La violencia doméstica contra las mujeres, tristemente, es un problema latente en millones de hogares en el mundo. No es exclusivo de pueblos, razas, ocupaciones, o estilos de vida. En su reporte de marzo de 2021, la Organización Mundial de la Salud dio un parte actualizado de los alcances de tal abominación: al menos un 27% ha sufrido de violencia sexual y/o física de parte de su pareja, 38% de los asesinatos de mujeres son cometidos por su pareja, y más de una cuarta parte de las mujeres de entre 15 y 49 años que han tenido una relación sentimental han sido objeto de violencia sexual y/o física al menos una vez en su vida desde los 15 años.

El mundo del deporte no escapa a la tendencia global. La violencia machista cobra víctimas y vidas cada día y es importante entender que la industria deportiva no es una burbuja en la que los problemas sociales no tienen cabida. Los ejemplos sobran y bastan para desmentirlo. Y es cierto que todos los casos de violencia machista son denunciables y notorios por igual, pero no todos escalan a la esfera mediática, por ninguna razón justificable, por supuesto.

Esta es una recopilación que pretende rescatar ejemplos que sacudieron al mundo del deporte en su momento, no como una selección aleatoria, sino como una alerta. Una forma de evitar que la lacra se siga repitiendo es recordar, repasar, volver a denunciar. Algunos casos, se resolvieron; otros jamás vieron al culpable cumplir condena. Una estructura machista que desciende desde la procuración de la más elemental justicia y que empapa, por supuesto, al deporte, incluida su acepción latinoamericana. La memoria histórica como herramienta de cambio y denuncia.

Para infortunio de la reputación de MLB, la liga es la que más casos documentados y penados tiene. Un histórico pelotero, José Canseco, lidera la lista; mas al haber jugado en una época con medidas más laxas (entre 1985 y 2001), sus múltiples acusaciones de violencia doméstica quedaron impunes.

Con la instauración de la política contra la violencia doméstica en 2015, los casos comenzaron a castigarse con más rigor y la imposición de suspensiones se convirtió en la norma. Las nuevas normas de las Mayores se inauguraron con Aroldis Chapman, quien fue seguido por los mexicanos Roberto Osuna y Julio Urías.

El problema no cesa. Tras el caso de Domingo Germán, lanzador de los Yankees, el cubano Randy Arozarena enfrentó cargos en México al término de la campaña 2020 y, al momento de la redacción de este especial, Marcell Ozuna se encuentra detenido por agredir a su pareja.

Otras disciplinas en las que hay varios casos de violencia intrafamiliar son los deportes de contacto. El más reciente evento aconteció en Puerto Rico, cuando el boxeador Félix Verdejo se entregó a las autoridades por el asesinato de una mujer. Previamente, peleadores de la talla de Óscar de la Hoya y Héctor 'Macho' Camacho enfrentaron procesos judiciales. En el caso del 'Macho', asesinado en 2012 antes de ser enjuiciado, recibió alegatos por violación y violencia contra menores, respectivamente.

Otro caso tristemente célebre es el del boxeador venezolano Edwin Valero. En marzo de 2010, su esposa ingresó a un hospital; presentaba varios hematomas y una perforación en un pulmón, producto de costillas rotas. Un mes después del incidente, la pareja se hospedó en un hotel de Caracas y, por la madrugada del día de su llegada, Valero confesó a la policía y al personal de seguridad del edificio que había asesinado a su esposa en la habitación. El pugilista se suicidó en la cárcel, poco después de haber sido detenido.

Carlos Monzón, uno de los grandes boxeadores de la historia, también protagonizó un episodio funesto. Fue en febrero de 1988, cuando lanzó a su esposa Alicia Muñiz desde uno de los balcones de su casa en Mar del Plata. El pugilista argentino fue declarado culpable de homicidio y condenado a 11 años de prisión. Murió en 1995, en un accidente automovilístico, mientras volvía al penal después de un permiso para pasar el fin de semana con su familia.

El fútbol tampoco queda exento en cuanto a casos de violencia intrafamiliar. Numerosos episodios se han presentado en jugadores o exjugadores latinoamericanos. A continuación te presentamos un recuento de algunos de los casos más recordados y cómo fueron sus respectivos desenlaces.

