Gregg Berhalter, contra las cuerdas

Estados Unidos arranca con el pie derecho en la Concacaf Nations League. La victoria ante Trinidad y Tobago dio espacio a una selección que sueña con hacerse con el torneo y con la clasificación para la próxima Copa América. Sin embargo, los Soca Warriors pusieron contra las cuerdas a un equipo que jugó con la ventaja de tener un hombre más sobre el campo del Q2 Stadium. Las críticas de los aficionados no tardaron en llegar, poniendo el foco en la creatividad de Gregg Berhalter a la hora de formular el partido. El prestigio del entrenador se ve muy tocado, con varios analistas pidiendo un salto de calidad en los banquillos.

Sobre el papel, Estados Unidos debería haber goleado a Trinidad y Tobago sin encontrar casi oposición, pero la realidad fue muy distinta. El USMNT necesitó de hasta 82 minutos para abrir el marcador ante un cuadro trinitense que contó con diez hombres durante más de 60 minutos. Tal fue la poca sangre de la selección americana que durante la primera parte no probó suerte entre los tres palos, ni siquiera fuera de ellos. Los aficionados vieron a Berhalter como el gran culpable de un juego sin sabor y que, para mala suerte de los espectadores, muchos catalogaron como una “tortura visual”.

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“Este hombre (Berhalter) no debería tener el puesto directivo en el USMNT”, “la idea de que no podríamos conseguir un mejor entrenador por el salario disponible es una mentira” o “queremos fuera a Berhalter” fueron algunos de los post con más interacciones en Twitter durante el partido. Berhalter siempre ha tenido una relación de amor odio con sus fanáticos, tocando su punto más bajo tras el Mundial de Qatar donde el propio técnico dio el paso al costado para la reestructuración del equipo en un momento de caos y decepciones.

Trinidad y Tobago sorprende a Berhalter

El técnico saldría a explicar lo sucedido en Texas nada más terminar el partido, dando más crédito al estilo de juego de Trinidad y Tobago que a su propio planteamiento. “Creo que lo más fácil es darle crédito a Trinidad y decir cuánto pelearon, cómo no se dieron por vencidos, y cuán compactos eran. Al acabar les dije a los muchachos: ‘Escuchen, jugaron muy bien. Realmente lo hicieron, dieron todo’. Creo que nuestros muchachos igualaron e incluso superaron las expectativas”, afirmó Berhalter. “Nos faltó un poco de precisión y se ve que hubo muchos movimientos en la primera parte que fueron movimientos bastante buenos en los que solo faltaba el pase final o el disparo al primer toque”.

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