Era el 2001, un joven llamado Tom Brady llegó para tomar el mando de la ofensiva de los New England Patriots. Con coraje y gran inteligencia pudo salir adelante de las primeras adversidades que enfrentó en su carrera.

El 3 de febrero del 2002, Brady y todos los New England Patriots comenzaron una de las dinastías más poderosas de todo el deporte mundial y quizá la más fuerte de toda la NFL en su larga historia.

Con un gol de campo de Adam Vinatieri, los Patriots ganaron su primer trofeo Vince Lombardi al superar por 20-17 a los St. Louis Rams en el Super Bowl XXXVI.

Dos años después, regresaron a la lucha por el título y lograron su segundo campeonato al derrotar en un espectacular duelo a los Carolina Panthers por 32-29 en el SB XXXVIII.

Un año después, los Patriots se coronaron por tercera vez en la historia al vencer 24-21 a los Philadelphia Eagles en el Super Bowl XXXIX.

Tom Brady y compañía tuvieron que esperar diez años para que en el Super Bowl XLIX lograran su cuarto Vince Lombardi al derrotar por 28-24 a los Seattle Seahawks.

Y en el Super Bowl LI, los Patriots lograron quizá el Super Bowl que más satisfacciones pudo haberles dejado al conseguir una remontada histórica de 25 puntos para superar en tiempo extra a los Atlanta Falcons por 34-28 para obtener el quinto Super Bowl de su historia.

Frente a Los Ángeles Rams, New England tendrá la oportunidad de convertirse en la franquicia más ganadora de la NFL, junto a los Pittsburgh Steelers, si ganan el Super Bowl LIII.