Peyton Manning, el Ying del Yang de Tom Brady en la NFL
Después de 17 temporadas, el monarca de la “Familia Real” de la liga se retiró como el pasador más prolífico, y uno de los más respetados, de la historia.
Durante buena parte de dos décadas la NFL se redujo a dos, y sólo dos nombres: Peyton Manning y Tom Brady. Manning se quedó con prácticamente todos los récords en su momento, Brady tuvo que “conformarse” con los anillos.
Ser la mitad más prolífica en una rivalidad que define a la NFL del Siglo XXI no está del todo mal. Manning aún posee, o tuvo en su momento, todos los récords para un pasador. Ya sea para una sola temporada o a lo largo de su carrera. Y lo hizo a pesar de combatir lesiones en el cuello, la espalda y la rodilla que lo mermaron sistemáticamente durante el último lustro de su brillante trayectoria.
Es tarea complicada encontrar el rasgo que mejor defina el legado de Manning.
Puede ser su prominencia dentro de la “Familia Real” de quarterbacks de la NFL _ junto a su padre Archie y su hermano Eli.
Puede ser la potencia y precisión de su brazo derecho, que le dio dos títulos de Super Bowl, cinco premios de MVP, siete nombramientos All-Pro, el comandante de la ofensiva más prolífica de la NFL (2013), en la que acumuló 5,477 yardas y 55 pases de touchdown_ ambos récords vigentes de la liga.
Tal vez sea una mente tan ágil y veloz como nunca lo fueron sus piernas. Manning fue capaz de diseccionar con precisión quirúrgica a casi cualquier defensiva gracias a sus excelentes lecturas y logró perfeccionar la ofensiva sin reunión gracias a su incomparable capacidad para dominar el libro de jugadas. Todo resumido en un inmortal grito: “Omaha, Omaha”.
O posiblemente solo sea cuestión de carisma y una presencia mediática sin precedentes. Sin haber visto nunca un contrato de publicidad que no le agradara, Manning se convirtió en uno de los rostros más reconocibles de la historia de la NFL con incontables apariciones en comerciales y como conductor de eventos.
Quizá algunos recuerden a Manning a través de la historia como un jugador que, a pesar de gozar éxitos sin igual durante la campaña regular, pasó todo tipo de problemas en playoffs como lo muestra su pedestre marca de 14-13 y un rating de 87.4. Aunque, esos números no cuentan toda la historia. A fin de cuentas, Peyton es el único quarterback en ganar Super Bowls como titular con dos franquicias distintas y el único jugador en llegar al máximo escenario con cuatro coaches diferentes.
Lo más probable es que sea mejor recordado como el Ying al Yang de Brady. El Federer a su Nadal, el Batman a su Joker… Bueno, el punto está claro. Brady presume un récord a su favor de 11-6 en los enfrentamientos directos de temporada regular. Sin embargo, Manning sacó la mejor parte al momento de ganar o morir, con marca de 3-2 sobre Brady en playoffs, incluyendo 3-1 en finales de Conferencia.
Manning y Brady comparten muchas virtudes, éxitos e historias entrelazadas, todo ello marcado siempre por el respeto.
“Para mí, él es el mejor de todos los tiempos”, dijo Brady alguna vez sobre Manning. “Todo lo que ha logrado y la manera en que estudia, la manera en que se prepara. Además de que también tiene un instinto asesino. He tenido la fortuna de estar a su lado en muchas ocasiones y siempre la pasamos bien; tenemos una gran relación y es mi amigo. Alguien a quien veo y admiro porque siempre quiere mejorar, siempre quiere ser mejor y no se conforma con nada menos que lo mejor”.
Listo, solo se necesitaba de alguien como Manning para definir a Manning.