El Super Bowl llega finalmente a la 'capital del pecado', una ciudad de la que huyó por muchos años. El encuentro es irresistible: una dinastía o el regreso de un gigante.
Durante muchos años, la NFL se rehusó a voltear hacia Las Vegas. 'La ciudad prohibida'. Ya no más. La capital mundial del entretenimiento, que germinó milagrosamente en pleno desierto de Nevada, es hoy una meca deportiva. La industria ha aprendido a convivir con el mundo de las apuestas y los casinos a tal grado de que ahora trasladará uno de sus eventos insignia a un territorio otrora vedado. El Super Bowl aterriza en la reluciente 'Estrella de la Muerte' de los Raiders, un escenario espacial y arrebatador, con dos protagonistas que prometen épica. San Francisco 49ers y Kansas City Chiefs reeditarán en la 'ciudad del pecado' el Super Bowl LIV, el primero de Patrick Mahomes, los albores de la dinastía Reid que planea consolidarse definitivamente. Era la pre-pandemia; un mes después, el coronavirus obligaba a la cuarentena global y la fiesta de Miami pareció entonces tan lejana. Cuatro años después, el ciclo está (casi completo).
No le faltan ingredientes al Super Bowl LVIII. En realidad, casi a ninguno. La cuarta aparición de Mahomes y compañía en el gran partido. El retorno de los históricos 49ers. La atípica historia de Brock Purdy, lo más parecido a Tom Brady (por sus orígenes de perfil bajo, 7° selección global en 2022). El poder de Christian McCaffrey, a las puertas de su primer anillo. La colisión de genios estratégicos entre Kyle Shanahan y Andy Reid. El glamour (y rareza) de Las Vegas. Y, claro, la Taylorswiftmanía. Si la actual reina del pop llega a tiempo al partido será motivo de seguimiento, apuestas e indagación mediática. La saga Swift-Kelce llevará el partido a toda una nueva generación, lo que cumplirá con una de las grandes obsesiones de la NFL. Un récord de audiencia se aproxima. Y un Super Bowl con soundtrack Elvis Presley.
Puede ser que ahora la leyenda de Tom Brady no tenga punto de comparación, pero tuvo un comienzo casi profético que en el próximo Super Bowl se refleja en los rostros de Brock Purdy y Patrick Mahomes.
El hombre más ganador de todos los tiempos, y que el mundo nombra como The Goat, alguna vez fue poco conocido y descartado por todos. Brady no fue la primera opción de ningún equipo, de hecho ni la segunda, ni la tercera. Fue seleccionado en la sexta ronda por New England, cuando el draft de 2000 estaba por llegar a su final. Sin ningún tipo de glamour y más apegado a una formalidad burocrática, los Patriots notificaron a la National Football League la selección de Brady con el pick global 199. La decisión pasó casi desapercibida y no despertó el entusiasmo ni de sus propios aficionados.
En 2022, Purdy vivió una situación similar. Su nombre descendió hasta la posición 262. Purdy fue bautizado como 'Mr. Irrelevant', título que se le da año con año al jugador que es tomado con la última selección del draft colegial. Al igual que los Patriots en su momento, no se suponía que los 49ers fueran bendecidos por los dioses del football con un talento excepcional que nadie supo reconocer.
Luego de irrumpir la temporada pasada por una lesión del quarterback titular –mismo caso que Brady en 2001 cuando reemplazó a Drew Blesoe– Purdy condujo esta campaña a los 49ers al Super Bowl en apenas su segundo año dentro de la liga. Créalo o no, Brady también lo consiguió en su segunda campaña como jugador profesional de football.
Guiando una ofensiva de último minuto, Brady logró un memorable touchdown que le dio el triunfo a los Pats sobre los Rams, en esa campaña todavía con domicilio en St. Louis. De la misma manera en la que Bill Belichick intercambió a Drew Bledsoe para despejarle el camino a Tom Brady, Shanahan se desprendió de Jimmy Garoppolo y Trey Lance durante el receso de 2023.
Si bien las carreras de Purdy y Brady apenas se tocaron (un partido en 2023), ambos QB guardan múltiples similitudes.
Purdy está a un triunfo de otorgarle el sexto trofeo Vince Lombardi a San Francisco – el equipo preferido de Brady durante su infancia– y de unirse a TB12 como un ganador de Super Bowl en su segunda campaña dentro de la National Football League.
Convertido en el actual rostro de la NFL, y con uno de los contratos más lucrativos en la historia del deporte estadounidense, Patrick Mahomes es el más cercano perseguidor al legado de Tom Brady. En la misma temporada en la que el imperio que alguna vez construyeron los Patriots se terminó por desmoronar con la salida de Bill Belichick, Patrick Mahomes subió un escalón más en la pirámide de la grandeza.
