Michael Thomas y Julio Jones, promesas de nuevos contratos
Dos de los mejores wide receivers de la NFL están programados renovar sus respectivos acuerdos. ¿Quién obtendrá el más lucrativo?
Nadie tiene más recepciones en los primeros tres años de su carrera que Michael Thomas, quien ha sacado el máximo provecho de tener como emisor a un tal Drew Brees.
Nadie promedia más yardas aéreas por encuentro entre los wide receivers en activo que Julio Jones, quien ha sido un ejemplo de consistencia y explosividad durante sus ocho años en la NFL.
Ahora, ambos receptores tienen la promesa de sus respectivos equipos de llegar a la próxima temporada con un nuevo contrato. Los Saints se comprometieron a convertir a Thomas, de apenas 26 años, en el receptor mejor pagado de la NFL. Los Falcons, por su parte, expresaron su optimismo de renovar a Jones, de 30 años, antes del inicio del campo de entrenamiento.
Será una partida de póker y un ejercicio de paciencia para ambos equipos y representantes. Aquel que firme primero establecerá el precio del mercado y obligará, casi con certeza, a que el otro equipo mejore la oferta. Después de todo ambos tienen las credenciales para merecer la designación del receptor mejor pagado de la liga.
El parámetro para ambos quedó establecido cuando Odell Beckham Jr. firmó un pacto por 90 millones, 65 de ellos garantizados y un promedio anual de 18 millones. Seguido por Antonio Brown (16.7 millones por año) y Mike Evans (16.5 anuales).
No es difícil entender porque los Saints se sienten cómodos ofreciéndole a Thomas un contrato que deje atrás las cifras de Beckham Jr., después de todo las 321 recepciones de Thomas en sus primeras tres campañas superan claramente lo establecido por OBJ, quien tuvo 288 en sus primeros tres años en la liga.
El caso de Jones podría ser todavía más claro. El egresado de Alabama ha ido al Pro Bowl en cada uno de los últimos cinco años, tiene dos designaciones All Pro y ha liderado la liga en yardas áreas en dos de los últimos cuatro años y solo se ha perdido dos encuentros en las últimas cuatro temporadas.
Con su contrato actual, Jones está bajo sujeto a los Falcons hasta 2020 después de firmar un pacto por cinco años y 71.3 millones en 2015. Pero Jones ha dejado claro su caso dentro del emparrillado y parece injusto, incluso ridículo, que un receptor de su calibre actualmente sea 12do en promedio anual dentro de la posición detrás de nombres como Davante Adams, Brandin Cooks o Sammy Watkins.
Lo importante hasta el momento, es que ambos han cumplido cabalmente con sus compromisos en los campos de entrenamiento y han expresado confianza en que sus respectivos equipos cumplirán su palabra. Por lo que no ha habido necesidad de teñirse el bigote.