El resurgir del Fénix
Lo que más rabia da, no solo en el Barça sino en la vida en general, no es perder, sino cómo se pierde y esa es la razón por la que están cabreados los culers, por la miserable imagen llena de despropósitos desde que volvió el fútbol y un trozo de vida con él.
¿Qué estará pasando en ese vestuario para que algunos de los mejores jugadores del mundo no sepan hablar entre ellos y ganar?.
La falta de liderazgo desde que se fue Pep el grande, ha quedado patente. Líder no es ni significa ser el mejor jugador del mundo que lo tiene el Barça y es argentino, ni ser un empresario que crea competiciones de tenis.
Líder es la persona a la que todos miran cuando todo falla. La que coge el toro por los cuernos y la que da ejemplo a los que le rodea.
Uno no es líder si llega al campo en bicicleta o si nunca habla. Que vean cómo es Lebron James durante un partido y verán lo que es ser un líder de verdad.
Quedan cuatro partidos para ser campeones de la Champions más triste y descafeinada de la historia pero solo quedan cuatro y ahora, en el último partido, se ha atisbado unas pequeñas pizcas de lo que fue el Barça.
Se cerró la peor liga de la historia con un VAR más blanco que un merengue de domingo y ahora, lo único que tiene que hacer Messi, de una vez, es erigirse como el Ave Fenix que siempre quisimos que fuera.