Bugatti, la marca sinónimo de traspasar los límites del automóvil, lo ha vuelto a hacer. Veinte años después de presentar al mundo el concepto de hypercar con el Veyron, presentaron el Tourbillon, un súper auto que redefine lo que significa ser un vehículo de lujo de alto rendimiento.
Para entender por qué el Tourbillon es tan especial, debemos recordar la recien herencia de Bugatti. Tanto el Veyron y el Chiron, propulsados por el potente motor W16, fueron maravillas de la ingeniería que rompieron récords de rendimiento. No obstante, el Tourbillon, da un audaz paso adelante con un sistema de propulsión híbrido completamente nuevo y una filosofía de diseño centrada en la atemporalidad.
Pero como siempre sucede en la era moderna de Bugatti, el Tourbillon rinde homenaje a la rica historia de esta legendaria marca de autos, inspirándose en modelos icónicos como el Type 57SC Atlantic y el Type 41 Royale. Estos autos eran famosos por su belleza, rendimiento y lujo inigualable, lo que establecía un listón muy alto que el Tourbillon debía superar.
En lo que se refiere al nombre, Bugatti se sumergió en el ámbito de la relojería. Un tourbillon (la palabra “proviene del francés y significa «torbellino”) es un mecanismo sofisticado diseñado para mejorar la precisión de los relojes mecánicos. Fue inventado en 1795 por el relojero suizo Abraham-Louis Breguet y patentado en 1801.
Diseño atemporal
Bugatti quería crear un auto que fuera tan cautivador dentro de cien años como lo es hoy. En lugar de depender de llamativas pantallas digitales que podrían quedar obsoletas rápidamente, el interior adopta una estética analógica inspirada en la alta relojería.
Por ejemplo, el cuadro de instrumentos, una auténtica obra de arte, está elaborado por relojeros suizos utilizando titanio y piedras preciosas. Este enfoque en el diseño atemporal garantiza que el Tourbillon seguirá siendo un ícono del automóvil para las generaciones venideras.
Cada curva y línea en el exterior del Tourbillon tiene un propósito. Toda la forma aerodinámica está perfeccionada, lo que le permite alcanzar velocidades increíbles y, al mismo tiempo, gestionar el calor generado por su potente motor.
Rendimiento inigualable
Y bueno, el sistema de propulsión híbrido del Tourbillon es una obra maestra de la ingeniería. Un nuevo motor de 16 cilindros en V de 8.3 litros de aspiración natural, desarrollado en colaboración con Cosworth, funciona en armonía con los motores eléctricos para generar la cifra de 1,800 hp. Concretamente, 1,000 hp provienen del propio motor de combustión y 800 hp de los eléctricos.
Además de la potencia que le permite ir a más de 250 mph (400 km/h), este súper auto destaca por la tracción y agilidad originada de la tracción en las cuatro ruedas, del sistema de vectorización total del par, la suspensión avanzada, los frenos de alto desempeño y los neumáticos Michelin hechos a medida.
Una pieza de colección más de Bugatti
Este Bugatti Tourbillon es más que un súper auto, se trata de una obra de arte, un testimonio de ingeniería y artesanía. Cada componente está meticulosamente diseñado y fabricado utilizando materiales y tecnología de vanguardia. Aunado a esto, la producción limitada de sólo 250 ejemplares y un precio de 3.8 millones de euros eleva aún más su exclusividad.
Se puede decir que este auto representa un nuevo capítulo en la historia de los hipercoches. Demuestra que es posible combinar un rendimiento impresionante con un diseño atemporal y tecnología avanzada.
Si bien puede parecer fuera del alcance de la mayoría, la influencia del Tourbillon sin duda se sentirá en toda la industria automotriz, inspirando una nueva generación de vehículos de lujo de alto rendimiento.