Renato Ibarra

El pasado 5 de marzo de 2020, el entonces jugador del Club América fue señalado por Lucely Chalá por violencia doméstica. Un par de días después, el futbolista ecuatoriano fue trasladado al Reclusorio Norte, pues se le elevaron cargos de ‘tentativa de homicidio’ y ‘tentativa de aborto’. Al final únicamente se quedó el de ‘violencia familiar’.

Unos días después, en la segunda audiencia del caso, Lucely Chalá se retractó y aseguró que Ibarra no la agredió. “No, no me agredió físicamente. No recuerdo haber dicho eso en la entrevista que me hicieron”, declaró. Después, Ibarra salió libre y pudo conseguir un nuevo contrato en la Liga MX, con Atlas.

Diego Armando Maradona

El legendario futbolista argentino estuvo en la mira en al menos un par de ocasiones por supuestas agresiones hacia Rocío Oliva, su última pareja. La primera de ellas surgió en 2014 y se dio a conocer en un video grabado por Oliva en Dubái. “¿Seguís mirando tu teléfono?”, se le escucha decir a Maradona mientras Rocío le pide que se detenga: “¡Pará, pará, dejá de pegar, Diego”. El segundo caso fue en 2017, en Madrid, cuando un empleado del hotel Eurostar llamó a la policía para informar sobre una presunta agresión de Maradona a su esposa. Sin embargo, cuando las autoridades llegaron, Oliva negó todo. Rocío Oliva no presentó cargos en ninguno de los dos casos.

Freddy Guarín

El pasado mes de abril la liga colombiana se vio sacudida por un episodio de violencia intrafamiliar en el que se vio directamente involucrado el futbolista Fredy Guarín. En videos que circularon en redes sociales, el exjugador del Porto fue captado con sangre en la ropa mientras era detenido por la policía local. Reportes detallaron que el futbolista habría golpeado a su padre. Además, de acuerdo con investigaciones, Guarín habría estado bajo el efecto de sustancias prohibidas en esos momentos.

Otros casos en el fútbol

Pablo Armero: Detenido en 2016 por la Policía de Miami tras supuesta agresión a su pareja María Elena Bazán. Fue arrestado y condenado por lesiones personales. A los pocos días pagó 1,500 dólares de fianza y salió libre.

Rafael Santos Borré: El delantero de River Plate recibió una denuncia por violencia física en 2018. De acuerdo con informes, la denuncia de Romina Elizabet Ré no trascendió, pues llegaron a un acuerdo extrajudicial.

Ricardo Centurión: En 2017 fue denunciado por su entonces pareja, Melisa Tozzi, por “violencia verbal y física”. Centurión recibió una restricción perimetral, pero tiempo después el caso fue archivado.

La MLB es punta de lanza en el ejercicio de medidas en contra de la violencia doméstica. La liga puso en marcha su mecanismo en 2015, que también contempla incisos para sancionar el abuso sexual e infantil. La NFL implementó su política en 2014 a raíz del caso de Ray Rice (grabado mientras golpeaba a su esposa en un ascensor) y sus castigos van de suspensiones de múltiples partidos hasta vetos indefinidos. La NBA también tiene un protocolo que estrenó en 2017, el cual no ha castigado a ningún latinoamericano hasta el momento.

MLB y NBA ofrecen terapia psicológica a las víctimas y permiten investigaciones independientes para esclarecer los hechos y designar responsabilidades. En el otro extremo se encuentran NHL y MLS, que no han creado aún medidas de protección específicas.

Otra organización que sanciona la violencia doméstica de manera interna es WWE: a través de su sitio web advierten de castigos que pueden llegar hasta la rescisión de contrato. Desafortunadamente, UFC no ha establecido una política al respecto.

La FIFA recién ha comenzado a tomar conciencia del problema. En mayo de 2020, la Federación anunció una alianza con la Organización Mundial de la Salud y la Comisión Europea denominada #SafeHome. La campaña, más allá de un esfuerzo comunicativo apoyado por estrellas de fútbol en retiro y activos, consistió en enviar kits informativos a cada una de las 211 asociaciones miembro de FIFA para instarles a diseñar políticas en sus respectivos entornos. Sin embargo, la Federación tampoco tiene una política oficial homogenizada para consignar la violencia doméstica en la industria del fútbol global.