Con 28 años de edad, Mahomes disputará su cuarto Super Bowl este 11 de febrero. Nunca, otro quarterback logró esa marca en tan corta edad. El pasador de los Chiefs está construyendo una carrera que seguramente terminará en el Salón de la Fama, además de estar en ritmo para superar lo hecho por Tom Brady.
Mahomes es el primer jugador en la historia en acumular cuatro super-domingos con menos de 30 años de edad. Con dos anillos de campeón en su mano, la trayectoria de Patrick Mahomes podría, potencialmente, desbancar a Brady como el mejor jugador que la NFL haya presenciado.
Cuando se comparan las primeras seis temporadas de las carreras de Brady y Mahomes, el quarterback de los Chiefs tiene la ventaja en victorias (temporada regular y postemporada), títulos de campeonato de la AFC, rating de pasador y proporción TD-INT. El único apartado en el que Brady actualmente tiene ventaja en ese tramo es una ventaja de 3-2 en títulos de Super Bowl, que Mahomes puede empatar con una victoria sobre los 49ers de San Francisco en un par de semanas en el Super Bowl LVIII.
La era de Tom Brady ha terminado, pero su legado es todavía fuente de inspiración para los quarterback de las nuevas generaciones que aspiran a dejar su huella en la liga más poderosa del mundo.
Es complicado definir qué jugadores se encuentran rankeados dentro de los mejores en su respectiva posición. Habrá quienes se basen únicamente en estadísticas; otros, en el impacto que generan dentro del terreno de juego, o bien por los muchos o pocos logros que tengan en su haber. Para ejemplo de lo antes mencionado, el de Patrick Mahomes.
El mariscal de campo perteneciente a los Chiefs, por meros números durante esta temporada, estaría por debajo de Josh Allen (Bills), Brock Purdy (49ers) y Dak Prescott (Cowboys), quienes ostentan mejores registros en cuanto a yardas, porcentaje de pases completos y QB Rating; no obstante, y luego de su performance en playoffs, ¿quién podría decir que no es el mejor de la liga y con qué pruebas?
Con esta información como precedente, y en vista de lo controversial que puede resultar definir quién está por encima de quién en la National Football League, hay un aspecto importante a destacar: la considerable diferencia de talento individual que hay entre cada plantilla. Año con año, la NFL entrega un listado con los 100 mejores jugadores, seleccionados por diversos elementos de cada franquicia, para después compilar los resultados y crear el ranking que se anuncia previamente al inicio de la campaña. Para esta ocasión, AS México utilizó dicho registro y las estadísticas individuales a lo largo de estos meses, para generar el siguiente contraste.
De acuerdo con el Top 100 de la NFL (agosto del 2023) y los números acumulados a lo largo de la campaña:
49ers
•Nick Bosa: 4to general de los 100, Top 1 en su posición (Edge).
•Trent Williams: 14 general, Top 1 en su posición (Left Tackle).
•Fred Wagner: 15 general, Top 1 en su posición (Linebacker).
•Christian McCafrey: 35 general + estadísticas actuales, Top 1 en su posición (Running Back).
•Kyle Juszczyk: No aparece en los mejores 100 de la NFL, pero por estadísticas actuales, Top 1 en su posición (Full Back).
•George Kittlle: 19 general, Top 2 en su posición (Tight End).
•Brock Purdy: No aparece en los mejores 100 de la NFL, pero por estadísticas actuales, Top 5 en su posición (Quarterback).
•Talanoa Hufanga: 78 general, Top 6 en su posición (Safety).
•Brandon Aiyuk: No aparece en los mejores 100 de la NFL, pero por estadísticas actuales, Top 9 en su posición (Wide Receiver).
•Dre Greenlaw: 79 general, Top 10 en su posición (Linebacker).
•Deboo Samuel: 61 general, Top 11 en su posición (Wide Receiver).
Chiefs
•Patrick Mahomes: 1 general de los 100, Top 1 en su posición (Quarterback).
•Travis Kelcey: 5 general, Top 1 en su posición (Tight End).
•Chris Jones: 10 general, Top 1 en su posición (Defensive Tackle).
•Harrison Butker: No aparece en los mejores 100 de la NFL, pero por estadísticas actuales, Top 5 en su posición (Kicker).
Desde su creación en 1921, la NFL ha contado en sus filas con equipos que hicieron historia por su manera de jugar. En 10 décadas, el futbol americano profesional de Estados Unidos ha podido mirar a clubes que se consolidaron con varios títulos en pocos años, lo que hoy en día conocemos como 'dinastías'.
