C.J. Anderson: del desempleo a su tercer Super Bowl

Fue cortado por los Denver Broncos. Luego por los Carolina Panthers y más tarde por los Oakland Raiders. Finalmente, fue firmado por Los Angeles Rams y ahora está en su tercer Super Bowl.

No es la carrera de C.J. Anderson, es sólo lo que vivió en la campaña 2018.

Ha sido una temporada de sobradas emociones para este corredor, que muchos piensan podría ser la pieza clave en el ataque de los Rams para poder vencer a los New England Patriots en el Super Bowl LIII, el domingo en Atlanta.

“Tienes que creer en ti, en tu talento y en lo que puedes hacer”, dijo Anderson. “Siempre creí que si fui cortado por tres equipos no fue por mi talento”.

Anderson fue firmado en 2013 por los Broncos como agente libre, pero esta campaña la gerencia general en Denver tenía otros planes para su backfield. Planes en los que C.J. no estaba contemplado.

“Fui cortado por Denver debido al tope salarial. Reclutaron a un corredor [Devontae Booker] un año antes. Y en Carolina emergió Christian McCaffrey. Y en Oakland dos linieros ofensivos se lesionaron y tenían que proteger a Derek Carr. Es simple. No fue por talento”, aseguró Anderson.

Al final de la temporada, Todd Gurley se lesionó la rodilla y los Rams necesitaban un corredor, así que el 18 de diciembre firmaron a Anderson.

C.J. respondió con 299 yardas y dos touchdowns en dos partidos. En los Playoffs es el líder del equipo con 167 yardas y otras dos anotaciones.

“Yo diría que encajaba bien en todos esos sistemas. Estuve en Denver durante cinco temporadas y tuve éxito en la primera parte de mi carrera, pero a mis 27 años de edad todavía estoy en mi mejor momento”, dijo.

En el Juego por el Campeonato de la NFC, Gurley ─líder de la NFL con 21 touchdowns─ sólo tocó el balón en cuatro ocasiones, mientras Anderson tuvo 16 acarreos en el triunfo sobre los New Orleans Saints.

Pero C.J. sabe que eso podría cambiar en el Super Bowl, lo cual no le preocupa, con tal de que los Rams sean campeones.

“Todd y yo nos comunicamos bien. Nuestros estilos de juego se complementan bien, él respeta mi juego y yo respeto el suyo. Se siente bien tener eso de una súper estrella y lo que ha hecho en esta liga en tan poco tiempo. Sólo estoy haciendo mi parte y trato de hacer los primeros y 10 que me piden en el equipo”, comentó Anderson. “Respetar el juego del otro es la clave, y la amistad también. Conozco a Todd desde hace un tiempo y cuando llegué aquí no era ‘el nuevo’. Durante los juegos intercambiamos comentarios e ideas. Él es un jugador inteligente y hay un gran respeto entre nosotros”.

El plan de juego del coach Sean McVay debe incluir muchas carreras, si es que quiere mantener a Tom Brady en la banca. Con Anderson en el backfield puede atacar de diferentes maneras a la defensiva de New England, y también usar a C.J. cuando vayan detrás del quarterback Jared Goff.

“Mi impacto en el juego podría ser proteger al quarterback en un blitz, que probablemente nadie verá, porque todo el mundo ve el balón volar a un receptor que atrapa el pase de touchdown”, aseguró Anderson. “Y luego tienes a un tipo como Todd que impacta el juego con un touchdown de 80 yardas”.

C.J., quien corrió para 123 yardas y dos anotaciones en la Ronda Divisional ante Dallas, promedia 4.3 yardas por intento en la postemporada.

Pero prefiere darles crédito a sus compañeros.

“Nuestras habilidades hablan por sí mismas. Lo que hacemos después del primer contacto y después de que llegamos al segundo nivel [de las defensivas]. Los receptores están haciendo un gran trabajo y eso es lo que ayuda a tener grandes carreras en esta liga. [Robert] Woods, [Brandin] Cooks y Josh [Reynolds]. Es un esfuerzo en equipo y es así como se ganan los juegos”, finalizó.