Gascoigne, Eric Cantona, Joey Burton, Wayne Rooney... son muchos los nombres que han dejado una huella patente en las islas. Amados y queridos a partes iguales, Jamie Vardy es el último de esa rara especie de jugadores que conquistaron corazones hasta finales de la década pasada. El profesionalismo en el deporte rey extinguió al prototipo del jugador inglés tan reconocido, ‘canallitas’ como pocos capaces de sacar lo mejor y lo peor de un aficionado.
Vardy va camino de cumplir su decimosegunda temporada en Leicester, club que apostó por él cuando nadie creía en su potencial. Tras descender hace dos temporadas pudo haberse ido, Arabia y la MLS llamaron a su puerta, pero Vardy tenía un reto. Tras volver a ganar la Championship, el inglés tiró la puerta de la Premier. Según la empresa Squawka, el inglés ya es el segundo jugador más prolífico en anotar en los debuts de temporada en Inglaterra -8 goles-, solo por detrás de ‘Mo’ Salah -9 tantos-.
El magnetismo de Vardy es patente. Descarado como pocos, su fútbol rebosa rebeldía y calidad a partes iguales. Su recado a la afición del Tottenham señalando el parche de la Premier es solo una de las varias anécdotas que quedarán tras su retirada. Pesadilla de los defensas, y de cualquier jugador, Vardy tiene la capacidad para sacar del partido a cualquiera. Es su sello, si no que se lo pregunten a Diego Costa o a cualquier jugador del Sevilla. Vardy es único.
El niño de Sheffield
Porque Vardy es el ejemplo de que nunca es tarde para triunfar. Nacido en Sheffield, de joven sufrió el rechazo de varios clubes, incluido el de su ciudad natal. Vardy no se rindió a la hora de perseguir su sueño, trabajando a la par que era futbolista -a los 18 años atendía un quiosco y después en una fábrica- e incluso condenado a llevar un busca por una reyerta en una discoteca. Vardy forjó su carácter con fuego para disfrutar de su ansiado premio, ser profesional. En 2012 firmó con el Leicester cuando estaban en Championship y el resto ya es historia.
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