Los 40 USA
NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

TAMPA BAY BUCCANEERS

Bucanero oficial: Antonio Brown firma con Tampa Bay

El explosivo receptor, en toda la extensión de la palabra, es la más reciente arma en el arsenal de Tom Brady.

Estados UnidosActualizado a
El explosivo receptor, en toda la extensión de la palabra, es la más reciente arma en el arsenal de Tom Brady.
John TlumackiThe Boston Globe via Getty Images

Los Buccaneers han ganado cuatro de sus últimos cinco juegos de la mano de un Tom Brady que tiene 15 pases de touchdown por una sola intercepción en ese lapso. Más importante aún, Tampa Bay ganó también en las trincheras de la agencia libre al sumar a otra peligrosa —e impredecible— arma a un arsenal de por si repleto.

Al firmar oficialmente a Antonio Brown la mañana del martes, los Bucs han abierto toda una baraja de posibilidades que le facilita enormemente el trabajo a su quarterback de 43 años. No es que lo necesite mucho, después de todo la química con Rob Gronkowski (22 recepciones, 280 yardas y 2 TDs) está de regreso, Mike Evans (25 recepciones, 318 yardas y 6 TDs) y Chris Godwin (25 recepciones, 279 yardas y 2 TDs) siguen tan explosivos como siempre y en el hasta hace poco desconocido Scott Miller (22 recepciones, 365 yardas y 2 TDs) ha encontrado un valioso aliado.

Lo anterior deja en claro el magistral trabajo que ha hecho Brady a la hora de repartir el pastel, atendiendo a sus cuatro invitados con porciones prácticamente idénticas.

Entonces, ¿dónde encaja Antonio Brown en esa ofensiva?

Con 32 años de edad y una temporada fuera de la liga, Brown aparentemente llega como un actor de reparto y no con papel protagónico a Tampa Bay, donde tendrá que ganarse cada una de sus jugadas y demostrar en cada práctica que merece que el balón vuele en su dirección. El talento y su ética de entrenamiento no están en duda, nunca lo han estado. Pero es su capacidad de desprenderse del ego y colgarlo en la puerta de entrada donde está el riesgo para los Bucs.

Más allá que poner el balón en sus manos, la tarea principal de Brady y el coach Bruce Arians será venderle a su nuevo receptor el concepto del bien colectivo sobre el bien individual.

¿Será esto suficiente para el volátil Brown? Habrá que verse, en especial de la manera en que está estructurado su contrato.

De acuerdo con un reporte de Sports Illustrated, Brown firmó por un salario base de 1.416 millones, prorrateado a las últimas semanas representa algo así como 750.000 dólares. Además, recibe 31.250 por cada juego que esté activo (250.000 para la temporada), y un cuarto de millón adicionales por cada uno de los siguientes incentivos: seis touchdowns, 650 yardas y 45 recepciones, todo esto ligado además a una aparición en playoffs. Si Brown aparece en el 35% de las jugadas ofensivas y los Bucs ganan el Super Bowl, se embolsa 750 mil dólares adicionales.

En resumidas cuentas, Brown tiene que promediar 5.6 recepciones, 81.25 yardas y 0.75 touchdowns por juego para obtener 750 mil dólares adicionales, motivo suficiente como para mantenerlo en línea, aunque también podrían ser el incentivo que lo lleve a exigir más balones en su dirección y apretar el botón de demolición dentro del camerino.

Según diversos reportes, Arians le “leyó la cartilla” a Brown el lunes diciéndole a Fox Sports que “o eres un jugador de equipo o te vas”, que es básicamente lo que el resto del equipo quiere escuchar sobre el recién llegado, que viene a sumar y no a dividir.

Pero, ¿qué pasaría si Antonio Brown se comporta como Antonio Brown?

Lo más sencillo es cortar el hilo por lo más delgado, pero eso también podría crear un conflicto latente entre Arians y la persona responsable de que Brown esté en Tampa Bay en primer lugar, Brady, quien desde que firmó con los Bucs hizo labor de cabildeo para firmar a AB. Si el experimento no funciona podría desatarse una lucha de poderes.