Tras un cambio generacional que dio resultados, Francia e Inglaterra son un modelo a seguir por Estados Unidos de cara a la Copa del Mundo de 2022 y consolidar el proyecto en 2026.
Todo quedó atrás, aquella noche en la que Estados Unidos quedó fuera de Rusia 2018 ha pasado a ser una de tantas más. Ahora el USMNT ya planea su futuro y las competencias que encararán en los próximos años de aquí al Mundial de Qatar 2022 con el objetivo de seguir los pasos de dos selecciones que brillaron en el Mundial que recién terminó. Tras lo hecho en el Mundial, Francia e Inglaterra se convierten en inspiración para el equipo de USA que sigue manteniendo el deseo de consagrarse campeón del mundo en 2026.
El inicio de todo
Era un partido que parecía un simple trámite. Llegaban en el tercer de lugar del hexagonal rumbo a Rusia 2018 y enfrentaban a la selección más floja de las seis que competían por un cupo para la Copa del Mundo.
30° grados en Couva recibían a la selección nacional de fútbol de Estados Unidos en el Ato Boldon Stadium que lucía por demás vacío. Menos de dos mil personas observando, más que alentando, a una Trinidad y Tobago que llegaba al último encuentro del proceso clasificatorio.
La victoria los ponía en el avión a la justa internacional, pero un empate, un sencillo y asequible empate, también funcionaba para cumplir el objetivo. Tal vez ese escenario, tan favorecedor pero a la vez tan lapidario, terminó por ser la tumba de un proceso que para ese momento, agonizaba en todos los sentidos.
Un error circunstancial de Omar González y un golazo de Alvin Jones mandaban el partido al entretiempo con un silencio sepulcral en el vestidor del combinado de las barras y las estrellas.
“Si conseguimos un gol, el segundo va a caer fácil. Sólo hay que seguir empujando”, decía Bruce Arena, entrenador del USMNT. A pesar de los buenos ánimos, el entorno era tenso, el olor a fracaso flotaba en el aire.
“Su lenguaje corporal, su tono de voz, de parecer estar calmado a tomar un tono mucho más agresivo. Parecía estar tranquilo pero de repente comenzaba a gritar”, recuerda Benny Feilhaber para The Ringer.
De una u otra forma, todavía no había nada perdido. Quedaban 45 minutos y aun perdiendo, Honduras y Panamá tenían que remontar sus respectivos partidos como locales contra México y Costa Rica si querían arrancarles la posición. “¡Venga chicos, vamos!”, gritaba con un nerviosismo notable el entrenador de la selección norteamericana mientras sus jugadores volvían a la cancha.
Dos minutos del segundo tiempo y apareció un tipo de 19 años, aquel que usa la playera ‘10’ del USMNT con la palabra Pulisic sobre él. Un zapatazo desde fuera del área y la promesa del Borussia Dortmund acercaba a su equipo. Sin emitir ni una palabra, su gesto era más esperanzador que el de cualquier otro veterano del equipo.
El reloj siguió caminando, los estadounidenses buscaban el tanto de la igualada, aunque parecían no tener prisa, pues en otras latitudes se mantenían los resultados favorables
No obstante, al 88’ Román Torres hacía retumbar el Rommel Fernández con el gol que calificaba a Panamá a su primer Copa del Mundo. Estados Unidos estaba afuera. Siete minutos más de intentos estériles, desalmados, y culminó todo. Adiós a Rusia 2018.
Fondo e impulso
Se había llegado al fondo de un ciclo que había comenzado con augurios poco positivos. La salida de Jürgen Klinsmann, un vestidor partido tras el cambio generacional, y la llegada emergente de la figura casi mesiánica de Bruce Arena maquillados por las amplias oportunidades que un proceso clasificatorio como el de CONCACAF otorga.
No pasaron ni tres días cuando la US Soccer decidió poner en marcha lo que parecía un movimiento desesperado para deslindar responsabilidades. Adiós a Arena (por mutuo acuerdo) y a ese fétido aroma a derrota que jamás ha sido aceptado en las esferas más elevadas del deporte de alto rendimiento de los Estados Unidos.
“No hay excusas, no hicimos el trabajo. Llegamos perfectamente posicionados al partido y lo perdimos incompresiblemente. La responsabilidad es mía”, B. Arena.
