Pensilvania, con sus 19 votos electorales, se consideraba el estado clave del que dependerían las elecciones de 2024. Al final, Donald Trump arrasó en todos ellos en lo que fue una victoria decisiva a nivel nacional. En su tercer intento por la presidencia de Estados Unidos, consiguió por primera vez la mayoría en el voto popular y en el Colegio Electoral.

En el estado clave, obtuvo más del 50% de los votos y superó el margen de victoria de Biden en 2020. Los internautas y los partidarios de Trump están elogiando a Scott Presler por hacer que Pensilvania vuelva a ser “republicana” mediante sus esfuerzos para conseguir votos en el estado durante los últimos años, especialmente en la comunidad amish.

La historia de Scott Presler

Presler ha sido un activista político conservador desde 2016, cuando se desempeñó como director de campo regional para el Partido Republicano de Virginia. Es abiertamente gay y fue cofundador de la coalición LGBTQ ‘Gays for Trump’ ese mismo año.

Se convirtió en voluntario de ‘ACT for America’, un grupo de defensa antimusulmán, al año siguiente. Ayudó a organizar eventos de ‘Marcha contra la Sharia’. Además, organizó eventos de limpieza urbana en Baltimore y Los Ángeles, donde decenas de voluntarios retiraron la basura de las calles.

Después de las elecciones de 2020, participó en las protestas de ‘Stop the Steal’ que desafiaban la legitimidad de la victoria de Joe Biden. También ayudó a difundir una amplia gama de teorías de conspiración, incluidas las que involucran a QAnon.

El influencer conservador ha acumulado casi 2 millones de seguidores en línea en su cuenta X bajo el lema ‘ThePersistence’, donde afirma: “Ayudé a derrotar a Hillary, Kamala y organicé la limpieza de Baltimore. Entregamos Pensilvania al presidente Trump”.

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Así fue como el activista galvanizó el voto de la comunidad Amish por Donald Trump

En 2021, Presler se instaló en Pensilvania, donde ha estado trabajando para conseguir que los votantes se registren y los ha animado a apoyar a Trump. Se centró en los sindicatos, los cazadores y, específicamente, en las comunidades Amish.

Para este último grupo, utilizó el caso de un granjero local cuya lechería fue allanada por las autoridades estatales por vender leche cruda, sin pasteurizar, sin permiso como ejemplo de extralimitación del gobierno. También se centró en la postura del Partido Republicano sobre la libertad religiosa y educativa junto con la desregulación de las empresas.

Ha habido publicaciones en las redes sociales que le atribuyen el registro de 180,000 votantes Amish solo en Lancaster. Eso sería sacar un conejo de la galera, ya que hay menos de 93,000 Amish de todas las edades en Pensilvania, y aproximadamente la mitad de ellos son demasiado jóvenes para ser elegibles para votar.

Demostrar la eficacia de sus esfuerzos para conseguir que la gente salga a votar también será una tarea ardua que requerirá una investigación minuciosa. Steven Nolt, director del Centro Joven de Estudios Anabautistas y Pietistas del Elizabethtown College en el condado de Lancaster, dijo a WHYY que solo un puñado de Amish vota, regularmente menos del 10% de ellos.

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