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Michael Jordan llora a Kobe Bryant

Estados UnidosActualizado a

La NBA ha cerrado el duelo a Kobe Bryant. Una tragedia terrible, dolorosa, que conmovió a los más populares y poderosos personajes del deporte, la política, y el espectáculo, y de la que sólo nos faltaba ver llorar desconsoladamente al más grande de todos los tiempos. Hasta ayer.

Michael Jordan, bañado en lágrimas, dijo: “yo sólo quise ser el mejor hermano mayor posible para él”. Con esa frase el mundo comprendió la hermandad que existió entre ambos, tan estrecha que los llevaba a tener conversaciones telefónicas de madrugada, hablando, por supuesto, de basquetbol, pero también de la familia y los negocios.

Kobe llegó a los Lakers, el equipo del Magic Johnson, del “Show Time”, pero su adoración fue Michael. A quien admiraba, imitaba y a quien deseaba retar, era el héroe de los Chicago Bulls

Vivieron una rivalidad perfecta. Cuando Kobe arribó a la liga en 1996, MJ tenía menos de un mes de haber derrotado a Shawn Kemp y Gary Payton de los Seattle Sonics, para el cuarto de sus seis títulos. Posteriormente el doblete de Michael sobre Malone y Stockton del Jazz, cerró su leyenda, y sirvió también para el crecimiento y madurez de Kobe, el nuevo monarca.

El relevo de mando y liderazgo fue tan perfecto que incluyó al genio estratega, el coach Phil Jackson. Con él los Bulls ganaron seis títulos en igual número de finales. La salida de Michael y desintegración de aquellos Bulls fue en el 99, momento en el que Jackson hizo el cambio a los Lakers de Kobe y Shaq, ganaron tres finales, dos más con Kobe ya sin O´Neal.

La realidad es que Kobe ha sido lo más parecido a Michael Jordan. De admirable nivel atlético, un virtuoso en la aclamada labor de atacar violentamente el aro, pero sobre todo, un tremendo campeón.

Inicia ahora un violento y penoso proceso legal, tras el anuncio de la demanda interpuesta por la viuda de Kobe, Vanessa Bryant, por homicidio culposo en contra de la compañía que operaba el helicóptero en el que perdieron la vida, su hija Gianna, y su marido Kobe. La neblina de aquel domingo 26 de enero era tan densa, que no alcanzaba los estándares mínimos de visibilidad para autorizar el vuelo.

¿Por qué despegó, quien lo autorizó, porque se rompieron los protocolos de seguridad?, y muchas preguntas más.

El proceso legal es otra historia. El lunes se rindió un merecido y pendiente homenaje al hombre que conquistó la generación actual de basquetbolistas del mundo. El héroe de los jugadores siglo XXI fue Kobe Bryant, porque la era de

Michael Jordan ha pasado a ser una generación que hoy tiene cuarentas o más de edad.

Si usted camina por las canchas públicas de los lugares emblemáticos al basquetbol popular, de México y el mundo, los jerseys de adoración son #8 y #24.

Este homenaje fue un ejercicio necesario y valioso. Fue como poder asistir al funeral de un amigo muy querido, a despedirlo.

Porque, como dijo Michael Jordan, “cuando Kobe murió, una parte de mí también murió”.