Curazao, el regreso de la Cenicienta de las Antillas
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La Selección caribeña, la gran sorpresa de la Copa Oro que enfrentará a Estados Unidos en los cuartos de final, tiene una dilatada historia en el fútbol internacional

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Curazao, el regreso de la Cenicienta de las Antillas

La Selección caribeña, la gran sorpresa de la Copa Oro que enfrentará a Estados Unidos en los cuartos de final, tiene una dilatada historia en el fútbol internacional

25 de junio de 2019. Banc of California Stadium. Los Ángeles, California. Las gradas pintadas de azul guardan silencio, expectantes. Jamaica vence a Curazao 1-0 al minuto 90 del tercer partido de ambos equipos en la fase de grupos de la Copa Oro 2019. Última esperanza curazoleña: Nepomuceno controla la pelota con doble marca sobre la línea de fondo, descarga en Bacuna, quien esconde el cuero en acto de ilusionismo frente a dos jamaiquinos que rondaban. La progresión terminó con el balón en los dominios de Gaari; la pelota corrió, el atacante calculó, saboreó, palpó, imaginó. Golpeó. Un obús con estela de fuego y capacidad nuclear, un meteoro que rasgó el aire y el espacio en su viaje mágico a la escuadra de Blake. Sí, es la Copa Oro, pero para Curazao ha sido el gol de todos los sueños alcanzables. Lo que sucedió posteriormente confirmó el misticismo del impacto. Honduras y El Salvador hicieron que el bombazo de Gaar adquiriera dimensiones históricas, por efecto mariposa. Curazao, cuartofinalista de la Copa Oro por primera vez en su historia.

El fútbol, en realidad, no ha sido una prioridad en Curazao, isla acuñada con ese nombre por los navegantes portugueses que desembarcaron en ella en el Siglo XV. El balompié llegó a la isla a inicios del Siglo XX a través de estudiantes y negociantes provenientes de los Países Bajos, nación que había recuperado soberanía sobre Curazao después de una disputa política con Venezuela. Sin embargo, la influencia británica, poder que ocupó la isla en diversas ocasiones en la primera mitad del Siglo XIX, llevó el críquet a los campos curazoleños. El béisbol germinó en una región de extensos jardines, bates de madera y pelotas de corcho. El fútbol quedó rezagado hasta avanzada la década de los 40 cuando, tras la Segunda Guerra Mundial, el Reino de los Países Bajos optó por fortalecer su vínculo con sus territorios de ultramar, que también fueron escenario de invasiones y diatribas políticas. La irrupción de Ergilio Hato puso a Curazao en el mapa; el histórico guardameta adquirió notoriedad a final de los 40 e inicios de los 50 por sus notables intervenciones durante una gira de nueve partidos que una selección isleña enfrentó en Holanda. De hecho, el nombre del principal estadio de en Curazao fue lleva el nombre de Hato.

En 1948, Curazao, con Hato custodiando la cabaña, logró la medalla de bronce en los Juegos Centroamericanos y del Caribe. Sin embargo, en 1954, a través de una reforma constitucional, la corona neerlandesa unió a las seis colonias caribeñas (Aruba, Curazao, Bonaire, San Martín, Saba y San Eustaquio) en un mismo territorio administrativo, denominado ‘Antillas Holandesas’; una nación constituyente dentro del Reino de los Países Bajos, una figura similar a la que ostentan Escocia y País de Gales con el Reino Unido de la Gran Bretaña. A partir de entonces, la selección de Curazao fue absorbida por el equipo nacional de fútbol de las Antillas Holandesas. El conglomerado se convirtió en la máxima potencia del Caribe, estatus que confirmó al clasificar a los Juegos Olímpicos de Helsinki 1952, hazaña que la convirtió en la primera selección de la región en disputar la máxima justa deportiva. Los antillanos enfrentaron solo un partido en Helsinki: una decorosa derrota de 2-1 frente a Turquía; Hato como guardián y Briezen como el autor del único gol internacional en la historia del país.

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Curazao vs Jamaica

Además, las Antillas se colgaron la medalla de oro en los Juegos Centroamericanos de 1950 y 1962, por encima de representativos de mayor tradición futbolística como México, Honduras o Colombia. Sin embargo, la evolución exponencial tenía un límite. La fuga de talentos hacia Europa, tentados por las bondades del fútbol neerlandés, del relumbrón del Ajax, Feyenoord y PSV, detuvo su crecimiento. Russell Dave, en su libro Football and the English: A Social History of Association Football, relata que la Federación de Fútbol de las Antillas Holandesas intentó unirse a la divisiones inferiores del fútbol británico; sin embargo, la idea fue desestimada debido a problemas de logística. No obstante sus éxitos internacionales entre los 50 y 60, las Antillas Holandesas jamás pudieron clasificar a la Copa del Mundo de la FIFA. A lo largo de su existencia (1954-2010), otras selecciones caribeñas sí consiguieron su boleto para el máximo escenario: Haití (1974), Jamaica (1998) y Trinidad y Tobago (2006) cumplieron el sueño que las Antillas no.

En 2010, el parlamento de los Países Bajos culminó un proceso político que incluyó diversos referéndums de independencia en las seis islas y una serie de conferencias entre las autoridades de las Antillas y el Estado neerlandés. Aruba había conseguido su separación en 1986 y, en 2010, la resolución oficial disolvió a las Antillas restantes: Bonaire, San Eustaquio y Saba se convirtieron en “municipalidades especiales” de los Países Bajos, mientras que Curazao y San Martín adquirieron el mismo estatus que Aruba: naciones constituyentes dentro del Reino, que mantiene la responsabilidad de su política exterior y su defensa. Por ende, la selección de las Antillas Holandesas también se separó y Curazao heredó su registro, su historial y su posición en el ranking oficial. La nueva Curazao completó su reafiliación a la FIFA en 2011. Cuatro años después, Patrick Kluivert, exestrella del Barcelona y de la selección holandesa, asumió la dirección técnica del equipo. Al año siguiente, Remko Bicentini recolectó los frutos que sembró Kluivert. Curazao venció en la Copa del Caribe 2017, su máxima conquista internacional desde los 60, al derrotar en la final del certamen 1-2 a, curiosamente, Jamaica. El título clasificó a los curazoleños a la Copa Oro 2017, en la que enfrentaron, en el grupo C, a Jamaica, El Salvador y México. Los pupilos de Bicentini no anotaron un solo gol y perdieron sus tres compromisos, pero el paso estaba hecho.

Algo se mueve en el fútbol de Curazao. Eloy Room, arquero titular, integra la plantilla del PSV Eindhoven (aunque podría quedar fuera). Cuco Martina, el capitán, terminó la temporada en el poderoso Feyenoord, cedido por el Everton, club que posee su carta. Leandro Bacuna es una figura central en el Cardiff de la Championship (Segunda División Inglesa). Gino van Kessel, MVP de la Copa del Caribe 2017, se forjó en la academia del Ajax y gobierna con puño de hierro la División B de la Liga Belga con el Roeselare. El partido frente a Estados Unidos será el más importante de su historia. Y una zancada hacia adelante.

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