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¿Quién ganó la gran guerra del Emú? El conflicto surrealista en Australia
Ocurrido en Australia en la década de 1930, está considerado como uno de los conflictos más extraños en la historia del planeta tierra.
La primera mitad del siglo XX es una etapa de la historia de la humanidad especialmente golpeada por las guerras en casi cualquier rincón del mundo. la Primera Guerra Mundial, la Guerra Civil China o la Guerra Civil Española sacudieron al planeta pocos años antes del enfrentamiento más sanguinario y notable del pasado siglo: la Segunda Guerra Mundial.
Además de todos estos conocidos sucesos históricos, en el continente oceánico tuvo uno de los eventos bélicos más surrealistas e inimaginables de la historia: la Gran Guerra del Emú de 1932.
Pese a haberse etiquetado como guerra, esta intervención se trató más bien de una operación de exterminio de una de las especies más invasoras con respecto al ser humano, en ciernes de que este animal acabase con las cosechas de toda Australia occidental.
El estado australiano, dada su ubicación y la orografía del terreno no se puede permitir pérdidas a gran escala en el ámbito agrícola, en especial en el mercado del trigo, una de las bases económicas y alimentarias del país.
La intervención militar
Una vez que los emúes salvajes comenzaron a invadir sus tierras, los agricultores australianos solicitaron ayuda al gobierno federal para acabar con la amenaza mediante el control de la población de emúes, que se pensaba que era de 20.000 ejemplares.
Estos soldados-granjeros y fueron desplegados el 2 de noviembre de 1932 con 2 ametralladoras. Después de la promesa inicial de matar a tiros a docenas de aves no voladoras, la operación fracasó.
“Si tuviéramos una división militar con la capacidad de transportar balas de estas aves, se enfrentaría a cualquier ejército del mundo”, dijo el mayor Gwynydd Purves Wynne-Aubrey Meredith, comandante del grupo, al ver la imposibilidad a la hora de detener el avance de dichas aves.
“Pueden enfrentarse a las ametralladoras con la invulnerabilidad de los tanques. Son como los zulúes, a quienes ni siquiera las balas tontas pudieron detener (las balas tontas son municiones huecas diseñadas para cazar elefantes)”, continuó Meredith, dejando asombrado a todo aquel que no había estado en el “frente de batalla”.
Un suceso difícil de creer
Los informes de los medios de aquella y las caricaturas de los periódicos y revistas se burlarban habitualmente de los esfuerzos del gobierno, y la Guerra del Emú fue ampliamente vista como un ejercicio inútil y absurdo llevado a cabo por incompetentes.
Aunque para mucha gente todo esto parecía una farsa gigante, acabó demostrándose ser una historia real. Después de un mes de “lucha incesante”, los soldados-granjeros contabilizaban las bajas rivales en un total de 986 emúes sumados a las 2.500 aves heridas que luego morirían a causa de sus heridas, según el informe del Mayor Meredith.
A pesar de que la guerra oficialmente terminó en 1932, en Australia la lucha contra los emúes continuó hasta 1948, siendo recompensados todos aquellos que llevasen como prueba las pieles de dicho animal.