Algo va mal en Estados Unidos

La ilusión por una nueva etapa en Estados Unidos duró menos de 20′ en el verde del Children’s Mercy Park. El USMNT cayó ante Canadá de la peor manera posible, sin convicción, sin estilo, sin identidad. Shaffelburg puso el ataúd y Jonathan David clavó el último clavo. Kansas fue testigo de una nueva debacle de una selección que quiere aspirar a ser importante a nivel internacional. Los tiempos de cambio se están haciendo de rogar, Mauricio Pochettino tiene trabajo.

Tres meses después de la dura eliminación de la Copa América, el presente de Estados Unidos sigue siendo incierto. La mejor generación de la historia de las Barras y Estrellas será recordada, sí, pero por lo negativo. Más allá de la imagen dada, Estados Unidos ya es el primer anfitrión en caer eliminado en la fase de grupos de la Copa América, y en propio suelo nacional, primera vez en los 19 torneos que se han desarrollado en el país.

Apenas suman una victoria en sus últimos seis partidos, desde la fase de preparación a la competición, y un millar de preguntas a las que nadie sabe responder. Los jugadores intentaron calmar las aguas y remar a una tras la eliminación en el Arrowhead Stadium, pero el concilio de Kansas cayó en saco roto en la misma ciudad que lo vio nacer. El conformismo parece haberse instalado en el vestuario.

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Pochettino, al rescate

Se espera que Mauricio Pochettino sea anunciado antes del partido contra Nueva Zelanda. El argentino tiene mucho trabajo por delante. La US Soccer entiende que el ex del Chelsea, PSG o Tottenham es el indicado para revertir una situación complicado y devolverle la ambición a un vestuario sin apetito. Porque de la mejor generación de la historia de Estados Unidos se esperan grandes cosas. A la afición le duele ver el talento desaprovechado, son los primeros que quieren ver a las Barras y Estrellas en lo más alto.

Con el Mundial a la vuelta de la esquina, del que Estados Unidos será co-anfitrión, se acabaron los tiempos de prueba y error. Pochettino tendrá por delante la Copa Oro del año que viene, título que es una obligación, pero que no mide la calidad real del equipo -en el pasado el exceso de confianza por ser la mejor selección Concacaf les jugó malas pasadas-. Sin partidos clasificatorios, la US Soccer deberá proveer al argentino de partidos contra selecciones de nivel, dígase Argentina, España o Inglaterra, rivales con los que de verdad poder descubrir el potencial del equipo. De momento, Estados Unidos está suspenso.

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