¿Qué es el oxígeno oscuro encontrado en el Pacífico y cómo puede cambiar nuestra comprensión del origen de la vida?
Los científicos han encontrado bultos metálicos en el fondo del mar del Pacífico que podrían obligarnos a repensar el origen de la vida en el planeta Tierra.
Los científicos han descubierto grumos metálicos en el fondo del océano que podrían proporcionar una nueva explicación a la pregunta de cómo comenzó la vida en la Tierra.
Un equipo de expertos que explora la Zona Clarion-Clipperton (CCZ), entre Hawái y México, ha descubierto una sustancia (no un organismo vivo) que puede producir oxígeno y emitir casi tanta electricidad como las pilas AA. Antes de este descubrimiento, se creía que sólo las algas y las plantas podían producir oxígeno mediante la fotosíntesis, un proceso que requiere luz para funcionar.
Sin embargo, en las profundidades del descubrimiento, a unos 4 km bajo la superficie, se esconde otra opción. Esta nueva información podría hacer que los científicos vuelvan a la mesa de dibujo para ampliar la (ya larga) lista de preguntas sobre cómo comenzó la vida en nuestro planeta. Es hora de comprar otra pizarra.
¿Qué es el descubrimiento del “oxígeno oscuro”?
Los científicos estaban husmeando en la CCZ en busca de criaturas de aguas profundas y los efectos que una potencial expedición minera podría tener sobre ellas. La zona es rica en lo que las personas de bata blanca llaman ‘nódulos polimetálicos’, pequeños trozos de roca con forma de patata que están llenos de metales como níquel, cobre y cobalto, sustancias que se utilizan para fabricar baterías y paneles solares. Según explica CNN, “los nódulos se forman a lo largo de millones de años a través de procesos químicos que hacen que los metales se precipiten fuera del agua alrededor de fragmentos de conchas, picos de calamares y dientes de tiburón y cubren un área sorprendentemente grande del fondo marino”.
Como resultado, la zona se considera un refugio para las empresas que buscan explotar los recursos naturales que los animales han habitado allí durante millones de años. Si bien existe la preocupación de que la minería pueda dañar irremediablemente el ecosistema perfecto y tener efectos sobre el cambio climático, el dinero manda.
‘Uno de los hallazgos más apasionantes de los últimos tiempos’
“Intentábamos medir la tasa de consumo de oxígeno por parte del fondo marino“, explica a la AFP el autor principal del estudio, Andrew Sweetman, de la Asociación Escocesa de Ciencias Marinas (SAMS). Normalmente, la cantidad de oxígeno recogida en la cámara (que literalmente agarra trozos del fondo marino como una máquina de garras en una sala de juegos) “disminuye a medida que es consumida por los organismos al respirar“, explica.
Y cuando los niveles de oxígeno en la muestra comenzaron a aumentar, los científicos pensaron que sus máquinas se habían derrumbado bajo la presión. El oxígeno no se puede producir aquí, pensaron. Estamos en la oscuridad total, no hay luz para la fotosíntesis.
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Pero cuando los nódulos fueron llevados a la superficie, para su asombro, los resultados se confirmaron: “increíblemente” tenían una carga eléctrica similar a la de una batería que se puede encontrar en la parte posterior del control remoto de su televisor o controlador de PlayStation. La carga eléctrica producida por los nódulos estaba dividiendo el hidrógeno y el oxígeno en el agua en un proceso conocido como electrólisis.
“Básicamente, les dije a mis estudiantes que simplemente volvieran a poner los sensores en la caja. Los enviaríamos de vuelta al fabricante para que los probara, porque nos están dando una jerga y cada vez que lo hacían, el fabricante respondía: ‘Están funcionando. Están calibrados.’”
Nicholas Owens, director del SAMS, dijo que este ‘oxígeno oscuro’ era “uno de los hallazgos más emocionantes en la ciencia oceánica de los últimos tiempos”, y agregó que el descubrimiento “nos obliga a repensar cómo pudo haberse originado la evolución de la vida compleja en el planeta”.
“La visión convencional es que el oxígeno fue producido por primera vez hace unos 3.000 millones de años por microbios antiguos llamados cianobacterias y que a partir de entonces hubo un desarrollo gradual de vida compleja”, añadió Owens, “y, si el proceso está ocurriendo en nuestro planeta, ¿podría estar ayudando a generar hábitats oxigenados en otros mundos oceánicos?” El artículo de investigación fue publicado en Nature Geoscience.