Aunque no fue dentro de la era del Super Bowl, los Green Bay Packers de los años 30 conquistaron un total de cinco títulos, esto entre 1929 y 1939, lo que los convirtió en el primer gran equipo del deporte de las tackleadas. Casi 40 años después, ya en la era del Vince Lombardi como trofeo, Pittsburgh, de la mano de Terry Bradshaw, alcanzó la gloria cuatro veces en cinco años: hasta la fecha es la dinastía que más rápido ha obtenido la mayor cantidad de títulos posibles.
Para los años 80, ya con el fervor de la NFL a flor de piel no sólo en Estados Unidos, sino también en otros países como México, los San Francisco 49ers, con Joe Montana en los controles, obtuvieron también cuatro títulos, aunque ocurrieron en un lapso de ocho años, tres más que los Steelers setenteros.
Los Dallas Cowboys hicieron lo propio en la década de los 90, pero ellos únicamente ganaron tres cetros entre 1992 y 1995, incluyendo el par de campeonatos frente a los Buffalo Bills. Años más tarde, los New England Patriots acapararon las miradas con un trío de glorias (2002, 2004 y 2005), convirtiéndose en la primera Dinastía del nuevo milenio. Sin embargo, 10 años más tarde, Bill Belichick y Tom Brady volverían a ganar otros tres títulos más para la causa del club originario de Foxborough, pues en 2015, 2017 y 2019 alzaron de nueva cuenta el trofeo de monarcas en la NFL.
Ahora toca turno para Kansas City Chiefs, que en muy poco tiempo se ha convertido en el mejor de la época actual y podría igualar lo hecho por Dallas y Nueva Inglaterra.
El estandarte de la defensiva de los 49ers es Nick Bosa. El defensive end acabó la temporada regular como líder del equipo en sacks con 10.5 y buscará capturar a Patrick Mahomes en el Super Bowl LVIII para que San Francisco puedo colocar un sexto trofeo Vince Lombardi en sus vitrinas. La tarea no será sencilla para Bosa y compañía porque deberán tener un ojo en los acarreos de Isiah Pacheco y otro en los lanzamientos del quarterback.
La primera vez que Bosa enfrentó a los Chiefs fue en el Super Bowl LIV y el egresado de Ohio State no decepcionó. Aunque estaba en su año de novato, participó en el 77 por ciento de las jugadas del partido y registró cinco tackleadas, un pase defendido, provocó un fumble y registró un sack. Sin embargo, Mahomes se encargó de generar 21 puntos en el último cuarto para que Kansas City se impusiera 31-20.
Ahora la situación es distinta. En 2020 enfrentó a Eric Fisher y a Mitchell Schwartz, quienes se combinaron para un solo castigo, pero en 2024 deberá lidiar con Jawaan Taylor y Donovan Smith como tackles. Estos últimos dos han sufrido muchos castigos durante 2023 y podrían liberar el espacio para Mahomes al no querer recibir pañuelos amarillos en contra. Taylor sumó 19, nueve de ellos fueron salidas en falso y siete holdings, durante la temporada regular. Por su parte, Smith sólo sufrió seis castigos en contra.
Además, contará con Chase Young en el lado opuesto de la línea. Ambos linieros coincidieron durante su etapa universitaria en Ohio State y Young llegó a San Francisco a media temporada en un canje con los Washington Commanders. Si algo debe preocupar a Patrick Mahomes en el Super Bowl LVIII es el front seven de los 49ers.
Patrick Mahomes y Brock Purdy buscarán comandar a sus equipos a la victoria en el Super Bowl LVIII en una auténtica lucha de juventud contra experiencia. Si bien en el papel los 49ers son los favoritos para llevarse el Vince Lombardi, cuando hablamos de su principal eje de ataque, como lo son sus quarterbacks, la historia podría inclinarse en favor de los Chiefs.
Mahomes busca el bicampeonato y el reconocimiento en lo que parece una consolidación de una nueva dinastía en la NFL. Durante la temporada regular acumuló 401 pases completos con 4,183 yardas aéreas, consumó 27 pases de TD y sufrió 14 intercepciones; mientras que en los playoffs, durante los tres juegos disputados, sumó cuatro pases de touchdown, con 718 yardas por pase y un porcentaje de pases completos del 68%.
Por su parte, Purdy quiere dejar atrás la etiqueta de ‘Mr. Irrelevant’ y no hay mejor oportunidad que la de ahora. Este año sumó 308 pases, completos con 4,280 yardas aéreas, y alcanzó 31 pases de TD, pero sufrió 11 intercepciones; en los dos juegos de playoffs que ha disputado este año apenas logró dos envíos para TD, con 519 yardas por pase y una efectividad del 61.4%.