Este es el tip infalible para que el pavo de Thanksgiving no quede seco: el secreto está en la salsa

El pavo no es la carne favorita de todos: puede resultar seco y un poco insípido si no se cocina correctamente. No obstante, para el día de Acción de Gracias se convierte en la estrella principal, siendo el platillo obligado para muchas familias. Por ello, te compartimos algunos consejos para mantener el pavo húmedo mientras se cocina en el horno.

El origen del pavo que llega a tu mesa

Según el Departamento de Agricultura de Estados Unidos, los productores de pavos comienzan a aumentar sus existencias justo después de las vacaciones para prepararse para el incremento de la demanda en torno a las fiestas. De enero a agosto, las aves almacenadas representan alrededor de “cinco semanas de producción” y luego “de septiembre a noviembre, los inventarios congelados disminuyen aproximadamente un 75 por ciento”.

Esto significa que muchos de los pavos que se encuentran en los supermercados en noviembre probablemente hayan sido congelados o al menos refrigerados. Esta realidad es fundamental al momento de planificar cómo cocinará el pavo.

Por ese motivo, America’s Test Kitchen recomienda comprar un pavo completamente congelado si planea hornear el ave entera. Esto ayuda a evitar preocupaciones sobre un pavo que se congela, descongela y luego se vuelve a congelar antes de que termine en la mesa del comedor, ya que ese proceso a menudo puede degradar la calidad y la textura de la carne, lo que hace que se escape más humedad a medida que el ave pasa por cambios de temperatura.

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Dale a tu pavo un tratamiento de spa

Si quieres rehidratar el pavo antes de meterlo al horno, puedes ponerlo en salmuera durante 24 horas con sal y condimentos. El agua que absorba el pavo garantizará que conserve más humedad, lo que ayudará a evitar que se seque mientras se cocina. La receta de la salmuera debe coincidir con los condimentos que piensas usar, pero usar ácidos como vinagre de sidra de manzana, naranjas o limón puede ablandar la piel del pavo y hacerlo más tierno.

¿Te pasaste de cocción? Tu salvación está en la salsa

Si no humectaste tu pavo lo suficiente o simplemente te pasaste de cocción, tu salvación será la salsa. Sea cual sea tu salsa, puedes utilizarla para rehidratar el pavo antes de servirlo.

El secreto está en cortar las porciones de pavo en rodajas sobre una capa de salsa. Una vez que el ave sea cortada, rocía salsa adicional, de manera uniforme. Para lograr el efecto de rocío, puedes diluir tu condimento con un poco de caldo de pollo. Al final, sirve el pavo con una ligera capa de salsa adicional.

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