Esto es lo que sucede con tu voto por correo desde que lo entregas en la oficina de correos hasta el recuento

Millones de votantes optarán por emitir su voto por correo en lugar de acudir a un centro de votación para votar de forma anticipada o el día de las elecciones. Pero, ¿qué sucede con esas papeletas una vez enviadas? ¿A dónde van? ¿Se cuentan antes del día de las elecciones? ¿Cómo se mantiene la cadena de custodia?

En primer lugar, todos los estados permiten la votación por correo en alguna medida. Algunos estados envían a todos los votantes una papeleta que se puede devolver por correo, otros permiten que los votantes la soliciten sin necesidad de justificar su ausencia y otros sólo permiten que emitan su voto por correo quienes lo necesiten por una razón específica (es decir, que estarán fuera del país durante las elecciones).

Si bien los procesos varían de un estado a otro, dado que estos gobiernos tienen la autoridad para determinar cómo se llevarán a cabo las elecciones, existen algunas similitudes generales.

La mayoría de los estados dependen del servicio postal, una entidad pública, para facilitar la votación por correo. Un empleado postal entregará la papeleta en el domicilio del votante. Una vez que la papeleta se ha llenado, sellado y firmado, debe devolverse.

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Según el estado, se puede devolver en la oficina de correos o en el buzón (a veces, estos se establecen durante la elección, especialmente para recoger las papeletas), en un buzón o en una oficina electoral .

Firmas y corrección de papeletas

Luego, los funcionarios electorales se encargarán de garantizar que las papeletas estén en condiciones que permitan su contabilización. Esto significa que el sobre está intacto y es fundamental y que la firma en la papeleta coincide con los documentos de registro del votante.

La corrección de las papeletas es un proceso que se lleva a cabo en la mayoría de los estados para respaldar el proceso de autenticación. Si a una papeleta le falta una firma o la firma no coincide, se contactará al votante y se le permitirá rectificar la situación, generalmente dirigiéndose a su oficina electoral local.

Procesamiento y recuento de votos

No todos los estados permiten que los funcionarios electorales procesen las papeletas y las cuenten antes del día de las elecciones. En esos estados, las papeletas se curarán y se guardarán en un lugar seguro donde no se tocarán hasta que cierren las urnas y los contadores puedan comenzar la tabulación.

Sin embargo, en más de la mitad de los estados de EE. UU., el procesamiento puede comenzar antes del día de las elecciones, lo que permite que los resultados se anuncien más rápido la noche de las elecciones.

Según la Conferencia Nacional de Legislaturas Estatales, Arizona permite a los funcionarios electorales comenzar a procesar y contar las papeletas una vez recibidas. Sin embargo, en Idaho y varios otros estados, el recuento no puede comenzar hasta después de que hayan cerrado los lugares de votación.