Pero suele decirse que una vez que se toca el fondo, lo único que se puede hacer es impulsarse es busca de la superficie. El USMNT tocó el punto más bajo que un combinado nacional de su calibre puede alcanzar, y han recompuesto para darle la vuelta a la página durante la transición.
Ahora, Estados Unidos ha iniciado su proceso mundialista rumbo a Qatar 2022, mismo que inició meses antes de que el Mundial de Rusia 2018 diera inicio, pues un joven equipo de USA sirvió de sparring para algunas selecciones que participaron en la justa mundialista, entre ellas la ahora campeona del mundo, Francia.
Dave Sarachan, el hombre de la transición
“Aún tenemos trabajo por hacer”. Esas fueron las primeras palabras de Dave Sarachan tras haber sido designado entrenador interino del USMNT días después del fracaso en Trinidad y Tobago.
El compromiso era serio. Se tenía pactado ya un partido amistoso contra Portugal en Noviembre y Sarachan tenía que encargarse de llevar al mejor de sus cuadros para enfrentar a al combinado luso en Leiria.
Pero su plan era un poco distinto de lo estipulado. Bajó del avión europeo a Bradley, Altidore, Dempsey, Howard, y el resto de veteranos albiazules para meter a 23 niños que terminaron por sacarle un muy valioso empate a los actuales campeones de Europa.
¿Quién es ese tipo que decidió borrar todo vestigio de la administración anterior para cimentar las bases de un proyecto que apunta a largo plazo? Sorprendentemente o no, Sarachan es uno de los hombres de confianza de Bruce Arena. Sí, aquel que los dejó fuera de Rusia 2018.
El interino en el banquillo yanqui es un experimentado mentor de jugadores jóvenes, y tiene un largo recorrido como entrenador, pero sobre todo como asistente técnico, aunque Arena decidió darle el título de “asistente” a secas por el rol tan crucial que ha desempeñado en sus gestiones.
Por ocho años fue mano derecha de Bruce A., primero en el D.C. United, con el que ganaron dos títulos de liga y una Open Cup, construyendo así una de las más grandes dinastías dentro de la MLS. El logro les permitió una oportunidad dentro del equipo nacional, en donde Sarachan se mantuvo al menos hasta después del Mundial de 2002, pues tomó la vacante como entrenador en jefe del Chicago Fire.
En su primera oportunidad como director técnico siguió acumulando éxitos tras llevar el Supporter’s Shield y la Open Cup a las vitrinas del Fire, siendo nombrado incluso mejor entrenador de la liga en 2003.
Cinco temporadas después, su camino se cruzó de nuevo con Arena, donde volvieron a formar una de las mejores duplas que se haya visto dentro de un banquillo de la MLS. Tres MLS Cup y dos Supporter’s Shield fueron los logros que acumularon en el Galaxy, al menos hasta que tuvieron que acudir de nuevo al llamado de la US Soccer tras la salida de Klinsmann.
“Nada nos va a ayudar a reemplazar el hueco de habernos perdido el Mundial. Y no vivo bajo esa ilusión, pero en un algún punto debes darle vuelta a la página y seguir adelante”, D. Sarachan para Sports Illustrated.
Con la salida por la puerta de atrás de su amigo y colaborador, la USSF decidió darle la oportunidad a Dave, más por conveniencia que por continuidad. “Aprendes del pasado, absolutamente, pero no soy Bruce Arena. Soy Dave Sarachan. Tengo experiencia como entrenador en jefe en diversos niveles y tengo mis propias maneras y métodos”.
The Process
Después del encuentro contra Portugal, la US Soccer decidió mantener en pie los planes realizados para la preparación del equipo que “viajaría a Rusia” durante el verano.
El primer paso fue un campamento de 15 días en California donde comenzó formalmente la administración de Sarachan. De nueva cuenta, decidió enfocarse únicamente en jóvenes promesa del fútbol norteamericano, llevando a 30 jugadores que formaban en conjunto un promedio de edad de 24 años.
Lo más destacable de ese plantel era además, que 19 de los futbolistas habían sido parte del proceso formativo de academias de la USSF, haciendo ver que el proyecto de desarrollo de talento juvenil por fin parecía dar frutos a una escala más que positiva.
