Brilla el pitcheo entre New York Yankees y Tampa Bay Rays
Los Rays rompieron con la racha de 12 duelos al hilo en el inicio de campaña de los Yankees con al menos un cuadrangular, limitándolos a dos hits.
Tampa Bay Rays se llevaron el primer duelo de la serie contra New York Yankees por una carrera en un encuentro que se movilizó según se marcó el compás desde el centro del diamante para ambas novenas.
Para los Rays, fue el momento del zurdo Blake Snell de subir al montículo. El Cy-Young de la Liga Americana de 2018 perdió a DJ LeMahieu en el primer turno al bate regalándole una base por cuatro bolas malas, pero hasta allí llegó la gravedad. Al jonronero Aaron Judge lo dominó con un chocolate como lo hizo con sus demás ponches, engañando con la curva. Aaron Hicks recibió la misma receta y Giancarlo Stanton se perdió el contacto de una recta.
El primer encuentro que los Yankees pierden contra una novena de la AL Este, lo inició el japonés Masahiro Tanaka, quien se vio en buena forma en su segunda salida al montículo esta temporada, luego de sufrir una contusión cerebral en una práctica de los Yankees en el verano. El diestro retiró a dos Rays en el orden, Yandy Díaz le conectó su primer imparable de la noche, pero sacó la entrada enfrentando a cuatro bateadores.
En la segunda y la tercera entrada, ambos serpentineros colgaron el cero una vez más, dominando la loma con el control de sus lanzamientos. Para no fatigar el brazo de Snell, que se perdió la última fase de 2019 por una cirugía en el codo izquierdo, entró el relevo Andrew Kittredge, dejando al abridor con una línea de 3.0 IP, 5 K y 2 BB. Kittredge hizo lo propio manteniendo el cero por dos episodios.
Tanaka, en el montículo manejado por Aaron Boone, no volvió a permitir jugadores en las bases desde el primer episodio. Retiró la cuarta y quinta entrada en orden y se fue del partido tras cinco completas, con un imparable permitido y cinco ponches.
Pete Fairbanks, aunque con poco tiempo en el montículo, ayudó a los Rays. Permitió un imparable a DJ LeMahieu, pero cerró la entrada con un doble play a Aaron Judge.
El mexicano Luis Cessa también apareció por los Yankees. Luego de permitir un doblete ante su primer bateador, Kevin Kiermaier, dominó con elevado al jardín izquierdo, ponche y otro elevado a la tercera base, incluso cuando Kiermaier había avanzado a la antesala en un lanzamiento descontrolado de Cessa.
Oportunidad para New York
La ofensiva de los Yankees tuvo su oportunidad en la séptima alta, pero no lo aprovecharon. Hicks y Stanton negociaron boleto a Diego Castillo. Voit elevó de foul y habiendo pasado tres bateadores de los visitantes, Kevin Cash no titubeó: llamó al bullpen para traer a Nick Anderson, que no ha permitido carreras en la campaña. Con un elevado de sacrificio de Gleyber Torres, Hicks pasó a la tercera y después Gio Urshela negoció boleto para llenar las bases. Desperado por hacer contacto con el swing de poder, Gary Sánchez se fue ponchado con la recta de cuatro costuras.
Cessa dominó su último episodio sin permitir corredores en las bases, y Cash trajo para los Rays a Chaz Roe, ganador del partido. Nuevamente los Yankees tuvieron la oportunidad al iniciar la octava alta con un doblete de Mike Tauchman, pero a la siguiente jugada, con un roletazo de LeMahieu al parador en corto, el corredor optó por irse a la antesala, donde Willy Adames lo puso fuera.
Carrera impulsada de cumpleaños
Los Rays, por otro lado, pudieron concretar los batazos necesarios para cruzar el plato. Con Adam Ottavino en la loma, Yoshi Tsutsugo inició con boleto negociado y Kiermaier repitió. Un lanzamiento desbocado de Ottavino al que Sánchez no estuvo muy atento propició que Tsutsugo avanzara a la antesala. Michael Pérez, en su cumpleaños número 28, elevó como pudo al jardinero central Aaron Hicks para que, en pisa y corre, Tsutsugo pudiera anotar la primera y única carrera del partido.
Al final, los Yankees, que terminaron con la racha de 12 partidos conectado al menos un cuadrangular en el inicio de la temporada reducida, fallaron con Stanton, Voit y Torres en un partido en el que el control en la loma dominó la fuerza con la que se blande la madera.