Jacob deGrom reescribe la historia en cada apertura
El dos veces ganador del Cy Young, Jacob deGrom de los Mets de Nueva York, salió lesionado el viernes, pero no se prevé que se pierda una salida.
El problema que enfrenta un pitcher que ha ganado el Cy Young en dos de las últimas tres temporadas, es que cada vez que sube al montículo tiene que lidiar con expectativas ridículamente elevadas.
La campaña 2021, sin embargo, le ha demostrado al mundo del baseball que ninguna expectativa es lo suficientemente elevada cuando se trata de Jacob deGrom.
La noche del viernes, el as de los Mets, Jacob deGrom lo hizo de nuevo al retirar seis innings en blanco con apenas un imparable y 10 ponches antes de salir del triunfo ante los San Diego Padres con molestias en el flexor. El manager Luis Rojas declaró el sábado que una resonancia magnética no reveló problemas estructurales y no se prevé que se pierda su próxima apertura.
La actuación del viernes ante los Padres fue dominante en todo sentido, el único imparable que admitió fue un sencillo de Wil Myers contra la formación especial y sus 10 ponches representaron la quinta ocasión en sus 10 aperturas esta temporada con al menos 10 abanicados. Otro día en la oficina para “deGoat”.
Al ponchar a Fernando Tatis Jr., nada menos, en el cuarto inning del juego del viernes, deGrom llegó a los 100 chocolates en la campaña, cifra para la que necesitó trabajar únicamente 61 entradas y un tercio. Si alguien se lo pregunta, esa es la menor cantidad de entradas requeridas para alcanzar el centenar de ponches en Grandes Ligas desde que el montículo se colocó en su distancia actual de 60 pies y 6 pulgadas en 1893.
Intratable
En el duelo contra los Padres, deGrom firmó su sexta apertura de la temporada en la que no permite una carrera limpia y de hecho ha concedido apenas cuatro en toda la temporada, dejando su efectividad en un minúsculo 0.56. Para poner esa cifra en perspectiva, su porcentaje de carreras limpias es el más bajo para un abridor luego de 10 aperturas en la historia. Hay que leer la oración pasada dos veces para entender lo que está haciendo el astro de Nueva York.
DeGrom ha resultado ser un acertijo indescifrable para las ofensivas rivales, al grado que se encamina a firmar una de las temporadas más dominantes a la fecha. En sus 10 salidas este año, no ha habido una sola ocasión en la que trabaje menos de cinco entradas y tiene una sola apertura en la que ha concedido más de tres imparables. Su peor racha de la campaña fue un lapso de tres inicios entre el 28 de abril y el 25 de mayo en los que concedió siete hits, tres carreras limpias y regaló tres bases por bolas. En total.
Por si eso no fuera suficiente, la tarde del viernes disparó un sencillo productor de dos anotaciones para dejar su promedio de bateo en .400. Y si se lo preguntan, deGrom tiene cinco carreras impulsadas en la actual temporada, es decir una más de las que ha admitido en todo el año.
Los Mets tienen un unicornio al frente de su rotación. Pensar en otra definición sería tan absurdo como pensar en conectarle una recta.