El campamento se cerró con un amistoso frente a Bosnia en donde se volvió a empatar, pero las sensaciones positivas iban más allá del simple resultado.
En marzo llegó una nueva concentración para enfrentar a Paraguay, y Sarachan decidió mantenerse con “The Process”, tal como los jugadores han decidido llamar al periodo de interinato del ex Chicago Fire.
“Si queremos ser una potencia a futuro, ‘The Process’ debe de ser el camino”, D. Sarachan.
En el encuentro contra los guaraníes, comenzó a mostrarse todavía mas claridad en su proyecto, pues la fecha FIFA le permitió añadir todavía más recursos a su amplia baraja de desarrollo.
Mantuvo la base de prospectos que desde ya, han comenzado a destacar en la liga doméstica. Tyler Adams (NY Red Bulls), Alex Bono (Toronto FC), Wil Trapp (Columbus Crew), Marky Delgado (Toronto FC) y Walker Zimmerman (LAFC), han sido cruciales en sus convocatorias a partir de noviembre, haciendo ver que el talento emelesero debe ser fundamental al pensarse a largo plazo.
A la fórmula añadió a otros jóvenes que destacan, pero ya en un plano internacional. Por ejemplo, Weston McKennie, mediocampista de 19 años del Schalke 04 que la Bundesliga ha nombrado una de sus promesas más interesantes; Tim Weah, que ha debutado ya con la playera del Paris Saint Germain; o Josh Sargent, goleador recién fichado por el Werder Bremen que a sus 17 años destrozó las porterías del Mundial sub-20.
Para redondear su esquema, basado hasta ahora en un 4-1-4-1, Sarachan ha sumado también a figuras con una trayectoria importante que puedan transmitir su experiencia, sin ser necesariamente los veteranos clásicos del USMNT. Alejandro Bedoya, DeAndre Yedlin o Christian Pulisic, jugadores con menos de 50 apariciones vistiendo la playera de las barras y las estrellas, se han convertido en los nuevos “líderes” del proceso.
Así, se ha llegado hasta la que parece ser la recta final de “The Process”, al menos en su etapa preliminar. La selección ha disputado dos amistosos más en recientes días frente a Bolivia e Irlanda, donde la propuesta ha vuelto a ser fresca y llena de talento juvenil.
Vaya, Sarachan llamó a 18 jugadores con menos de cinco apariciones en el combinado norteamericano, y debutó ya a seis futbolistas a lo largo de los dos encuentros, en los que sumó una victoria y una derrota.
“Es un gran ejercicio para nuestros jóvenes. Me quedó un buen sabor de boca tras haber visto a los chicos muy enojados tras haber perdido el amistoso contra Irlanda. Es una buena señal”, D. Sarachan.
El siguiente paso
Previo al inicio de Rusia 2018 se llevó a cabo el último encuentro de Sarachan en el timón. La selección de USA enfrentó a Francia en lo que parecía una doble despedida: la de los galos antes de viajar a Rusia, y la del gestor de ‘The Process’.
.@ussoccer has appointed three-time World Cup veteran Earnie Stewart as General Manager of the #USMNT. Details » https://t.co/eukjXVOA6t pic.twitter.com/2Wc66Nntdv
— U.S. Soccer MNT (@ussoccer_mnt) 6 de junio de 2018
La USSF ha dado por el momento el siguiente paso al nombrar a Earnie Stewart nuevo gerente general del representativo varonil, encargándose él de la encomienda más importante de todas: elegir al nuevo director técnico.
Los candidatos para la vacante son muy variados. Desde nombres con enorme experiencia como Arsene Wenger o Gerardo ‘Tata’ Martino, hasta los graduados con honores de la MLS como Greg Vanney, Jesse Marsch o Gregg Berhalter, sin dejar de lado a aquellos que conocen el proyecto de selecciones como Tab Ramos o el propio Sarachan.
Lo cierto es que hace pocos días, la US Soccer le ofreció a Sarachan una extensión de contrato. Misma que tendrá una duración hasta finales de 2018, por lo que 'The Process' continuará por unos meses buscando que rinda frutos de cara a la siguientes competiciones que enfrentará Estados Unidos.
