Max Scherzer se adueña de la liga con un junio memorable
Después de un lento inicio de temporada, el as de los Nationals se ha vuelto a mostrar como el pitcher más dominante de la Gran Carpa.
Hay deportistas que juegan con la emoción a flor de piel, capaces de alcanzar un nuevo nivel de intensidad frente a la crítica o la adversidad.
Algunos les llaman ganadores, otros simplemente les dicen por su nombre: Max Scherzer.
En algún momento de la temporada, el as en la rotación de los Washington Nationals llegó a tener foja de 2-5 y su porcentaje de carreras limpias admitidas alcanzó niveles de un simple mortal en 4.45, alimentando los rumores de que sus 34 años de edad, de sus 12 temporadas en Grandes Ligas o de sus más de 1200 entradas en sus últimos seis años, le habían cobrado factura.
Después de lo que ha hecho en sus últimas ocho aperturas, nadie volverá a dudar de “Mad Max”.
La tarde del domingo, Scherzer lanzó una joya de 8 innings de una carrera, cuatro hits y 14 ponches en contra de su exequipo, los Detroit Tigers, para ganar su sexta decisión consecutiva. Para cualquier jugador, una actuación así sería memorable. Para Scherzer es solo la norma.
Durante sus seis aperturas en el mes de junio, Scherzer tuvo marca de 6-0, una microscópica efectividad de 1.00, redujo su porcentaje de carreras limpias en la campaña de 3.26 a 2.43 y acumuló 68 ponches, la mayor cantidad para un lanzador con efectividad de 1.00 o menor en un mes en la historia.
Scherzer, conocido por su heterocromía (tiene un ojo café y el otro azul) ha sido particularmente dominante desde que añadió una nueva tonalidad a la región ocular cuando le quedó un ojo morado después de fracturarse la nariz intentando un toque de bola durante una práctica de bateo hace un par de semanas. En sus tres aperturas desde entonces, el derecho de 34 años ha permitido dos carreras en 23 innings de labor con 34 ponches y dos bases por bolas.
Si ampliamos el periodo de estudio a los ocho inicios posteriores a su última derrota, Scherzer acumula 57 innings, 83 ponches y apenas ocho bases por bolas y una efectividad de 0.95. Impresionante incluso cuando se trata de Scherzer.
El as de los Nationals tiene una reputación como uno de los competidores más intensos de las Grandes Ligas y eso quedó nuevamente en evidencia el domingo ante los Tigers. Desde que firmó con los Nationals como agente libre previo al inicio de la campaña de 2015, el derecho ha enfrentado dos veces a su exequipo. Su total en esas dos aperturas: 34 ponches y 0 bases por bolas. El precio de ahorrarse unos cientos de millones de dólares.
El dominio de Scherzer ha sido tal desde su debut en 2008 que encabeza a todos los pitchers en activo con 90 partidos con al menos 10 ponches, 16 más que su más cercano perseguidor, Chris Sale, y más del doble que el sexto lugar en la lista, su compañero Stephen Strasburg. Para ponerlo en una justa proporción. Desde la fecha en que debutó Scherzer, los Phillies han tenido 84 aperturas de al menos 10 ponches _ seis menos que Mad Max _ y los Orioles apenas 20.