Mike Fiers lanza el segundo no-hitter de su carrera

Con marca de 57-58 y efectividad de 4.11 a lo largo de su carrera, nadie pensaría en Mike Fiers como algo un poco más que un pitcher de relleno, uno de esos lanzadores que consume innings y hace el trabajo… apenas.

Pero resulta que el derecho de los Oakland Athletics es mucho más que eso. Es parte de la historia.

La noche del martes Fiers requirió de 131 lanzamientos para lanzar el primer juego sin hit de la temporada y el número 300 en la historia de Grandes Ligas, al dominar a los Cincinnati Reds 2-0 en un juego que demoró más de 90 minutos en iniciar por una falla eléctrica que pudo haber impedido la historia. Fiers se repuso a todos esos obstáculos y se unió a dos grupos sumamente exclusivos.

Con su dominante actuación del martes, Fiers se une a Justin Verlander, Max Scherzer, Jake Arrieta y Homer Bailey como los únicos lanzadores en activo con dos juegos sin hit. Una compañía nada despreciable al considerar que incluye a tres ganadores del Cy Young.

No fue su única hazaña. Después del no hitter que consiguió en 2015 en contra de los Dodgers, Fiers ahora es parte de un grupo de lanzadores en lanzar no hitters con dos equipos distintos, acompañando a un grupo que cuenta con nombres de la talla de Nolan Ryan, Cy Young, Randy Johnson, Adonis Terry, Jim Bunning, Ted Breitenstein e Hideo Nomo. Sí, esos son cuatro miembros del Salón de la Fama.

Si bien nunca será conocido como un pitcher de poder, armado por una recta que alcanza las 91 millas, un cambio de hasta 83 y una curva desesperantemente lenta, Fiers se sobrepuso a una cantidad impensable de obstáculos para escribir nuevamente su nombre en los anales del baseball.

Sus 131 lanzamientos son la mayor cantidad en un no-hitter desde… los 134 que él mismo requirió al maniatar a los Dodgers el 21 de agosto de 2015. Por si la demora de más de una hora fuera poco, Fiers también sobrevivió a dos sustos consecutivos en el sexto inning para preservar el doble cero.

Primero, el segunda base Jurickson Profar tuvo que realizar un larguísimo recorrido y lanzarse de espaldas para quedarse con el complicado batazo de Kyle Farmer para el segundo out del sexto inning. El siguiente bateador, Joey Votto, disparó profundo elevado a jardín central que hubiera significado un jonrón de no ser por el espectacular guante del jardinero Ramón Laureano, que sumó otra joya a su acervo personal de jugadas increíbles.

Con 109 lanzamientos después de siete innings, el manager Bob Melvin le dio un ultimátum a su lanzador. Un solo corredor más significaría el fin de su actuación. Fiers recibió el mensaje fuerte y claro y retiró los siguientes dos innings en riguroso orden y 24 pitcheos para culminar una noche que tuvo todos los ingredientes necesarios para una velada inolvidable.