Levantar la Copa del Mundo en 2026 en medio de un MetLife Stadium repleto de su gente. Ese es el último objetivo. Que lo hecho por Sarachan en los Adams, McKennie, Weah y compañía, termine por repercutir ocho años en el futuro.
Por lo pronto, la federación ya prepara el camino con tres amistosos frente a México, Inglaterra e Italia antes de que acabe el año. Un camino en el que ya aventajan a sus competidores, y en el que más que atajos, se busca seguir lo trazado a partir del 13 de octubre de 2017.
La inspiración tras Rusia 2018
Tal vez el no asistir a Rusia no fue del todo malo para la selección de Estados Unidos, pues tuvieron tiempo de analizar la que fue una Copa del Mundo con un toque distinto a lo que tradicionalmente sucedía en la máxima justa futbolística a nivel mundial, ya que algunos de los equipos consolidados que llegaban como principales candidatos, quedaron fuera en etapas no imaginadas.
Sin embargo, los ejemplos más claros de éxito en los que ahora Estados Unidos piensa para intentar ganar el Mundial de 2026 y llegar con una base fuerte y competitiva, son Inglaterra y la ahora campeona del mundo, Francia.
Lo que Estados Unidos buscará mantener en esta etapa denominada 'The Process' será darle principal enfoque a los jugadores jóvenes. Inglaterra y Francia, dos selecciones que sorprendieron al mundo en Rusia así lo hicieron, optaron por tener un cambio generacional pensando en resultados a largo plazo.
El inicio para ambas selecciones se dio en la Euro de Francia 2016, ambos equipos tenían la ilusión de trascender en la justa europea, pero únicamente Francia fue capaz de llegar a la final, misma que perdieron ante Portugal y de ahí, Deschamps inició un nuevo proyecto pensando en la camada de jugadores jóvenes que venían detrás de aquella generación.
Es aquí donde jugadores como Mbappé, Pavard, Lucas Hernández, Kimpembe, Dembelé, Mendy, Tolisso y Lemar, llegaron a darle una identidad totalmente distinta al seleccionado francés hasta llegar al punto de consagrarse como campeones del mundo. Un proceso que no fue fácil y que el golpe tras perder la Euro 2016 en casa les hizo ver una realidad que quizá no hubiera sucedido si aquella noche en el Stade de France 'Les Bleus' se hubieran coronado como monarcas europeos.
Inglaterra también vivió un proceso de cambio similar al francés. La escuadra inglesa se vio obligada a ello tras fracasar en la Euro 2016 con una generación que iba de salida, además los fantasmas del pasado parecían volver al conjunto inglés que decidió nombrar a Gareth Southgate como nuevo comandante del barco rumbo a Rusia.
Fue precisamente Southgate quien poco a poco comenzó a hacer dicho cambio generacional. Ya sea debido a los retiros de la selección como el de Wayne Rooney y también baja de juego como la de Joe Hart.
Es por eso que para Rusia 2018 aparecieron nombres como los de Jordan Pickford, Harry Maguire, Kieran Trippier, Eric Dier, Dele Alli, Marcus Rashford, Jesse Lingard y Harry Kane, quien fue el flamante capitán de esta selección inglesa que alcanzó las semifinales y fueron eliminados por Croacia.
Duros rivales en Qatar 2022
Estados Unidos tiene la mira puesta en el Mundial de 2026, sin embargo no pretenden dejar pasar una nueva oportunidad de competir y tras iniciar el proceso rumbo a Qatar 2022 confían en llegar con una generación consolidada capaz de competir contra grandes equipos. Entre ellos estarán precisamente Inglaterra y la actual campeona Francia, que llegarán con mayor potencial del mostrado ahora y que servirá de ejemplo para el USMNT para buscar un papel similar al de ambas selecciones.
'United 2026' el sueño anhelado
Tal vez Estados Unidos no alcance a ser de los primeros equipos de Qatar 2022, sin embargo la preocupación no pasa por ahí, el objetivo primordial es consolidarse en casa en el 2026 y para ello llegar con una base de jugadores que sean capaces de estar en los dos procesos mundialistas que vienen por delante, es ahí en donde lo conseguido por Francia el pasado domingo 15 de julio comenzará a ser una inspiración para esta selección de USA que bajo Sarachan han encontrado un camino distinto.