¿Qué pasa con la gasolina cuando hace mucho frío? ¿Se congela la gasolina y puede dañar el auto? Estas son algunas de las preguntas que se hacen muchas personas cuando se enfrentan a las bajas temperaturas que se registran en la temporada invernal en algunas zonas de Estados Unidos.
En específico, la gasolina es una mezcla de hidrocarburos que se obtiene del petróleo. Su punto de congelación depende de la composición y la calidad, pero en general se sitúa entre los -106 ºF y -40 ºF (-160 ºC y -40 ºC).
Considerando estas cifras, es prácticamente imposible que la gasolina se congele en el depósito o tanque del automóvil, a menos que se conduzca por la Antártida o por las cumbres más altas y extremadamente frías del mundo.
Normalmente, no se congela la gasolina, pero…
Que la gasolina no se congele, no significa que no sufra cambios cuando se expone a temperaturas muy bajas. De acuerdo con algunos experimentos, este combustible puede transformarse.
Está comprobado que a partir de los -40 ºF (-40 ºC), la gasolina puede empezar a cristalizarse, es decir, se pueden formar pequeños cristales, mismos que se quedan atrapados en el filtro de combustible.
Con este cambio, es posible que el líquido vea dificultado su paso hacia el motor. Esto puede provocar que el auto no arranque o que pierda potencia y se pare.
Además, la gasolina suele contener algo de agua, que se condensa en el depósito cuando hay cambios bruscos de temperatura. Esta agua puede congelarse de 32 ºF (0 ºC) y formar hielo que también obstruye el filtro o las tuberías de combustible.
Por ello, lo mejor es mantener el depósito lo más lleno posible, para evitar que haya mucho espacio vacío donde se pueda condensar el agua.
Otro factor que influye en el comportamiento de la gasolina es el alcohol que se le añade como aditivo. Éste último tiene un punto de congelación más bajo que el primero, por lo que ayuda a evitar que se cristalice. Sin embargo, el alcohol también se separa de la gasolina cuando hace mucho frío, lo que reduce el octanaje y el rendimiento.
¿Qué se puede hacer para evitar estos problemas?
Lo más importante es usar una gasolina de buena calidad, que tenga los aditivos adecuados para resistir el frío y evitar la formación de cristales, agua o separación de alcohol.
También se pueden usar productos anticongelantes que se venden en las gasolineras o en las tiendas de accesorios para el auto, pero siempre siguiendo las indicaciones del fabricante y del manual del vehículo.
Otra medida preventiva en zonas de climas gélidos es proteger el auto del frío, guardándolo en un garaje o cubriéndolo con una lona. Así se evita que el depósito se enfríe demasiado y que se forme hielo en las partes externas del automóvil, como los limpiaparabrisas, las puertas o los espejos.
En pocas palabras, no se congela la gasolina fácilmente, pero sí puede sufrir alteraciones que afecten al funcionamiento del auto. Por eso, es importante usar un combustible de calidad, proteger el vehículo del frío y seguir las recomendaciones de los expertos.