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#NFL100

Buddy Ryan y la mejor defensa del Super Bowl

El ex coordinador defensivo de los Chicago Bears fue el padre de la que quizá es la mejor defensiva que jamás se haya presentado en un Super Bowl.

Estados UnidosActualizado a
Fue el padre de la que quizá es la mejor defensiva que jamás se haya presentado en un Super Bowl.
Getty Images

“No me siento avergonzado. Me siento humillado”, dijo el guardia de los Patriots, Ron Wooten, al final del Super Bowl XX. New England acababa de ser triturado por los Chicago Bears y quizá la mejor defensiva que jamás se haya presentado en un Super Bowl: la defensiva de Buddy Ryan.

James David “Buddy” Ryan (17 de febrero, 1931, Frederick, Oklahoma) pasó 26 años en la NFL, nueve de ellos como coordinador defensivo. Su legado se resume en dos números: 46.

La defensiva “46” fue una creación de Ryan. Llevó ese nombre porque era el número que usó Doug Plank, ex safety de los Bears.

Bajo el mando de Ryan, la defensa de Chicago anotó ocho touchdowns en 1985, incluido uno en el Super Bowl XX, en el que derrotaron 46-10 a los Patriots.

Al medio tiempo, los “Monsters Of The Midway” impusieron un récord del Super Bowl al permitir -19 yardas (sí, menos 19): -5 por tierra y -14 por pase. Al final del partido, los Patriots promediaron 0.64 yardas por intento de carrera.

En un principio, Ryan usó la “46” como una defensa Nickel con ayuda extra para defender la carrera, pero se convirtió en un agresivo sistema de blitzes que muchas veces dejaba a sólo tres jugadores en cobertura de pase.

La “46” de Buddy comenzó a madurar en 1984, cuando los Bears podían usarla sin la necesidad de hacer sustituciones. De esa manera, los rivales no podían ver el cielo nublado y, cuando menos lo esperaban, estaban debajo de la tormenta.

¿Cómo era la distribución en el campo de la defensiva "46"?

Su alineación base constaba de tres linebackers y cinco linieros defensivos; tres de ellos se concentraban en los guardias y el centro, y dos en los tackles. Esos ocho jugadores estaban cerca de la línea de scrimmage y cualquiera de ellos podía presionar al quarterback.

Ryan estudiaba los esquemas de bloqueo de sus oponentes, particularmente contra el blitz, y así elegía cuántos y quiénes de esos ocho defensivos irían de cacería.

Los receptores corrían prácticamente libres, pero los quarterbacks no tenían tiempo de lanzar el balón. Chicago registró 72 capturas en 1985 y fue líder de la NFL en puntos, yardas, primeros y 10, yardas por tierra y porcentaje de pases completos, y segunda en tercer down e intercambios de balón.

“Esa es la naturaleza de la manera en la que jugamos todo el tiempo”, decía Ryan. “Quítales el balón. Quítaselo en cualquier down. Jugamos a la defensa como si fuera la ofensiva”.

Dan Hampton, Steve McMichael, Richard Dent y William “The Refrigerator” Perry fueron los titulares en la frontal de los Bears en el Super Bowl XX; Otis Wilson, Mike Singletary y Wilber Marshall eran los linebackers, y en el perímetro estaban los corners Mike Richardson y Leslie Frazer, con Dave Duerson y Gary Fencik en los safeties.

Cuando el juego terminó, varios de ellos cargaron en hombros a Ryan, porque sabían que no regresaría a Chicago.

Días después, Ryan se convirtió en el head coach de los Philadelphia Eagles que, con Reggie White y Jerome Brown en la frontal, en 1991 tuvieron una de las mejores defensivas de la década. Primero fue conocida simplemente como “Buddy Ball” y luego como “Gang Green”.

Ryan llevó a Philadelphia en tres ocasiones a Playoffs, pero no pudo ganar un juego de postemporada con los Eagles.

En 1993 fue coordinador defensivo de los Houston Oilers, y muchos sólo recordarán esa época por aquel Sunday Night Football contra Jets, cuando Ryan le soltó un puñetazo al coordinador ofensivo Kevin Gilbride.

Terminó su carrera tras dos años como coach de los Arizona Cardinals. Luego anunció su retiro.

Ryan, un sargento en el ejército de Estados Unidos en la guerra contra Corea y luego jugador en Oklahoma A&M (ahora Oklahoma State), murió el 28 de junio de 2016 a los 85 años de edad tras una larga batalla contra el cáncer.

Después de trabajar como coach asistente en varios colegios, fue contratado por los Jets como responsable de los linebackers en 1968 y ayudó a New York a vencer a los Baltimore Colts en el Super Bowl III.

En 1976 se convirtió en coordinador defensivo de los Minnesota Vikings y en 1978 llegó a Chicago.

“Gracias a los campeones del Super Bowl en 1985, los Chicago Bears, el mejor equipo de la historia de la NFL”, escribió Ryan en una carta, en 2015. “Me dieron los mejores recuerdos de mi vida como coach. Amaré a cada uno de ustedes hasta el día que muera. Se los dije hace muchos años y todavía es verdad. Ustedes siempre serán mis héroes”.