¿Se avecina una alianza entre Ford y GM?

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¿Se avecina una alianza entre Ford y GM?

Con la llegada de los autos eléctricos, no solo se está generando un cambio en la movilidad, sino en toda la industria automotriz al existir una reconfiguración del panorama competitivo. 

Y es que en este segmento, las marcas de autos que están dominando las ventas de autos eléctricos surgieron en este siglo, es decir, se trata de compañías que así como incursionaron han logrado una popularidad.

Ante el éxito que están teniendo Tesla y BYD, gigantes como Ford y GM, otrora dominantes, se encuentran ahora en una encrucijada, especialmente contra las marcas de autos chinas que irrumpen el mercado con precios que están por debajo del promedio, por lo están amenazando con arrebatar una porción considerable del pastel.

Para hacer frente a las marcas chinas

En busca de esta feroz competencia, Ford y GM se plantean la estrategia de las alianzas. Con ello, se lograría unir fuerzas para reducir costos en áreas clave como la investigación y desarrollo (I+D) y la producción de baterías. 

Mary Barra, CEO de GM, lo resume: “Si hay maneras de trabajar con otros, especialmente en tecnologías no de consumo, y ser más eficientes tanto en I+D como en capital, estamos dentro”.

Es claro que el objetivo es claro: optimizar recursos y competir de forma más efectiva con los fabricantes chinos. Jim Farley, CEO de Ford, advierte: “Si no puedes competir de manera justa con los chinos en todo el mundo, entonces entre el 20% y el 30% de tus ingresos estarán en riesgo en los próximos años”. 

No hay duda que la presión es real, y las cifras lo confirman: Ford predice una pérdida de entre 5,000 y 5,500 millones de dólares en su división de vehículos eléctricos este año.

La estrategia de las alianzas se enfocaría en dos frentes

Tecnologías no de consumo: Infraestructura de carga, desarrollo de software y tecnologías de producción más eficientes son áreas donde la colaboración podría generar importantes ahorros.

Baterías: Reducir el costo de las baterías es crucial para la viabilidad comercial de los vehículos eléctricos. Compartir recursos y conocimientos con otros fabricantes podría ser la clave para alcanzar este objetivo.

Un ejemplo claro es BYD que ha logrado producir un auto eléctrico como el Seagull con un costo de materiales que oscila entre 9,000 y 11,000 dólares, mientras que los costos de producción en China son un 30% más bajos que los de los fabricantes occidentales.

Aunque las alianzas no son una panacea, sí una opción estratégica viable para que Ford y GM se adapten al nuevo panorama. La colaboración podría permitirles compartir riesgos y costos, acceder a nuevas tecnologías y conocimientos, aumentar su poder de negociación con proveedores y lanzar al mercado vehículos eléctricos más competitivos en precio y calidad.

Queda claro que el futuro de la industria automotriz está en juego. Tanto la electrificación como la competencia con China son dos fuerzas que redefinen el mercado, así que las alianzas podrían ser la llave para que Ford y GM naveguen con éxito estas aguas turbulentas y aseguren su posición en el nuevo escenario automovilístico.

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