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NFL

El legado Philip Rivers: Nadar para morir en la orilla

El quarterback de los Chargers tiene una carrera de 16 años en la liga repleta de grandes estadísticas y sonoras decepciones.

Estados UnidosActualizado a
El quarterback de los Chargers tiene una carrera de 16 años en la liga repleta de grandes estadísticas y sonoras decepciones.
PEDRO PARDOAFP

Abajo por siete puntos, menos de un minuto en el reloj y con el balón en la yarda 25 de su propio terreno, Philip Rivers encontró a Mike Williams en una conexión de 50 yardas que iluminó de esperanza a los Chargers.

Medio minuto después, Rivers escribió un nuevo capítulo en lo que se ha convertido un oscuro legado: Lanzar una intercepción y perder un juego que bien pudo haber sido para el otro lado. Tan solo una noche más en la carrera de un veterano de 16 temporadas con la mira fija en Canton.

La derrota 24-17 del lunes ante los Chiefs colocó a los Chargers con marca de 4-7 y ciertamente un paso más cerca de la eliminación apenas meses después de avanzar hasta la ronda divisional de playoffs. Todas las siete derrotas de Los Angeles esta campaña han sido por siete puntos o menos.

Es, sin duda, un escenario conocido para Rivers, quien llegó a 61 derrotas por siete puntos o menos a lo largo de su carrera, la mayor cantidad para un quarterback titular en la era del Super Bowl.

No anotar en la zona roja, perder e balón. Eso es lo que te derrota”, reconoció Rivers al finalizar el encuentro. “Eso es lo que nos ha vencido todo el año”.

Los Chargers no han conseguido más de 24 puntos en ninguna de sus siete derrotas de la temporada, en las que Rivers acumula 9 pases de touchdown y 12 intercepciones y Los Ángeles tiene efectividad de apenas el 41% (10 de 24) en sus viajes a la zona roja en ese lapso.

La marca de 45-61 en juegos decididos por siete puntos o menos y el hecho de ser el único quarterback titular de la clase del Draft de 2004 (Eli Manning y Ben Roethlisberger) sin un anillo de Super Bowl son etiquetas que perseguirán al pasador de 38 años por siempre.

La cuarta intercepción de Rivers el lunes en el Estadio Azteca de la capital mexicana, un pase robado por Daniel Sorensen en las diagonales, significó el séptimo balón que entrega en las últimas dos semanas, por mucho la mayor cantidad en la carrera de Rivers en un lapso de dos juegos.

Se trata de la 14ta intercepción de su temporada y la número 292 de su carrera (lugar 31 en la historia) en una categoría en la que ha encabezado dos veces a la NFL a lo largo de su trayectoria.

Es un juego de football, ¿saben? Si pudiera elegir y no lanzar ninguna, elegiría lanzar cero”, dijo Rivers al final del encuentro ante Kansas City. “Ciertamente no me gusta lanzarlas. Ciertamente es algo que nos está perjudicando en este momento”.